Una mujer joven comiendo yogur mientras está de pie en la cocina de casa

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Salud y Bienestar

Descubre la dieta de la felicidad: así se relacionan tu intestino y tu estado de ánimo

La doctora María Dolores de la Puerta publica Un intestino feliz, en el que explica la relación entre la salud mental y la microbiota.

18 febrero, 2023 13:00

¿Sabías que existe una estrecha relación entre la felicidad y las bacterias de nuestro intestino? ¿Y que la microbiota tiene un papel fundamental en tu salud, en la prevención de enfermedades y que refuerza tu sistema inmunitario? Sobre estas relaciones habla la doctora María Dolores de la Puerta en su primer libro. 

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La doctora se formó como cirujana plástica cuando terminó la carrera, pero "determinadas circunstancias" hicieron que en el año 2000 "encontrara" la microbiota. Se acercó a ella buscando soluciones para problemas que la medicina clásica solo apoya tratando los síntomas. 

"Lo que fui descubriendo y aplicando a la clínica me pareció tan apasionante que en poco tiempo decidí volcar toda mi actividad profesional asistencial en ver pacientes con todo tipo de patologías asociadas a la disbiosis (desorden de microbiota) y a la pérdida de la homeostasis intestinal y eso hago desde entonces", cuenta a magasIN. 

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Además de su trabajo en consulta, tiene redes sociales profesionales en las que divulga cada día, compartiendo artículos científicos de microbiota y todos los escenarios de salud en los que está implicada. 

Recientemente, ha publicado su primer libro, Un intestino feliz (HarperCollins, 2023), en el que habla de la importancia del eje microbiota-intestino-cerebro para la salud mental, psíquica y general del organismo.

Dra de la Puerta.

Dra de la Puerta. © Eduardo Cano Uribe

"Escribí Un intestino feliz con la ilusión e intención de aportar entendimiento para ayudar a conocer el maravilloso mundo que conecta nuestra microbiota intestinal con el cerebro, con nuestros pensamientos y emociones, y como a su vez estos influyen sobre nuestras bacterias", explica de la Puerta. 

Y continúa: "Me parece importante la parte más práctica del libro, en la que doy herramientas sencillas que, aplicadas al estilo de vida y alimentación, pueden ayudar al lector a mejorar tanto la microbiota, como la increíble y poderosa comunicación bidireccional que el cuerpo establece en el intestino y sistema nervioso".

Pero, ¿sabes qué es la microbiota? Toda la superficie de nuestro cuerpo está colonizada por millones de microorganismos que contribuyen a mantener nuestra salud.

El micromundo que vive en nuestro intestino es lo que se conoce como microbiota intestinal, el ecosistema "más numeroso e importante de todos. Está formado por cientos de especies diferentes, la mayoría son bacterias, aunque también conviven con nosotros y con toda normalidad otros microbios como virus, fagos, hongos, levaduras, protozoos y arqueas en perfecto equilibrio". 

Eje intestino-cerebro

En palabras de la autora, "microbiota es salud, con mayúsculas. La microbiota asegura la salud intestinal y es responsable también de la salud general del organismo. Las bacterias intestinales conectan de muchas formas con todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo. Muchas bacterias tienen defensiva, inmunitaria, metabólica, endocrina y neuroactiva".

"Si la microbiota está bien y la conexión del eje intestino-cerebro fluye con normalidad, todo va bien. Eso contribuye a nuestra salud digestiva y general, y mejora nuestro estado de ánimo, la calidad del sueño, optimiza nuestra capacidad de tolerar el estrés y contribuye a construir nuestra personalidad fuerte y positiva", dice de la Puerta. 

María Dolores de la Puerta posando con el libro.

María Dolores de la Puerta posando con el libro. Cedida

Por ello, se hace imprescindible cuidarla. Para conseguirlo, la doctora nos da explica los pilares básicos sobre los que trabajar. El primero es la alimentación saludable, rica en alimentos fermentados como el yogur o la kombucha. "Son interesantes los alimentos ricos en polifenoles como los frutos rojos, la granada o el aceite de oliva y los alimentos ricos en fibra de calidad".

El segundo es el estilo de vida. Es clave que sea activo y que practiquemos ejercicio regularmente. En tercer lugar, son importantes buenos hábitos como la calidad del sueño.

Y, finalmente, el cuarto, y no menos importante, es la capacidad de modular el impacto del estrés, que es muy dañino para la salud en general y nuestra microbiota en particular. 

Microbiota y salud mental

En la tripa tenemos millones de bacterias que producen sustancias que actúan directamente sobre el sistema nervioso. En este micromundo hay que entender el psicobioma como el grupo de microorganismos que modulan de manera específica la actividad neurológica y la comunicación del eje intestino-cerebro. 

Esto implica que el estado de la microbiota impacta directamente sobre la salud mental. 

"La conexión entre microbiota y salud mental se establece de muchas formas. Para empezar, podemos hablar de las neuronas, que son las células del sistema nervioso, bueno, pues tenemos tantas en el intestino como en toda la médula espinal, formando el sistema nervioso entérico o lo que comúnmente se conoce como segundo cerebro", cuenta de la Puerta. 

La doctora explica que las neuronas del cerebro y del intestino están en permanente comunicación bidireccional: "Una de las acciones de la microbiota es la de producir sustancias, como los neurotransmisores o los ácidos grasos de cadena corta, que activan el funcionamiento de estas neuronas intestinales y, a través de la sangre, también llegan al cerebro actuando sobre las neuronas centrales". 

Además, subraya que la microbiota tiene mucha responsabilidad en nuestro estado de ánimo y también en qué y cómo nos sentimos. 

La dieta de la felicidad

Entonces, ¿existe la dieta de la felicidad? Según la doctora de la Puerta podríamos decir que sí. 

"Algunos alimentos tienen componentes biológicamente beneficiosos para la salud. Se llaman alimentos funcionales, entre ellos algunos tienen una actividad especialmente psicobiótica, lo que significa que actúan directamente sobre el sistema nervioso", explica. 

Y continúa: "Si bien la felicidad es un sentimiento que depende de muchos factores personales y familiares, nuestra dieta sin duda nos ayudará si ingerimos alimentos ricos, por ejemplo, en triptófano, como los lácteos, el huevo, las carnes blancas, pescados azules, algunos frutos sexos o semillas. También contribuirán a hacernos sentir anímicamente felices y en calma, alimentos ricos en otra molécula que se llama GABA, presente en el té verde, los lácteos fermentados, las semillas de chía o el mango".