Manuela, dueña de Modas Ricardo.
Una dependienta de Málaga, alto y claro sobre el comercio: "No quiero esto para mis hijos"
Para este comercio, el principal problema del casco histórico es la gran cantidad de franquicias.
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Modas Ricardo, un pequeño local que se encuentra a unos pocos metros de la mítica calle Larios. Lleva más de 46 años en el centro de Málaga, y hoy, es uno de los pocos comercios que sobrevive a la bandada de oficinas, pisos turísticos, robos y alquileres.
Manuela es la propietaria de esta pequeña tienda del centro de la ciudad. Ha presenciado robos en negocios y tirones de bolso a plena luz del día, aunque asegura estar ya acostumbrada.
Ha sufrido la subida del precio de los alquileres. Todo esto y más hace que ella se quede, pero no quiere que sus hijos lo hagan. “Mis hijos no quieren continuar, ni yo lo quiero para ellos”, cuenta.
No niega que más de una vez se ha replanteado dejar la tienda. Sin embargo, sus clientas y el amor que le tiene a su pequeño local hacen que sea bastante complicado. El negocio que abrió junto a su padre Ricardo es mucho más que un simple comercio.
Allí ha criado a sus hijos, ha hecho grandes amigas, ha reído y ha llorado. Modas Ricardo ha estado junto a ella más de 40 años. Ha sido su pilar en momentos difíciles como la muerte de su marido o su padre, o en la olvidada pandemia.
Es cierto que "hay que luchar mucho, pagar mucho. Son muchos gastos de todas las clases, muchas irritaciones porque hoy te ponen una reja en la entrada y mañana te ponen un contenedor", explica la mujer.
La cosa está difícil. Manuela paga 4.000 euros por su local, y no está ni en calle Larios. También ha de soportar al bullicio y los malos rollos generados por los pisos turísticos. Además, tiene que enfrentarse ante un nuevo tipo de competencia en auge: los franquiciados.
Antes la gente acudía a pasear al centro y disfrutar de los escaparates. Ahora la cosa es distinta. ¿De quién es la culpa? Según Manuela, de las franquicias. "Son las únicas que pueden permitirse los alquileres", apunta.
No sorprende entonces que, después de tantos años, negocios incrustados desde toda la vida cierren sus puertas, o que jóvenes llenos de ilusión bajen la verja de su comercio porque han acabado con todos sus ahorros.
Modas Ricardo permanecerá abierto hasta que Manuela "esté bien". Tras ella, no habrá relevo. Sus hijos trabajan, no han mostrado interés en la tienda, ni ella quiere dejarles esa herencia. Es más, si la cosa está complicada ahora mismo, ¿cómo estarán el día de mañana?