Teresa Lorenzo, fotografiada en su consulta.

Teresa Lorenzo, fotografiada en su consulta. Cedida

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Teresa Lorenzo, fisioterapeuta experta en daño cerebral: "Los malos hábitos han disparado los ictus en gente joven"

La especialista explica cuáles son sus causas, las claves del 'código ictus' e incide en la importancia de la rehabilitación para evitar secuelas.

28 diciembre, 2023 02:35

El ictus es una urgencia y el 112 el teléfono al que hay que llamar al primer síntoma. Nada de descansar a ver si se pasa solo porque el tiempo juega en contra y cada minuto de demora se mueren 2 millones de neuronas. Es cierto que tenemos unos 86.000 millones, pero siendo la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres) no nos la podemos jugar. Sobre todo, sabiendo que el 25% de la población sufrirá un ictus a lo largo de su vida y más del 50% no sabe reconocer sus síntomas.

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Por eso, hay que conocer al dedillo el llamado Código Ictus y prestar mucha atención a la rehabilitación para evitar, en la medida de lo posible, las secuelas discapacitantes. De la rehabilitación más vanguardista que existe en la actualidad nos va a hablar Teresa Lorenzo Tola, fisioterapeuta experta en daño cerebral en el Neural Intensive, un centro de neurorrehabilitacion de alto rendimiento.

Tras 14 años de su vida trabajando como fisioterapeuta neurológico, de los que los cinco últimos se ha especializado en el desarrollo de metodologías basadas en la alta intensidad y nuevas tecnologías y en la gestión de equipos, Teresa está volcada en un proyecto pionero en España donde cuentan con la tecnología más innovadora.

Fotografía de Teresa Lorenzo.

Fotografía de Teresa Lorenzo. Cedida

¿Antes de entrar en el tema de la rehabilitación, nos puedes hablar un poco sobre el ictus?

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que tiene un gran impacto sanitario y social. El pasado año de las 435.400 personas con daño cerebral sobrevenido el ictus fue la causa principal con un 84% del total.

El ictus tiene un inicio repentino, causado por un trastorno circulatorio cerebral que altera transitoria o definitivamente el funcionamiento de una o varias partes del encéfalo producido por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo.

Según la Sociedad Española de Neurología, uno de cada cuatro individuos sufrirá en algún momento de su vida un ictus y lo peor es que más de la mitad de la población no sabe reconocer los síntomas. Teresa, ¿puedes enumerarlas?

Conocer cuáles son las señales que nos avisan de que la persona puede estar sufriendo un ictus es vital para minimizar las secuelas. Los síntomas que pueden darnos la voz de alerta de que está sucediendo un ictus son:

Aparición brusca de dolor de cabeza, afectación brusca de la visión en uno o en los dos ojos, aparición brusca de problemas para hablar y/o entender, pérdida brusca del equilibrio, pérdida brusca de la fuerza en brazo, pierna o ambos. 

Es muy importante que si se identifican esos síntomas la persona acuda o llame a urgencias. Vemos muchos casos en los que la persona espera a que estos síntomas se les pase descansando o echándose una siesta, algo que empeora mucho el pronóstico funcional. Debemos concienciar y dar la información para que la gente sea consciente de la importancia que tiene una atención inmediata en su pronóstico, no solo de salvar la vida, si no en su rehabilitación posterior. 

Es evidente que el ictus es una urgencia. ¿Nos puedes decir qué es lo que se entiende como 'código ictus'?

El código ictus es el procedimiento de actuación prehospitalaria basado en reconocimiento precoz de signos y síntomas de un ictus, cuyo objetivo es la pronta atención sanitaria de la persona, debiendo intentar el traslado de esta al hospital a la mayor celeridad posible. Además, la derivación de estos pacientes debe realizarse a aquellos hospitales que tengan unidad de ictus. 

