Un vecino llamando al timbre.

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Interiorismo

La Ley de Propiedad Horizontal lo confirma: "Puedes perder el uso de tu vivienda hasta 3 años por actividades molestas"

Ruidos, actividades insalubres o peligrosas pueden acabar en los tribunales y con una sanción extrema para el propietario.

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La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) en España regula estrictamente la convivencia vecinal y conducta de los propietarios o ocupantes. Según esta ley, no está permitido desarrollar actividades que resulten molestas, insalubres, nocivas o peligrosas dentro del inmueble o en la comunidad.

Cuando estas actividades se repiten de forma habitual y suponen un perjuicio claro para la comunidad, la normativa ofrece herramientas para actuar contra el infractor, incluso si estas acciones afectan al uso de la vivienda.

Por actividades molestas se entienden aquellas que contravienen las normas de convivencia o las disposiciones generales sobre ruidos, olores, acumulación de residuos o usos peligrosos. Estas conductas no solo son desagradables, sino que a menudo vulneran reglamentos administrativos y estatutos comunitarios.

Un administrador de fincas advierte de las consecuencias legales de ignorar las normas de convivencia en una comunidad: “Muchos propietarios no son conscientes de que realizar actividades molestas, insalubres o peligrosas de forma continuada puede acabar en los tribunales.

"Si un juez da la razón a la comunidad, la ley permite retirar el derecho de uso de la vivienda durante un periodo de hasta tres años, aunque el piso sea de tu propiedad. Es una medida extrema, pero existe y se aplica cuando el problema se prolonga en el tiempo”.

En consecuencia, la jurisprudencia y doctrina jurídica exigen que estas molestias superen lo tolerable en una convivencia normal para poder iniciar acciones legales, no bastando hechos aislados sin repetición.

Antes de adoptar sanciones serias, el presidente de la comunidad u otros propietarios pueden requerir por escrito al infractor que cese en la actividad molesta. Este requerimiento debe ser fehaciente, generalmente por burofax, para garantizar su recepción y conocimiento.

Si el propietario o ocupante persiste en sus acciones pese al requerimiento, la comunidad, con el acuerdo de la junta, puede iniciar una acción de cesación judicial para parar la conducta molesta.

Lo importante es prevenir. Los administradores de fincas y juristas recomiendan que las comunidades incluyan en sus estatutos normas claras sobre convivencias y límites aceptables, así como procedimientos internos para gestionar quejas vecinales antes de llegar a los tribunales. Esto agiliza la resolución de conflictos y evita la escalada hacia medidas drásticas.

¿Qué derechos conserva el propietario sancionado? Aunque un propietario pierda temporalmente el uso de su vivienda por orden judicial, no pierde la titularidad legal del inmueble. Sigue siendo el dueño del bien, pero se le impide habitarlo o usarlo durante el tiempo señalado como consecuencia de su comportamiento, con el objetivo de garantizar la convivencia en la comunidad.

En definitiva, la Ley de Propiedad Horizontal no solo regula cuotas o uso de elementos comunes, sino que también protege el derecho a convivencia pacífica. Cuando las actividades de un vecino traspasan esos límites y afectan repetidamente al resto, la normativa permite llegar incluso a la privación temporal del uso de la vivienda, una medida severa pero contemplada para proteger toda la comunidad.