Tamzin Townsend en la portada de 'Un dios salvaje'.

Tamzin Townsend en la portada de 'Un dios salvaje'. Cedida

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Tamzin Townsend presenta 'Un dios salvaje' y revela cómo su experiencia teatral impulsa el liderazgo empresarial

En la Comunidad de Magas estamos sorteando una entrada doble para que nuestras lectoras puedan verlo en persona.

Más información: Te invitamos a disfrutar de la comedia 'Un Dios Salvaje' en el Teatro Alcázar de Madrid

Lola Cuevas
Publicada

Tamzin Townsend, directora de teatro y coach de comunicación, acaba de lanzar su última obra de teatro, Un dios salvaje. Y, a través de ella, revela una visión profunda sobre la forma de conectar con los demás en cualquier ámbito.

Además, tenemos una buena noticia, en la Comunidad de Magas sorteamos una invitación doble, para que una de nuestras lectoras pueda disfrutar de toda la emoción de esta función.

[Te invitamos a disfrutar de la comedia 'Un Dios Salvaje' en el Teatro Alcázar de Madrid]

Eres directora de teatro y tienes una empresa de formación de directivos: ¿cómo se encaja eso? Parecen a priori dos sectores completamente distintos.

Así parece. Pero te adelanto que no son tan diferentes. Hay que pensar en que en ambos mundos el protagonista, ya sea actor o directivo, tiene que comunicarse creando un impacto en su público. Están expuestos a la mirada y escrutinio ajeno mientras realizan su discurso, es parte de su trabajo.

¿Qué puede enseñar una directora de teatro a una directiva?

Conozco la importancia del ensayo. Las cosas no salen bien si no entrenas. Cuando trabajo con gente del mundo empresarial practicamos mucho. Hablamos de cuál es el impacto al que quieren llegar y cómo podemos conseguirlo.

Y con ellos trabajo mucho con la voz y el lenguaje corporal porque suelen estar muy pendientes del contenido y de cómo transmitir el mensaje para que sea auténtico y creíble. Es esencial generar confianza, credibilidad y claridad.

¿Cómo se define Tamzin Townsend como directora y como coach de comunicación? ¿Si tuvieras que quedarte con una de las dos facetas, con cuál sería?

Como directora de teatro, creo en los actores, estoy enamorada de ellos y confío al 100%. Tienen que sentirse libres y empoderados. Yo estoy allí para sacar lo mejor de ellos y hacer que la obra funcione delante de un público.

Como asistente comunicacional es un proceso similar, respeto mucho a los ejecutivos con los que trabajo. Aprecio mucho su valor para buscar nuevas formas de comunicarse y mi labor es motivarles y ayudarles a encontrarlas.

La verdad que las dos facetas me encantan, porque adoro trabajar con las personas y aprendo mucho de ellas. Me considero muy afortunada de poder trabajar en dos cosas que me apasionan.

Naciste en Reino Unido y actualmente eres, sin duda, de las directoras de teatro más reconocidas de España ¿Cómo se llega a la fama en este país? ¿Cuál ha sido la pieza clave de tu éxito?

Yo estudié dirección teatral en la Universidad de Kent. Tenía muy claro desde niña que quería ser la persona que creara el espectáculo, de hecho, nunca me planteé ser actriz.

La razón por la que mi destino acabó aquí es que vine a España siguiendo un amor, cuando llegué el amor se fue, pero yo me quedé.

Era el año 1992, entonces vivía en Barcelona y se respiraba en la ciudad una sensación de que todo era posible. Era un momento de máxima creatividad colectiva. Y en un pequeño instante y con mucha suerte me caía la posibilidad a dirigir una obra en catalán, me lancé a ello y tuve éxito.

Pero para mí, sin duda, la clave del éxito está en la resiliencia, y obviamente ser un apasionado de lo que haces.

¿Qué es lo que sientes minutos antes de que comience una función? ¿Siempre se siente ese nerviosismo?

Hasta el día del estreno sí hay nervios. La incertidumbre ante la respuesta del público es difícil de encarar si no existen. Pero una vez ya he visto la respuesta tras la primera función, tengo plena confianza en los actores y en el resultado.

Después del estreno voy a la obra y me pongo entre el público y lo veo como si yo fuera una persona pagando una entrada, observo lo que va bien y lo que falla.

Así tengo la posibilidad de rectificar con los actores. Para mí es esencial ver la obra con los ojos del público, tanto en mi faceta de directora como en la de preparadora.

¿Tu faceta como coach ha jugado un papel importante en el teatro?

Sí. La formación como asesora incluye estudios de comportamiento y neurociencia, los cuales me han permitido conocer mejor las personas y dotarme de mucha más paciencia y empatía ante mis actores.

Entender qué es lo que motiva a alguien ayuda a crear un lazo emocional con ella. Esto me hace trabajar desde la empatía y el conocimiento. Cada uno es distinto, y he de tratar con cada individuo de forma muy personal.

¿Con qué titular definirías Un dios salvaje?

Una comedia negra, inteligente que te hace reír, pero también pensar.

¿Tienes algún personaje o escena favorita (sin hacer spoilers)?

Me encantan todas. Pero si tuviera que escoger una, la escena en que están los cuatro en el sofá, bebiendo ron y sin saber qué decir, siempre me hace reír.

¿Qué tiene de especial Un dios salvaje? ¿Qué le hace diferente de otras obras?

Es una obra en la que, pese a ser del género de la comedia, paradójicamente, explora cuestiones de la ética y la violencia en la educación.

Si quieres ver la obra en persona en la Comunidad de Magas estamos sorteando una entrada doble para asistir al espectáculo ¡Ir al teatro nunca había sido tan fácil!