En la fase aguda del ictus, el manejo se hace en las Unidades de Ictus y las terapias por parte de los profesionales médicos que allí se llevan a cabo son vitales y han conseguido mejorar mucho el pronóstico funcional de los pacientes. Gracias a esta intervención precoz, que ha mejorado mucho en las últimas décadas, en la actualidad la supervivencia ha aumentado considerablemente, algo que hace más importante aún si cabe la rehabilitación posterior. 

¿Cuáles son los factores de riesgo y cómo se pueden reducir?

Es importante conocer que más del 80% de los ictus son evitables y que la incidencia se puede reducir de manera eficaz con un adecuado control de los factores de riesgo modificables. Los más importantes son: la hipertensión arterial (HTA), el consumo de tabaco o alcohol, la diabetes mellitus, la dieta, la inactividad física, la obesidad, la hipercolesterolemia, la fibrilación auricular (FA) y otras enfermedades cardiacas. Un adecuado control de éstas es importante y reduce significativamente la incidencia de ictus. 

¿Y cuáles son las principales secuelas?

Un ictus puede provocar una amplia gama de síntomas como deterioro motor con afectación normalmente de un hemicuerpo, deterioro cognitivo, fatiga, dolor, deterioro del lenguaje y la alimentación y depresión. Todo esto tiene un impacto directo sobre la participación de estas personas en la sociedad, ya que suponen un limitante importante para retomar las actividades y roles previos al ictus. 

Esta patología supone una brecha para persona y familia con sus roles anteriores y por ello es importante que el proceso de rehabilitación vaya dirigido a mejorar la calidad de vida y reincorporación a la sociedad.

Un ictus provoca alteraciones motoras, sensitivas y cognitivas, ¿cómo evoluciona cada una de ellas con la rehabilitación? 

Las secuelas motóricas son las que tienen una recuperación más rápida, las cognitivas y del lenguaje, en los casos más severos, conllevan un mayor tiempo de tratamiento. En Neural Intensive contamos con un programa de rehabilitación intensiva para abordar la recuperación de estas secuelas una vez la persona sale del hospital y un programa de tele rehabilitación que permite a la persona ganar independencia y autonomía sobre su terapia, una vez finalizada la etapa en nuestra clínica, que le permita seguir mejorando y afinando los componentes, cognitivos, conductuales y de lenguaje, desde su domicilio.

¿Qué tipo de profesionales se necesita para una rehabilitación 360º?

La gran variedad de signos y síntomas clínicos que presentan las personas que sufren un ictus requiere que se lleve a cabo un abordaje 360º de la persona. Es decir, contar con un equipo de expertos que trabaje con una metodología basada en las mejores evidencias, que les permita llevar a cabo sus tareas de manera coordinada y cohesionada para conseguir ofrecer las herramientas terapéuticas necesarias para que la persona consiga sus objetivos.

En nuestro centro de alto rendimiento y siguiendo esta filosofía, contamos con fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, neuropsicólogas, neurólogo, nutricionista, psicólogo clínico deportivo, trabajador social, sexólogo y asesores externos que nos permiten optimizar las terapias y dar respuesta a la diversidad de problemáticas que nos encontramos en cada persona. Debemos tener en cuenta que, aunque los síntomas puedan ser los mismos, en cada persona el factor del contexto individual, social y ambiental hace que tenga un impacto diferente, por ello es preciso un equipo que pueda analizar cada punto y sea capaz de dar la respuesta individual y específica que cada caso requiere.

Tras sufrir un ictus, ¿cuándo es el momento ideal para iniciar la rehabilitación?

En el momento que la persona está clínicamente estable, y los especialistas médicos nos dan su conformidad, debe iniciar la rehabilitación. Es importante recibir una rehabilitación especializada para lograr el máximo potencial de cada persona.

