Pasarela sobre el río Guadalhorce.
Málaga explora el tesoro oculto del río Guadalhorce: activa la cuenta atrás para estudiar su acuífero subterráneo
El Ayuntamiento encarga a la Universidad de Málaga un análisis en profundidad del acuífero del tramo final del río Guadalhorce, con el objetivo de garantizar recursos alternativos a los embalses.
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El Ayuntamiento de Málaga pone en marcha la cuenta atrás para que, en el plazo de dos años y medio, pueda tener sobre su mesa un estudio exhaustivo y profundo sobre el acuífero subterráneo situado en el tramo final del río Guadalhorce.
Tras adjudicar este servicio a la Universidad de Málaga el pasado 9 de septiembre, este jueves ha formalizado el contrato, lo que permite avanzar en la elaboración de un trabajo que se antoja clave.
El objetivo marcado por la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) es el de tener una estimación aproximada de los recursos hídricos existentes para abastecimiento urbano en esta bolsa soterrada.
Con ello, se podrá establecer un plan de seguimiento y control del mismo para la extracción del agua de la red de pozos distribuidos por la zona, que se reforzará en los próximos meses con la puesta en marcha de una serie de pozos de titularidad municipal en el marco de la planificación prevista con la Junta de Andalucía.
De acuerdo con las condiciones de la propuesta elegida, el plazo de elaboración de los trabajos es de 30 meses (se espera para el primer semestre de 2028), con un coste de 270.180,9 euros (IVA incluido).
Desde la empresa municipal ya explicaron que esta monitorización se acometerá en paralelo a la entrada en servicio de los pozos de Perales y Puente del Rey, que estaban en desuso, y que se incorporarán a los de Aljaima y Fahala que se han venido activando de forma progresiva desde junio de 2023.
Según los aforos realizados, la previsión es que el conjunto de estas infraestructuras pueda suministrar un caudal de unos 800 litros por segundo, lo que supone prácticamente la mitad del agua que Emasa distribuye de media a toda la ciudad.
Estos aportes permitirán disponer de unos recursos alternativos a los embalses. En este sentido, el mayor aprovechamiento de aguas subterráneas de los pozos de Fahala y Aljaima, junto al de las aguas superficiales captadas en el azud de Aljaima, posibilitó que la ciudad consumiese un tercio menos de agua procedente de las presas (39,1 hectómetros cúbicos en 2024 frente a los 58,4 utilizados en 2023).