Jeannette Kok, experta en zoofarmacognosis aplicada a los animales.

Jeannette Kok, experta en zoofarmacognosis aplicada a los animales. Jeannette Kok

Mascotario

Jeannette Kok y el uso de la aromaterapia con los animales: "Se acercan a los aceites esenciales que necesitan"

La experta en zofarmacognosis aplicada a animales se dedica a la parte psicoemocional para tratar problemas de comportamiento.

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"Siempre he sentido que los animales merecen ser escuchados y tener nuestra compasión y empatía", afirma Jeannette Kok (Oudewater, Holanda, 1956), experta en zofarmacognosis aplicada a animales.

Este método permite que las mascotas elijan libremente aceites esenciales y hierbas secas para su automedicación emocional y física. "Hoy en día los animales no tienen una forma de vivir acorde con su naturaleza", sostiene.

Por esto, según ella, se crean tantos problemas, por no respetar la libertad del animal. Aun así, no han perdido esa capacidad de saber seleccionar las hierbas que necesitan para volver al bienestar.

Jeannette se dedica a la parte psicoemocional del animal que ocasiona problemas de comportamiento. "Los aceites esenciales entran en el sistema límbico a través de las diferentes glándulas, una serie de hormonas que van a producir un bienestar en el organismo".

El jazmín, por ejemplo, es un afrodisíaco, porque lo que segrega el cerebro son endorfinas, la hormona del bienestar. "Lo llamamos también el 'abrazado embotellado', porque es la sensación que te da cuando inhalas el jazmín, siempre y cuando tú lo necesitas".

Un salón de belleza

Desde hace más de 40 años, Jeannette vive en un pequeño pueblo de Mallorca, donde ha desarrollado una trayectoria profesional tan singular como apasionante. Su carrera comenzó muy lejos del mundo animal: durante casi 25 años llevó un salón de belleza en la isla.

Allí, más allá de los cuidados estéticos, empezó a observar los efectos de la aromaterapia en un nivel más profundo. Como ella recuerda, sus "herramientas principales eran los aceites esenciales".

Un caballo acercándose a un aceite esencial.

Un caballo acercándose a un aceite esencial. Jeannette Kok

En su trabajo diario, Jeannette notaba que las clientas se sentían mejor emocionalmente al recibir tratamientos con aceites. Esto la llevó a profundizar en la psicoaromaterapia.

Fascinada, se especializó en cómo los aromas actúan sobre la mente y las emociones, e incluso comenzó a impartir formación en una empresa pionera en aromaterapia en España hace ya 25 años.

Una nueva oportunidad

Jeannette siempre fue una gran apasionada de los animales. Con perros, caballos y gatos propios, no dudaba en recurrir a la aromaterapia cada vez que sus compañeros presentaban algún problema.

De hecho, su veterinaria solía decirle en tono de broma: "Tú aquí solamente vienes para el diagnóstico y después tú en tu casa lo arreglas a tu manera". Jeannette le preguntaba cuánto tiempo le daba para intentar solucionar el problema y superada la fecha límite, si no podía resolverlo sola, volvía para la consulta convencional.

Con el paso del tiempo, sin embargo, las dolencias físicas por los años de trabajo manual en el salón la obligaron a replantearse el futuro. La idea de dejar la aromaterapia la entristecía, pero encontró una nueva oportunidad: aplicarla en el ámbito animal, uniendo sus dos pasiones.

Caroline Ingraham

En su búsqueda, conoció a la investigadora Caroline Ingraham, creadora del método de la zofarmacognosis aplicada. "Se trata de una ciencia que se dedica a la observación de los animales que viven en libertad y cómo se automedican con las plantas y las hierbas medicinales que se encuentran en su entorno".

Cuando el año pasado, se difundió por Instagram el vídeo de un orangután indonesio aplicándose hojas manchadas en la cara porque tenía heridas graves, Jeannette no dudó: eso era. "Los animales se han automedicado desde siempre de manera natural".

El método de Ingraham busca que animales domésticos y en cautividad tengan también esa posibilidad de autocuración.

Acompañarlos en su autocuración

Hoy, Jeannette se centra en la parte psicoemocional de los animales, atendiendo sobre todo problemas de comportamiento. "Hay que saber valorar muy bien cuando es el momento de ir al veterinario primero y luego abordar el problema desde otro punto de vista".

Hace poco trató el caso de un perro que convivía con una pareja, pero en cuanto la mujer se quedó embarazada, el marido decidió, por cuestiones de "higiene", mudarlo a la terraza.

El estrés y la ansiedad fueron tan grandes, que empezó a ladrar constantemente. Lo alejaron aún más de la casa, atado en el patio, pero el problema solamente aumentó. Entonces, decidieron ponerle un collar de descarga.

Una mujer se enteró del caso y pidió a la pareja llevárselo. El animal se fue con ella a una casa con jardín amplio y otros dos perros. "Él ya había entrado en loop de ladrar sin parar, y los otros dos, que eran muy tranquilos, empezaron a coger ese hábito".

Un perro en una sesión de aromaterapia con aceite esenciales.

Un perro en una sesión de aromaterapia con aceite esenciales. Jeannette Kok

Fue así como ese caso llegó a las manos de Jeannette. "Tardé 40 minutos en tranquilizarlo, empezó a conectar con los aceites que había elegido inmediatamente y terminamos la sesión a cabo de una hora y cuarto".

Volvieron a repetir, una vez más, la práctica y al cabo de unos días el problema estaba resuelto. "Nunca me habría imaginado solucionar esa situación tan rápidamente".

Una libre elección

El principio central de su práctica es la libre elección del animal. Jeannette no impone remedios, sino que los ofrece y observa cuál selecciona el propio animal. "Un animal nunca se acerca a un aceite esencial para curiosear. Él ya sabe", asegura.

En cada sesión, Jeannette llega con una maleta de aceites y remedios. Selecciona opciones según la naturaleza del problema. Existen más de 50 aceites que trabajan a nivel físico o emocional. Angélica, manzanilla romana, lavanda, bergamota, rosa, jazmín. Cada uno tiene su función.

"Tienes que ir observando al animal para ver a qué responde". El animal se acerca si quiere y toma contacto con lo que necesita. "Conectan con la composición bioquímica del aceite, no con el aroma".

Si está interactuando, puede relamerse, bajar la mirada o incluso lamerse las patas. "Nosotros acompañamos, no hacemos mucho más". Es un trabajo muy delicado, de observación y respeto.

La hierba gatera

En los últimos 15 años, Jeannette ha sido pionera en difundir esta práctica en España. Ha trabajado con perros, caballos, cabras e incluso un león marino. Con gatos ofrece una atención especial, ya que muchos aceites son tóxicos para ellos.

Un gato al lado de aceite esenciales.

Un gato al lado de aceite esenciales. Jeannette Kok

En esos casos recurre a hierbas secas como la valeriana o la nepeta cataria, que los felinos utilizan de forma segura y en la justa medida. Para los que están todo el tiempo encerrados en casa, un puñado de hierba gatera a la semana es un remedio contra la soledad.

Fundó su propia academia virtual, Aromatics for Animals, donde imparte talleres y cursos en los que participan incluso veterinarios holísticos. También colabora con veterinarios de la isla, entre ellos un dermatólogo que la deriva pacientes para localizar dónde está el origen del problema.

Aunque reconoce que aún existe cierta incredulidad en torno a estas prácticas, Jeannette explica que la barrera principal es el desconocimiento y la búsqueda de resultados inmediatos en la sociedad actual.