En los períodos iniciales los mecanismos de recuperación biológica espontánea, ayudados por los tratamientos farmacológicos más actuales, se verán influenciados por el tratamiento recibido, ayudando o dificultando el proceso. Por ello, animo a las personas que se encuentren en esta situación a buscar un recurso especializado que trabaje siguiendo unas directrices claras basadas en la evidencia más actual.

¿Qué grados de intensidad hay en los ictus?

La gravedad del ictus dependerá de la distribución y del área afectada por el daño, ya que esto es lo que determinará las limitaciones funcionales en la persona. 

En el ámbito médico y clínico se utilizan varias escalas para medir la gravedad y el resultado del accidente cerebrovascular y establecer un lenguaje común entre profesionales que nos permitan optimizar la transferencia de información. Una de esas escalas es la NISH (Escala de Accidentes Cerebrovasculares del Instituto Nacional) de Salud está nos sirve para clasificar el déficit resultante del daño en: sin déficit, leve, moderado, importante y grave. 

¿Cuánto tiempo puede necesitar un paciente que ha sufrido por ejemplo un ictus leve en recuperarse completamente?

Depende del tipo de afectación y los factores individuales, pero es esperable ver cambios y recuperación funcional tras las 8 a 12 primeras semanas de tratamiento.

¿Un paciente que ha sufrido un ictus puede volver a tener otro?

Sí, el haber sufrido un ictus incrementa las posibilidades de tener otro, por ello es importante reducir y controlar los factores de riesgo también en estas personas. Aquí la rehabilitación es fundamental también, por parte del profesional médico con seguimientos y por parte de los terapeutas generando hábitos de vida activos y saludables que permitan reducir el riesgo. 

¿Se puede conducir, trabajar, hacer deporte… tras sufrir un ictus?

Se deben retomar las rutinas de vida preictus y hobbies cuanto antes. Si no puede ser de la misma manera, buscando las adaptaciones necesarias para que lo permitan. Una de nuestras pacientes, por ejemplo, nos contaba cómo para ella fue un cambio importantísimo el decirse "puedo hacerlo de otra manera” en vez de el “no puedo hacerlo". En ese momento volvió a sentirse dueña de su vida, con retos, hobbies y una vida social muy activa. 

En muchos de los casos es posible retomar la vuelta al trabajo y a la conducción, con adaptaciones o sin ellas siendo unos de los objetivos principales que nos plantean las personas después de haber sufrido un ictus. 

Entonces, ¿la motivación del paciente es importante en este tipo de enfermedad?

La motivación del paciente es fundamental. Que la persona se empodere en su rehabilitación y tome un papel activo es uno de los mayores factores que incrementan el éxito de la terapia. 

Para ello, una vez más, el análisis de cada caso y su individualidad es fundamental. En Neural Intensive incluimos dentro del programa de rehabilitación el trabajo con psicólogos acostumbrados a trabajar con personas en momentos de frustración, incertidumbre o pérdida de motivación ya que estas situaciones normalmente suponen un stop en la terapia y no permiten a la persona fijar y perseguir los objetivos de una manera eficaz. 

¿Y cómo les motiváis para que mejoren de forma rápida y óptima?

Lo primero es escuchar qué es lo que esa persona quiere conseguir, y después dar los apoyos necesarios para acompañarle y guiarle en su proceso, nutriéndose de las herramientas que vaya necesitando a lo largo de este y optimizando los recursos que ponemos a su disposición. En Neural Intensive, todo el equipo tiene una sensibilidad especial con la motivación de las personas y con su estado emocional, siendo algo que es tenido en cuenta en cada sesión de trabajo. Sin motivación no hay rehabilitación o la hay, pero con resultados que estarán por debajo de lo esperado. 

Un paciente en rehabilitación.

Un paciente en rehabilitación. Cedida

¿Cómo y cuándo nace vuestro centro? 

Neural es una de las empresas con mayor bagaje en neurorrehabilitación en España. Fundada en Valencia en 2005 por un paciente que sufrió un Ictus, ha crecido desde entonces hasta convertirse en la mayor red de clínicas de rehabilitación neurológica de España y probablemente de Europa. 

