Raquel Perera.

Raquel Perera.

Protagonistas

Raquel Perera, expareja de Alejandro Sanz: "Solo sé amar con el corazón y el alma, sin género"

La empresaria conversa con Autoras de palabra con Rosa sobre su libro 'Para que no te olvides' (Espasa, 2023).

7 julio, 2023 02:13

Autoras de palabra con Rosa tiene una cita en casa de Raquel Perera a las afueras de Madrid, lugar donde ha sido invitada y en el que hablarán de su libro Para que no te olvides, publicado por editorial Espasa (2023) dedicado a Dylan y Alma, sus dos hijos, y a todos los niños del mundo.

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Empresaria especializada en Comunicación y Marketing, estudió psicología. Profesión en la que se involucró en época de pandemia, fundando en 2020 'Terapia a un Click', psicoterapia en plataforma digital, cursos y conferencias sobre autocuidado y salud mental.

De piel morena y llanto robusto, acunada por el amor de sus padres, sus dos columnas vertebrales, nacía Raquel Perera Navalón un 23 de marzo. Una niña curiosa, sensible e inquieta de pensamiento. Educada en la responsabilidad de sus decisiones que caminaba con el deseo de transitar otros lugares, impregnada del amor de su familia. Aprendiendo a saber quién era mucho antes de ser madre.

La empresaria Raquel Perera.

La empresaria Raquel Perera.

El nacimiento de Dylan, su primer hijo, le hizo ser la mujer, la madre más feliz en el mundo y al mismo tiempo sentir esa presión en el pecho, ese pellizco que ya no se irá nunca. “Cada vez que les miro a los ojos, veo a todos los niños y es cuando entiendes de qué está hecha la vida”, afirma Raquel.

"Para poder educar a otro, lo primero es conocerse a uno mismo. Reconocerse con todo lo bueno, lo malo y lo peor. Saber los límites de cada uno, cómo reaccionamos ante ciertas cosas, nuestra personalidad, talento, temperamento. Y como padres tenemos que dar ejemplo", nos dice. 

"Aunque la perfección no existe, pero sí eleva el objetivo. Mis hijos me hacen cada día más perfecta", concluye.

Afrontar la vida con valores y autoestima. Dos conceptos poco claros. 

Hablamos muchísimo de autoestima y eso es algo que se tiene que desarrollar por uno mismo. No tanto en amarse, como sí en creer en sí mismo.  

Las posibilidades que crees que tienes de lograr algo. Cuantas más opciones, experiencias tengas, cuanto más esfuerzo le pongas a las cosas, tu miedo baja en la misma proporción que tu autoestima se eleva"¡.

No puedes darle desde pequeño a tus hijos todo. El esfuerzo es imprescindible para la autoestima lo consigan o no.

Estamos sustituyendo los grandes valores por los más chiquitos y son los más anoréxicos. Un valor es aquello que te importa. Y hay que saber optar entre el valor del amor, de la generosidad y del esfuerzo, y escogemos, la comodidad y la inmediatez. 

No creo que se estén perdiendo los valores. Se están perdiendo los grandes valores. 

Educar sabiendo primero quién eres tú. Enseñarles a nuestros hijos que la tristeza y el sufrimiento son parte de la vida.

Perera habla de la conciencia del límite y explica que el ego es nuestro yo. 

Cuando no quieres seguir creciendo y tienes demasiadas reglas, normas, autoengaño, toda una biblioteca de cosas que van en contra de tu madurez. Es ahí cuando tienes que conseguir que tu conciencia esté más elevada para que tu ego esté por debajo de ella. Así serás responsable de tus acciones.

Hay gente que quiere tener la conciencia muy limitante para llevar la razón cuando interesa echándole la culpa a los demás de lo que ocurre.

Rosa Pasa Página.

Rosa Pasa Página.

La autora invita a que nuestros hijos crezcan aprendiendo todo lo que puedan, sabiendo que pueden equivocarse. Que sepan que pueden conseguir todo lo que se propongan pero no podrán tenerlo todo.

Los niños de ahora no saben esperar, en un mundo en el que reina la inmediatez. Raquel les hace pruebas a sus hijos para que sean pacientes porque son incapaces de esperar un minuto para que algo les llegue y eso es muy grave porque en la vida les va a tocar esperar mucho. 

