Pablo y Paula, en la pedida.

Pablo y Paula, en la pedida. unicajacb

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La historia tras la pedida de matrimonio en el Martín Carpena: el Unicaja siempre fue parte de su amor

Paula y Pablo se conocieron en el instituto, pero vieron cómo su historia romántica iba naciendo cuando ambos se hicieron voluntarios del club cajista.

18 diciembre, 2023 05:00

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Pablo y Paula se conocieron en un instituto de la barriada malagueña de Huelin. Ella es un año mayor que él, tiene 26, y fue quien le vendió los libros de primero de Bachillerato. Paula no se imaginaría que aquel comprador acabaría siendo el amor de su vida y hasta su prometido nueve años más tarde. Este sábado, Pablo le pidió matrimonio a Paula con el Martín Carpena de testigo en el encuentro entre el Unicaja de Málaga y el Covirán Granada.

Después de aquella venta, la pareja comenzó a hablar cada vez más y el amor fue surgiendo. Ambos se dieron cuenta de que tenían una pasión compartida: el baloncesto, y más concretamente el Unicaja de Málaga. Es por ello por lo que decidieron apuntarse como voluntarios al club. "Nos tiramos cinco años de voluntarios dentro del Unicaja. Fue ahí cuando empezamos a estar juntos oficialmente. Empezamos la relación el 3 de diciembre de 2014... Hasta el día de hoy, y espero que por siempre", dice, con risa nerviosa, Pablo.

Juntos se han "tragado" todos los partidos del club que ambos adoran, desde los épicos hasta los más malos y dolorosos. "El Unicaja ha sido nuestro punto de unión", explica el joven.

Una imagen de Paula y Pablo durante el voluntariado.

Una imagen de Paula y Pablo durante el voluntariado. Cedida

Este sábado, Paula salía al parqué del Martín Carpena entre el primer y el segundo cuarto del partido del Unicaja de Málaga y el Covirán Granada. Tenía los ojos vendados y creía que iba a ser víctima de uno de los juegos que suele organizar el club en los ratos muertos de los partidos con algunos aficionados.

Salió con los ojos vendados y una pelota. Supuestamente tenía que encestar un tiro libre sin visión para llevarse un obsequio. Lo que no sabía es que detrás estaba su pareja esperándole con un ramo de rosas y un micrófono. Nervioso, le temblaban las manos, Pablo le dijo a su novia que la amaba y delante de más de diez mil personas, hincó rodilla para pedirle matrimonio, mientras que ella decía, asombrada: "Pablo, te mato". "Estaba en shock, después fue consciente de lo que acababa de ocurrir", dice más tranquilo el novio entre risas después de que la joven le dijera que sí.

¿Y cómo logró esta hazaña Pablo? Según explica, todo comenzó a fraguarse hace algo más de dos meses. Su fisioterapeuta estuvo trabajando en el Unicaja en su día y su ayuda fue fundamental para ponerse en contacto con el departamento de márquetin del club verdimorado.

"Tuve dos o tres reuniones con ellos. Quería hacerlo en este partido porque ella estuvo dos años trabajando de enfermera en Granada y era especial. En principio, me dijeron que no, que era precipitado y había otras peticiones, pero me lo han puesto súper fácil y al final pudimos hacerlo. Me han ayudado mucho", dice agradecido el cajista.

De inicio, su idea era vestirse de Chicui y sorprender a su novia quitándose la cabeza y, posteriormente, hincando rodilla, pero el club declinó la propuesta para evitar que los más pequeños de la casa sufrieran ese "trauma". "Al final me dijeron la idea de los tiros libres a ciegas, me pareció bien, y fuimos aportando detalles como la música que queríamos, etc. A mí todo me ha parecido muy bien, estoy muy contento", expresa.

Lo curioso es que ella siempre quiso una pedida en casa, casual e íntima. "Íntima, lo que se dice íntima no ha sido, pero después del partido fuimos a un restaurante con la familia para celebrarlo de una manera más personal. Hubo de todo", dice el joven entre risas. La boda, en principio, será el 3 de mayo de 2025, y todo apunta a que durante la celebración habrá algún guiño al Unicaja. "He sido jugador de baloncesto 15 años, a día de hoy soy árbitro... El baloncesto ha sido muy importante en mi vida y seguro que algo habrá", zanja. ¡Felicidades, pareja!