Ana Jiménez con su perro.

Ana Jiménez con su perro. Ana Jiménez

Mascotario

Una educadora revela el mejor juego de olfato para tu perro: "Estás potenciando su capacidad sensorial"

El olfato es su manera de ver el mundo, entender las emociones de los otros seres vivos y relajar su sistema nervioso.

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"Mientras nosotros vemos el mundo, los perros lo huelen", afirma Ana Jiménez Luengo, educadora canina y fundadora de Miperrobusca. El olfato es su manera de leer lo que ocurre a su alrededor, de identificar a otros de su especie, de saber quién pasó antes por la calle o incluso cómo se sienten los humanos.

No es solo un sentido más: es su manera principal de ver el mundo. Estimularlo no solo lo entretiene, sino que lo calma, lo equilibra y lo ayuda en su bienestar. Por esto, incorporar actividades olfativas en la rutina diaria de tu can tiene un impacto enorme en su bienestar.

Beneficios de estimular el olfato

Al ofrecerle juegos de olfato, no solo satisfaces una necesidad básica de su especie, sino que también le ayudas a reducir el estrés, a gestionar mejor sus emociones y a encontrar un estado más equilibrado después de un día intenso.

Estas actividades aumentan su concentración, refuerzan la confianza y la seguridad en sí mismo, lo calman cuando lo necesita y favorecen una autoestima más sólida. Además, resultan muy útiles en terapias de conducta relacionadas con la reactividad, la agresividad o la ansiedad por separación.

Ana Jiménez con sus compañeras trabajando.

Ana Jiménez con sus compañeras trabajando. Ana Jiménez

"Y, por si fuera poco, fortalece el vínculo contigo: los juegos no solo entretienen, también crean momentos compartidos de conexión, confianza y disfrute".

Además, estos entretenimientos son sencillos y seguros. Son una oportunidad maravillosa de incluir a los más peques de la casa en la educación de sus canes.

Algunas ideas fáciles

Lo bonito de los juegos de olfato es que son sencillos y seguros. Incluso los más pequeños de la casa pueden participar y sentirse parte del aprendizaje y la diversión del perro. Y lo mejor de todo es que no necesitas grandes materiales ni mucho tiempo.

Con apenas unos minutos y algo tan simple como comida, una caja de cartón o un rincón escondido, puedes cambiar el día a tu compañero. Aquí tienes algunas ideas fáciles recomendadas por la educadora.

1. Siembra de olfato: esparce trocitos de comida por el suelo del salón o del jardín. Tu perro se entretendrá buscándolos uno a uno. Y un secreto: si apagas las luces y los busca a ciegas, estás potenciando su capacidad exponencialmente.

2. Olfato en altura: esconde premios en diferentes rincones de casa o del parque y deja que los descubra (encima de estanterías y otros muebles, muros, bancos, poyetes…). Puedes empezar con un nivel fácil y complicarlo poco a poco.

3. La caja de Diógenes: mete premios en una caja de cartón llena de objetos (juguetes, papeles arrugados...). Tu perro tendrá que buscar con el olfato, esforzándose en conseguir su recompensa.

4. Olfato acuático: para los meses calurosos, lanza trozos de comida en su piscina para que explore bajo el agua y, de paso, pierda el miedo al agua.

5. Escondite humano: juega a ocultarte tú mismo y deja que te encuentre siguiendo tu rastro. ¡Les encanta!

La clave es aumentar poco a poco la dificultad, siempre observando cómo responde tu perro: si lo ves concentrado y divertido, el juego cumple su función; si lo notas ansioso o frustrado, conviene simplificarlo. El objetivo no es agobiar, sino ofrecerle una experiencia positiva y enriquecedora.

Con el tiempo, siempre podrás subir de nivel y experimentar con actividades más complejas. Por ejemplo, el mantrailing o la detección de sustancias, que no son un privilegio de los perros policía: cualquiera puede desarrollarlas, porque en su nariz también hay un superpoder.

Mientras tanto, incluso en los paseos cotidianos, basta con permitirle que huela libremente sin tirar de la correa ni apresurarlo. Para él, detenerse en cada rastro es tan valioso como andar.

15 minutos al día

Si casi la mitad de su cerebro está dedicada al olfato, está claro que no podemos seguir ignorando esta necesidad. No es un entretenimiento opcional, es tan importante como la comida, el paseo o el descanso.

"La próxima vez que salgas a pasear, no tengas prisa. Permítele que huela, que investigue, que se tome su tiempo. Y en casa, dedica un tiempo a prepararle un juego de olfato. Dejémosle ser, verás cómo cambia su actitud".

Con tan solo 15 minutos al día de este tipo de juegos, tu perro puede estar más relajado, más satisfecho y, en definitiva, más feliz.