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Estilo de vida

Sara Blanco, 'lifestyle influencer' y madre de artistas: así convive con el Párkinson a sus 91 años

La nonagenaria, madre de las rompedoras Greta y las Garbo, cuenta a magasIN cómo se hizo viral en Instagram, su pasión por la moda y la cocina.

18 febrero, 2023 02:08

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Tras 40 años tomándose con filosofía este trastorno del sistema nervioso para el que de momento no hay cura, si algo queda fuera de duda es que tampoco existen barreras para Sara Blanco (Valladolid, 1932). Y, si alguna vez le acecharon los estereotipos, su respuesta sigue siendo decisiva e inspiradora, no solo para quienes conviven con el Párkinson: "Veo que mis manos se mueven y apenas me ayudan a llevarme la cuchara a la boca, pero eso no me impide seguir luchando, seguir creyendo en mí y seguir soñando". 

En conversación con magasIN, Sara Blanco reconoce que siempre, desde muy niña, quiso volar. Amaba el teatro y quería dirigir sus propias obras. Recuerda que a sus 14 años, desde un pueblecito de Valladolid, le decía a su madre: "Para mí el pueblo más pequeño es Nueva York". "Pues vete, hija, ¡vete!", le respondía su madre. Ahora, al hacer memoria, piensa en alto: "Si te digo que lo he conseguido a los 91 años...". Siempre ha sido una mujer empresaria aunque se considera "madre por encima de todo". Ha tenido varias empresas junto a su marido, porque los de su generación tuvieron que "levantar un país", y aunque algunas de ellas quebrasen, precisamente el amor incondicional por su familia, así como su vitalidad, le hicieron seguir adelante. A esta entrevista se suma su hija Beatriz, que desprende gratitud y profunda admiración tanto por su madre como por su padre: "Supieron levantarse siempre ante la adversidad".

Que Sara no pudiera dedicarse al teatro, como deseaba, no fue óbice para que diera lo mejor de sí misma a sus siete hijos. Con una especial mención a María, Beatriz, Belén y Sara, subraya: "Ellas me cuidan, no me dejan, están atentas a mi medicación y, sobre todo, cuidan de que sea feliz. Son ellas las que me apoyan en esta nueva vida de influencer, contando con energía positiva mi experiencia a todas las generaciones". Se le infla el pecho de orgullo al hablar de ellas: "¿Quién me lo iba a decir? Que ahora son productoras de cine. Beatriz ha estado nominada a los BAFTA como productora de sus películas, ha ganado varios premios en Hollywood produciendo a Spike Lee, trabajando con Jodie Foster, Back Benedict Cumberbatch y otros. Después de haber creado un grupo maravilloso (Greta y los Garbo) se han reinventado".

La 'influencer' nonagenaria Sara Blanco, en su casa de Marbella

La 'influencer' nonagenaria Sara Blanco, en su casa de Marbella EFE

Esa vitalidad, ese "no parar", es su manera de enfrentarse a la vida, y por extensión al Párkinson: una actitud que le ha llevado a emprender nuevos caminos, como cuando empezó a pintar a los 70 años, o se decidió a fabricar chaquetas de lana, aunque cada una le suponga meses de trabajo. A quienes conviven con la enfermedad les dice, claramente, "que no se asusten, que no se queden en casa, que hagan proyectos, ¡que se muevan!". La clave es que la imaginación "no se distraiga con la enfermedad"

Sus comienzos como influencer se sitúan a principios del 2020, cuando fue a visitar a sus hijas a Malibu, en Los Ángeles (Estados Unidos): "¿No dicen que crisis es igual a oportunidad? Pues el coronavirus fue justamente eso para mí. No de morirme, porque con mi edad me hubiera tocado, sino que me sentí más viva que nunca. Estoy agradecida porque fue como una resurrección, como el ave Fénix".

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Pudo probar todos los colores, continúa Sara, cada vez más emocionada: "De ser una mujer mayor con el pelo blanco a transformarme y probar todo lo que significa la moda, porque adoro la moda gracias a Núria Domènech, una grandísima artista, periodista, fotógrafa y escritora en Hola, Vogue, People, íntima amiga de mis hijas que les dio la idea de abrir mi cuenta de Instagram. Siempre le estaré agradecida: ahora es nuestro ángel de la guarda". 

