Cartel de Previsión Médica

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Salud

Incentivos o cómo mejorar la productividad de los empleados

Los incentivos ya son una herramienta esencial para las empresas que buscan mejorar la productividad de su plantilla. Pero, ¿qué incentivos están más valorados por los empleados y ofrecen mejores resultados para las organizaciones?

5 julio, 2023 05:00

Las políticas de incentivos empresariales se basan en ofrecer recompensas o beneficios que van más allá del pago del salario. Estos incentivos consiguen mejorar la productividad de los empleados, ya que fomentan la motivación, la optimización en el desarrollo de las funciones de cada puesto de trabajo y el establecimiento de una relación positiva con la organización donde trabajan. De hecho, durante años, se ha comprobado cómo estas medidas no sólo tienen resultados a nivel de productividad, sino que son muy relevantes a la hora de formar la percepción de en una compañía por parte de los trabajadores, los cual es determinante para escoger trabajar en una empresa u otra. Así, un programa de incentivos que sea efectivo es una fuente de rentabilidad para la empresa, además de una inversión en clima laboral, estabilidad y atracción y retención del talento.

Para desarrollar uno de estos programas, las empresas pueden escoger entre distintos tipos de incentivos. Sin embargo, esta elección no puede ser aleatoria, sino que se debe basar en los estudios y estadísticas que determinan qué incentivos son más valiosos para los trabajadores, y de eso precisamente lo que vamos a abordar a continuación.

Antes de entrar en materia, se debe saber que los incentivos pueden tomar muchas formas. Algunos pueden ser de carácter económico y estar ligados a la finalización de un proyecto, por ejemplo. Otros, pueden ser de carácter no económico y formar parte de las condiciones laborales de la empresa, como la flexibilidad horaria. Sin embargo, uno de los incentivos más valorados por los trabajadores no se encuentra en ninguna de estas categorías, sino que forma parte de la llamada “retribución en especie”, que permite al empleado disfrutar de un bien o servicio a cuenta de la empresa. Este incentivo no es otro que el acceso a un seguro médico privado.

Es importante recordar que las retribuciones en especie cuentan con una particularidad que es a su vez una ventaja: implican beneficios fiscales. En el caso del seguro médico, estos beneficios son bilaterales, pues se perciben tanto por parte del empleado como del empleador. Concretamente, para el empleado esto se debe a que un seguro privado que forma parte de un pago en especie, aporta beneficios fiscales a los cuales no se tiene acceso en caso de una contratación particular de la póliza. Por su parte, la empresa también puede disfrutar de deducciones fiscales por cada empleado que forme parte de esta retribución.

Además de esta característica propia del pago en especies, se ha comprobado cómo los incentivos otorgados por esta vía retributiva generan beneficios gracias a que ayudan a construir un vínculo positivo entre empresas y empleados, lo que redunda en una mayor productividad, compromiso y fidelización del talento. 

Esta suma de atractivos ha provocado que el uso de la retribución en especie sea cada vez con más frecuencia una de las medidas centrales de los planes de incentivos de organizaciones de todos los sectores, así como un medio de atracción de nuevo talento y de fidelización del mismo. Esta hace referencia a cómo la presencia de un seguro médico no sólo supone un importante plus a la hora de valorar entrar a trabajar en una compañía, sino que, una vez que se obtiene dicho incentivo, se fomenta el establecimiento de una relación laboral firme y duradera.

Tal y como muestra el último estudio de Mercer Marsh Benefits del pasado año 2022, el 84% de las empresas españolas sabe que contar con un plan de beneficios o incentivos es fundamental para generar estas relaciones, siendo el bienestar mental y físico y la conciliación las categorías más valoradas, de las cuales, el seguro médico es la medida más elegida para dar respuesta a la primera de ellas. Pero, ¿qué es lo que hace que el seguro médico obtenga este lugar preferente entre los incentivos a implementar en las empresas españolas?

Antes de responder a esta cuestión, debemos saber que, dentro de las categorías de incentivos, el seguro médico se considera un incentivo de servicio. Esto significa que lo que se obtiene es el acceso a las prestaciones de un sector, en este caso, a la atención sanitaria que se precise, a través de las condiciones de una aseguradora que ofrezca seguros colectivos para empresas, como es el caso de Previsión Médica en Málaga y Córdoba, cuyos expertos nos cuentan qué es lo que hace del seguro médico un beneficio tan cotizado.

En primer lugar, podemos mencionar la agilidad del sistema médico privado. Frente a largos tiempos y listas de espera que no favorecen ni al empleado en caso de enfermedad, ni a la empresa, el acceso inmediato que garantiza la cobertura privada se vuelve una fuente de valor para ambas partes, ofreciendo una respuesta rápida y eficaz, y disminuyendo el absentismo.

Por otro lado, los empleados también valoran muy positivamente la atención personalizada que aporta el sector privado, permitiendo escoger al especialista que se prefiera y facilitando obtener una segunda opinión. Todo ello sin mencionar que el coste del seguro mejora respecto a una póliza particular.

Pero no se debe olvidar lo más importante: un seguro médico es una garantía en favor de la salud, uno de los valores esenciales de la calidad de vida. Por tanto, una empresa que ofrece este tipo de incentivo se percibe como una empresa que se preocupa por el bienestar de sus trabajadores en un área que va más allá de lo estrictamente laboral, es decir, que vela por su bienestar en un sentido global. Ante esta perspectiva, no es de extrañar que la inclusión de un seguro médico sea una apuesta segura en una política de incentivos, ¿verdad?