La paciencia es algo que se tiene que ejercitar como un músculo.

Procura no darles respuestas, pero sí que se hagan muchas preguntas y de esta manera que ellos encuentren libremente la suya propia, aunque confiesa, “va a estar bastante impregnada de mi”.

Hay una asignatura pendiente. No se nos enseña a manejar las emociones.

Considera que es la experiencia la que define a las personas, mucho más que el ADN. Porque llega un momento en el que vives experiencias únicas e inéditas y necesitas crecer también cuestionando todo lo que te han dado tus padres, porque has nacido en una era distinta y cada generación cambia.

Raquel les da un único consejo a sus hijos porque todo lo tienen que probar: “No os creáis nada a menos que lo experimentéis por vosotros mismos”.

“Aquí, en el libro, les riego de ciertas opiniones totalmente subjetivas, algunas cosas que tienen base científica pero juego con mis experiencias y el resumen que hago de lo que me ha dado la vida”, afirma la autora.

“Lo tienes todo en tu nombre y en tu sangre, todo para encontrar en el instante justo el rincón exacto donde poder vivir”. Alma. El nombre de mi hija.

Alejandro, su padre, habla mucho del alma.  Es muy recurrente en sus canciones y a mí también me gusta hablar desde el alma. 

La única forma que sé de amar es la que usa el corazón y el alma sin género.

Es importante saber cómo pensar en lugar de qué pensar. Así tendremos una amplia estructura de pensamiento.

A los niños muchas veces les queremos facilitar la vida para que no sufran tan pronto, pero se trata de que sientan la incomodidad que tienen que vivir en función de la edad que tienen. Sus límites. 

Nadie escapa de la ley de la causa y efecto.

Nadie se escapa de ello. Es uno de los grandes principios de la humanidad. Todo es  causa y efecto si pensáramos detenidamente, nos daríamos cuenta de que lo que obtenemos es una causa, y la causa somos nosotros mismos. 

Existen dos realidades: La realidad de cómo es el mundo. Y la de cómo lo percibimos.

La clave de lo que nos pasa. Todas las emociones, sobre todo las negativas. Cuando la realidad de fuera no es lo que nosotros queremos ver y llenamos nuestras mochilas, entre lo heredado y lo aprendido.  Cuando no es como nosotros queremos que sea,  nos enfadamos y echamos la culpa al mundo y nos sentimos infelices y estamos pendientes de que ese mundo nos de algo para calmar nuestra infelicidad, nuestra ira, y eso no va a ocurrir porque el mundo sigue girando y no le importa lo que a tí te pase. 

Entonces hay que entender que no podemos cambiar el mundo pero sí cambiar nuestro estado emocional. 

Cuando más cerca esté el mundo exterior y el nuestro; el interior, mejor viviremos.

Desde que nacemos hasta alcanzar la edad adulta y madura. Pasamos 4 estados:

Reactividad: Reaccionamos a estímulos por pura necesidad. Nuestra mente lo asocia. LLorar-comer-placer. Cambiar la reactividad por la productividad siempre será más positivo

Dependencia. La pataleta y creerse con derecho a tener siempre lo que se desea.

Falsa independencia.

Aparece en la adolescencia cuando crees que eres el dios del Olimpo y tus padres no tienen ni idea. Y te crees capaz de hacerlo todo pero la realidad es que es una falsa independencia porque no tienes ni idea.

Interdependencia. Ser conscientes de que hemos cometido fallos nos anima a seguir luchando para escalar en el bienestar.

Hay que trabajar el potencial humano para entender la naturaleza de las emociones y no reprimirlas.

El tiempo es un bien preciado, es necesario que todo cuanto hagas merezca la pena.

El tiempo es un recurso que se agota. entonces cuando eres consciente de que cada minuto que pasa no vuelve. A mis hijos les digo que tienen que tener muy claro qué quieren hacer con el tiempo y sobre todo que lo utilicen con generosidad y compromiso.

Para que no te olvides Dylan y Alma. Carta a sus dos hijos. En la que ellos reconocen la voz de su madre. Me cuenta emocionada.

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