Su actividad, que hasta este año se ha centrado principalmente en toda la Comunidad Valenciana, ha irrumpido este año en Madrid con la apertura de su primer centro de alto rendimiento en neurorrehabilitación y uno de los pocos que hay en Europa. 

Con esta apuesta pretendemos consolidarnos como líderes en neurorrehabilitación, pero sobre todo utilizar nuestra experiencia para aportar mayor valor a las personas que han sufrido un ictus, ofreciendo un recurso innovador y necesario para estas personas.  

¿Y qué es exactamente un centro de neurorrehabilitación de alto rendimiento?

En nuestro centro de alto rendimiento los pacientes trabajan para reaprender y optimizar su funcionamiento motor, sensorial, cognitivo y conductual a través de un entrenamiento de práctica masiva, orientado a objetivos, progresivo de práctica variable y dificultad creciente, específico para tareas y contextos, y en las dosis adecuadas. 

Esto es llevado a cabo bajo un enfoque de alto rendimiento, que no es otra cosa, que la optimización de recursos físicos y técnicos del paciente a través del tratamiento para generar nuevas habilidades. Además, medimos todo lo que hacemos para llevar la rehabilitación a su máximo potencial, sin dejar nada al azar y generando los cambios en un periodo de tiempo lo más corto posible. 

Se trata de ofrecer una terapia intensiva que nos permita acortar por tanto los tiempos de tratamiento, enfocada a los objetivos y necesidades específicas de cada persona optimizando al máximo los recursos para conseguir los mejores beneficios.

Esta optimización de recursos se basa en una metodología viva, en constante actualización y un equipo transdisciplinar, además de la incorporación de las nuevas tecnologías que nos permite trabajar con una dosis e intensidad a la que la terapia convencional no llega.

¿Sois los únicos en España?

No nos gusta la palabra únicos, porque hay centros con propuestas muy interesantes y además no es nuestro objetivo ser únicos, queremos hacerlo muy bien y creo que siempre se puede mejorar y es ahí donde ponemos el foco. Sí creemos que tenemos una metodología diferencial, creada y desarrollada en base al alto rendimiento y trasladada por expertos al ámbito de la lesión medular y el daño cerebral. 

Pensamos que, en base a nuestra experiencia y a la literatura científica, hemos sabido trasladar este concepto de alto rendimiento a la neurorrehabilitación y hay ciertas propuestas metodológicas dentro de nuestro método que nos hacen estar a la vanguardia y ser pioneros en lo que hacemos. 

¿Por qué apostáis por una neurorrehabilitación intensiva pero corta? 

Debemos entender la terapia como una medicina, y como cualquier fármaco la terapia también tiene una dosis adecuada. Por ejemplo, todos entendemos que si tienes un proceso infeccioso necesites un fármaco concreto con una dosis concreta y que si no lo recibes la recuperación no se llevará a cabo o se llevará a cabo de una forma más lenta. 

Pues debemos entender que la terapia funciona igual, debemos dar un entrenamiento suficiente (dosis) para poder conseguir cambios que se traduzcan en mejoras funcionales para las personas. Esta dosis no la entendemos sólo en horas a la semana, si no, en qué intensidad se trabaja en cada sesión. 

Para nosotros es muy importante la monitorización de cada terapia y el registro y posterior análisis de los datos para optimizar las mejoras en cada paciente. A este proceso lo llamamos “Telemetría del paciente” y consiste en recabar todos los datos necesarios de la sesión: intensidad del entrenamiento, costo metabólico, intensidad de esfuerzo percibido, desempeño, satisfacción del paciente y terapeuta, etc, para que después se puedan poner en común en las reuniones de equipo y optimizar los tratamientos.