La 'influencer' nonagenaria Sara Blanco posa para una foto

La 'influencer' nonagenaria Sara Blanco posa para una foto Beatriz Levin

De forma que allí idearon Sara is in the Kitchen (Sara está en la cocina), donde enseña en directo recetas de cocina mediterránea y a la que ha ido incorporando su pasión por la moda y algún que otro truco de belleza. Con la energía que desprende, su cabello azul verdoso y sus uñas turquesa, no es de extrañar que haya reunido más de 150.000 seguidores de ambos lados del Atlántico que encuentran en su perfil un lugar donde inspirarse y aprender a tomarse la vida con filosofía.

Lo principal, lo que no podemos permitirnos, advierte la experimentada influencer, es perder la esperanza. Así, a punto de cumplir 92 años, está inmersa en un nuevo proyecto: publicar un libro de recetas de cocina mediterránea y castellanatan aclamada en EEUU

Sara Blanco, embajadora de la gastronomía española

El plato estrella que encandiló a media ciudad de Los Ángeles fueron sus sopas de ajo, el preferido de su hija Beatriz Levin, elaborado a base de un alimento extremadamente rico en propiedades antibacterianas, antivíricas y que estimula del sistema inmune. No por nada se ha empleado como medicina a lo largo de la historia antigua y moderna. Quizás esos elementos tuvieron algo que ver en la popularidad de Sara Blanco nada más comenzar la pandemia, porque venía a aportar una receta típica castellana, muy sabrosa y especialmente saludable en un momento clave para pensar los autocuidados.

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"Mi alma de empresaria no se para, sigo haciendo proyectos", destaca Sara, ahora inmersa en su primer libro de cocina a nivel internacional: "En él voy a plasmar las recetas mediterráneas castellanas con las que he crecido desde que nací, en 1932".

Su pasión por la moda

Si hay que adorar una firma, ella se decanta por Coco Chanel, leyenda de la historia de la moda, y le siguen PertegazRalph Lauren o Yves Saint Laurent.

La 'influencer' nonagenaria Sara Blanco, en su casa de Marbella

La 'influencer' nonagenaria Sara Blanco, en su casa de Marbella EFE

Aunque, de todas formas, aprecia que haya tantas marcas españolas y tan estilosas para elegir, como Zara, Bershka o Stradivarius: "¡Toda la saga de Inditex me encanta!".

¿Lo más valioso? Aquello que ni se compra ni se vende

Se transmite de generación en generación: hablamos de los valores que Sara Blanco ha inculcado a sus hijas. Se criaron en Valladolid, en un entorno marcado por lo mejor de la música negra, entre las imponentes voces de Diana Ross o Aretha Franklin. Un estilo que dejó impronta. Buena muestra de ello fue que, en 1989, Beatriz como solista y Sara y Belén en los coros, formaron la banda Greta y los Garbo junto al teclista Nacho Melody.

Con sus letras en castellano y canciones como Hay noches que sueño Vuelvo a tiresignificaron el soul y el funky, forjando al mismo tiempo una identidad inconfundible durante años en el panorama musical español hasta su disolución en 2002. 

Beatriz Levin, hoy célebre productora de cine y la menor de siete hermanos, describe a su madre como el "fiel reflejo de una mujer decidida, una fuerza tranquila y llena de actitud". Recuerda que su madre temía "caer con la pandemia por línea de edad", y que fue entonces cuando una de sus mejores amigas, Núria Domènech, tuvo la gran idea de crearle la cuenta y nombrarla Sara is in the Kitchen: "Vas a ver que le va a cambiar la vida". Y aún hoy lleva razón "aunque desgraciadamente no esté ya con nosotras", sostiene Beatriz: "Sé que de alguna forma ella está desde otra dimensión ayudando a nuestra madre".

Disciplina y respeto "son los valores más importantes que nos ha inculcado", dice Beatriz, madre de dos hermosas niñas, "el mayor regalo". Ella trabaja detrás de la cámara produciendo cine junto a su esposo Lloyd Levin, con el que aprende cada día, como también lo hace con su hermana Belén, que se encuentra impartiendo un taller en la Escuela Internacional de Cine y TV de Cuba: "Es una directora de cine increíble".

Definir el buen gusto no es cosa sencilla, aunque intuitivamente se puede describir como la capacidad de sentir y apreciar la belleza. Este talento parece recorrer las venas de toda esta familia, desde "la calidad musical y cultural" que aportó su padre a la habilidad innata de su madre para reinventarse en busca de la felicidad.