Una mujer se aplica crema hidratante en la piel quemada por el sol.

Una mujer se aplica crema hidratante en la piel quemada por el sol. iStock

Belleza

Seis mitos extendidos sobre el cuidado de la piel en verano

Cuidar de nuestra piel a diario es vital para gozar de una buena salud y belleza, pero ¿Y en verano? ¿Podemos llevar a cabo todos esos cuidados con normalidad? 

12 agosto, 2022 00:20

Durante el verano, son muchos los españoles que optan por pasar la ola de calor tomando el sol y refrescándose en la piscina o en la playa. Sin embargo, es imprescindible que para ello se utilice una buena crema solar que ofrezca óptimos resultados, sobre todo si lo que queremos es evitar quemaduras, manchas solares o problemas a largo plazo en nuestra piel.

Todo esto, unido a que con los años nuestra piel tiende a perder elasticidad, volumen e hidratación, hace fundamental que dotemos a nuestra epidermis de vitaminas, buenos productos hidratantes y una limpieza adecuada.

Pero, ¿realmente esa rutina de cuidado que seguimos durante todo el año es suficiente durante el verano? La realidad es que existen muchos falsos mitos extendidos sobre el cuidado de la piel en verano. Mitos que conviene desterrar y que te desvelamos a continuación. Toma nota.

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6 mitos extendidos sobre el cuidado de la piel en verano

La piel oscura no necesita de protector solar. Aunque las personas con piel oscura sufran en menor medida los síntomas de las quemaduras solares, esto no significa que la piel no se dañe de igual forma, ya que los rayos ultravioletas no diferencian entre un tipo de piel u otra.

Daños igualmente graves e irreparables en la piel que pueden estar provocados por una falta de protección solar también en este tipo de pieles, por lo que al igual que las pieles más claritas, también necesitan de un correcto cuidado y protección.

Las ventanas y los vidrios protegen de los rayos solares. Aunque este se trate de un mito bastante extendido, la realidad es que los rayos solares sí tienen la capacidad de atravesar el vidrio y provocar daños en la piel.

Y es que, aunque la mayoría de vidrios bloquean los rayos UVB, no bloquean los rayos UVA los cuales penetran de manera profunda en la piel, dañando el colágeno y causando envejecimiento prematuro, arrugas e incluso cáncer. Esto significa que, aunque tu piel no se quemará, sí que puedes llegar a sufrir grandes daños debido a esos rayos.

El protector solar con mayor FPS es siempre el más eficaz. El FPS en un protector solar nos indica el tiempo que podemos estar expuestos al sol sin quemarnos, por lo que este debería ser especialmente alto, sobre todo en pieles más claritas, pero la realidad es que no necesariamente es el indicador de ser el protector más eficaz.

Y es que, según la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), el FPS protege principalmente de los rayos UVB, pero para una protección más profunda es importante que en el envase indique que protege de los UVA y de los IR-A (infrarrojos). Esos tres aspectos en conjunto son los verdaderos indicadores de que hemos elegido un buen protector solar.

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No es necesario proteger los labios del sol en verano. ¿Sabías que si la piel de tus labios se quema por el sol, puede llevar a un daño prolongado? Y es que no solo podría alterar el colágeno provocando que los labios se arruguen, sino que también puede llegar a provocar el desarrollo de queilitis actínica, una afección precancerosa también conocida como labio de granjero.

Esta provoca a menudo sequedad persistente y grietas en los labios, además de arrugas extensas. Así que no olvides aplicar cacao o bálsamo con SPF50 que nutra y repare esta zona.

Todas las cremas son válidas para todas las pieles. Aunque actualmente en el mercado beauty es posible encontrar cremas multiusos que pueden utilizarse de forma indistinta para el rostro y el cuerpo, la realidad es que estas pieles no tienen nada que ver.

De hecho, cada zona de la piel cuenta con unas características diferentes, por lo que no es igual la piel del rostro, que la de las piernas, la de las manos o la de los labios.

Un ejemplo claro de ello es que, por ejemplo, las cremas de sol corporales suelen presentar texturas bastante más densas y untuosas, siendo bastante más nutritivas que otras cremas indicadas, por ejemplo, para el rostro.

Esta es una de las razones por las que aplicarlas en otra área como en el rostro podría acabar por ocasionar problemas como un aumento de la secreción de sebo, aumento del acné, aparición de brillos y obstrucción de poros.

En los días nublados no es necesaria la protección solar. ¿Sabías que el 80% de la radiación ultravioleta puede atravesar las nubes y provocar lesiones en la piel debido a la radiación solar? Esta es una de las principales razones por las que esta afirmación no es correcta, ya que lo que de verdad debe tenerse en cuenta es el índice UV y no la temperatura o lo despejado o nublado que esté ese día que decidamos exponernos al sol.