Esto también nos permite aprender y mejorar con mayor rapidez y eficacia, establecer patrones y poder dar respuestas más efectivas a los pacientes.

Entendemos que 9 meses es un tiempo suficiente para trabajar con esta metodología, tras lo cual la persona pueda recuperar su día a día fuera de la rehabilitación. Aun así, cada caso es estudiado y puesto en común con la persona para buscar la mejor solución.

¿En qué se diferencia vuestro método de otros? ¿Qué valor añadido tiene para que os elijan?

Empezaré diciendo que no somos una clínica de neurorrehabilitación, somos un centro de alto rendimiento para la rehabilitación neurológica de pacientes con ictus y lesión medular. Esto implica que nuestra metodología, la manera en que enfocamos la rehabilitación, el cómo lo hacemos, varía mucho a como se ha estado haciendo hasta ahora. 

Ciencia, evidencia, tecnología, humanismo, telemetría del paciente, los diferentes profesionales que trabajan para los pacientes, son diferenciales a la hora de distinguirnos del resto de centros. 

Hemos llevado el alto rendimiento deportivo a la rehabilitación neurológica, somos expertos en la utilización de la tecnología, contamos con un modelo humanista, instalaciones modernas y acogedoras y una metodología basada en la ciencia y revisada de forma periódica que nos hace diferentes. 

Creemos que los centros tradicionales como los conocemos hasta ahora necesitan sufrir un proceso de transformación para adaptarse a los nuevos paradigmas, y que en el futuro (no muy lejano) la tendencia será centros muy parecidos a los nuestros y recursos destinados a un abordaje crónico de las personas pero que nada tiene que ver con el que se hace en la actualidad. 

¿Qué papel juega la ciencia en vuestra metodología?

Neurorrehabilitación es sinónimo de ciencia, aunque por desgracia aún queda mucho por recorrer en este camino en España.  Para nosotros es fundamental el trabajo según la evidencia científica más actual y es la base de nuestra metodología. Solo dando el rigor que se merece la rehabilitación neurológica podemos no solo conseguir los mejores resultados, sino aportar valor en lo que hacemos. Además, nuestros profesionales se mantienen en constante formación y nutriéndose de la literatura actual para garantizar así la mejor calidad asistencial, siendo necesario estar al día ya que esto es algo vivo y que cambia constantemente. 

¿Cuéntanos cómo es el plan de trabajo?

El plan de trabajo se dibuja a través de los objetivos de la persona. Nos sentamos con ella, y describimos qué cosas quiere conseguir, cuáles son más importantes y seleccionamos las principales. Establecemos un plan de tratamiento adecuado para cada caso que nos permita conseguir estos objetivos y los temporalizamos.

Trabajamos con objetivos funcionales que la persona elige y esto es fundamental para aportar autonomía y motivación en la terapia. Si es la persona la que elige sus objetivos es más probable que al conseguirlos traslademos las mejoras de la clínica a su día a día, consiguiendo así un impacto real en su calidad de vida y aumentamos la dosis. 

En Neural Intensive trabajamos con un equipo transdisciplinar, esto quiere decir que todos los integrantes del equipo: fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, neuropsicólogos, neurólogo, etc, trabajan en la consecución de los objetivos establecidos previamente con las personas de manera transdisciplinar. El abordaje 360º en neurorrehabilitación es fundamental para conseguir un mejor reaprendizaje y lograr objetivos.  

Un hombre en las instalaciones de Neural Intensive.

Un hombre en las instalaciones de Neural Intensive. Cedida

En la próxima década se producirá un aumento del 34% en el número de ictus, un incremento de un 45% de muertes por ictus y un aumento del 25% en el número de supervivientes de ictus con discapacidad en Europa. ¿En vuestros 15 años de vida, estáis comprobando cómo aumentan los casos? ¿Tienen algún denominador común?

Sí, el número de casos ha aumentado mucho, sobre todo lo más destacable en los últimos años es en gente joven. Quizás el denominador común es gente entre los 35 – 65 años que por ser jóvenes no son conscientes de la importancia del control de los factores de riesgo. El estilo de vida actual de las personas, el estrés, los malos hábitos alimenticios y el abuso de alcohol y tabaco, hacen que la edad en la que puedes sufrir un ictus haya descendido. 

¿Qué está aportando la robótica avanzada en la mejora de los pacientes?

La tecnología más avanzada nos permite dar una dosis y repetición suficiente para permitir mejorar el aprendizaje, aumentando la dosis, objetivando lo que hacemos y obteniendo datos más precisos de cómo se está produciendo la rehabilitación. Además, gracias a la tecnología, podemos llegar allí donde la mano humana no llega y podemos gamificar la rehabilitación para hacerla más motivante.   Es importante resaltar que la tecnología por sí sola es una mera herramienta que no rehabilita, debe estar usada por profesionales que la comprendan plenamente y puedan incluirla en sus tratamientos bajo un razonamiento clínico que permita su uso con un fin específico. Una vez más, el diseño y análisis del tratamiento (que lo aporta el equipo experto) son fundamentales y deben ajustarse a las necesidades individuales de la persona. 

Además, las nuevas tecnologías deben apoyarse y combinarse con un entrenamiento conductual y de la actividad que permita extrapolar lo analítico a la función, que permita no solo adquirir componentes si no tener las herramientas para integrarlos en las actividades de la vida diaria pudiendo así mejorar la funcionalidad y la participación de las personas.

Una vez pasados los 9 meses de rehabilitación ¿cómo preparáis al paciente para volver a casa?

Nuestro objetivo es que el paciente deje de venir, por este motivo, queremos que cumpla objetivos que le acerquen cada vez más a no necesitarnos y poder tener una vida lo más independiente posible en su entorno. Este es un trabajo que hacemos desde el principio y que termina el día que termina de trabajar todos los objetivos que tiene. 

El hacer un seguimiento semanal del caso nos permite no dejar para el final nada, sino ir trabajando las necesidades en las etapas naturales, para que todo desemboque en conseguir el máximo potencial de cada persona y generar la autonomía necesaria para que pueda retomar las riendas de su vida. 

¿Qué papel tienen en Neural Intensive los familiares de un paciente con ictus?

Aquí, paciente, familia y terapeutas formamos todos parte del mismo equipo. No entendemos la rehabilitación sin el entorno y la familia es parte fundamental del mismo.  

Las familias y núcleos sociales de la persona son fundamentales para el proceso y por ello, les damos una importancia muy alta, incluyéndolos cuando así lo requiere el objetivo dentro del proceso terapéutico. Esto lo hacemos no generando sobrecarga en los cuidadores principales, si no, intentando todo lo contrario, facilitar en este momento tan delicado toda la información y recursos para hacer más fácil el proceso.

Hemos diseñado además el espacio del centro pensando en las familias, contando con un espacio para ellas, cercano a la sala de terapia en la que podrán, si así lo desean, descansar en un espacio tranquilo pero cercano y abierto a la zona de terapia y seguir de cerca lo que hacemos. Creemos que la transparencia es clave en este tipo de procesos y no hemos encontrado una forma mejor para ser transparentes.  

Contamos también con un espacio en el que puedan teletrabajar, ya que entendemos que la vida no para y tienen que hacer verdaderos malabares para encajarlo todo.

Para terminar, ¿te gustaría dar algún consejo?

Tras sufrir un ictus, recomiendo que acuda a un centro de alto rendimiento especializado, en el cual pueda recibir una terapia intensiva, basada en las mejores evidencias actuales, que disponga de tecnología, un equipo experto, donde el humanismo esté en la base de lo que hacen y donde el verdadero protagonista sea la persona, no los profesionales o la robótica. Y que lo haga cuanto antes, porque el tiempo en neurorrehabilitación, es oro.