La historia de Pablo Guede en el Málaga CF se ha terminado. El club de Martiricos ha anunciado la salida del entrenador argentino después de un muy mal arranque de temporada tanto en juego como en resultados, que tienen al equipo sumido en una crisis con tan solo seis jornadas disputadas. 

En un escueto comunicado, el club informa de que el técnico argentino ha puesto su cargo a disposición del club y ambas partes han alcanzado un acuerdo amistoso. 

Así reza el comunicado: 

"Pablo Guede no continuará al frente del primer equipo

El técnico ha puesto su cargo a disposición del Club y llega a un acuerdo amistoso para finalizar su relación contractual.

Pablo Guede no proseguirá al frente de la plantilla malaguista, tras llegar a un acuerdo de forma amistosa para la finalización de su contrato.

El Málaga CF quiere agradecer encarecidamente a Pablo Guede su dedicación, trabajo, profesionalidad y compromiso con el Club.

Pablo, gracias por tu malaguismo y el amor a tus colores. Te deseamos toda la suerte del mundo en el futuro profesional y laboral.

Siempre serás un miembro de la Familia Malaguista".

La derrota de este lunes en Tenerife ha sido la última puntilla en un ataúd que esperaba al argentino desde hace varias jornadas, aunque no se reconociera desde dentro. Ni el mal arbitraje, que condicionó el partido del Heliodoro con un penalti inexistente contra los blanquiazules, ha servido como coartada para que Pablo Guede continúe una semana más en el banquillo de La Rosaleda, que ya espera sustituto. 

El argentino ha sido incapaz de echar a andar a su "autobús", como él mismo lo denominó, y para el que había elegido las piezas que había querido. Con una planificación de la plantilla estudiadísima entre Manolo Gaspar y él, con el beneplácito del administrador judicial José María Muñoz, Guede ha sido incapaz de encontrar un patrón de juego solvente en las seis primeras jornadas del campeonato. Porque en las cinco derrotas, el Málaga ni ha ganado ni ha estado cerca de ganar. 

El bonaerense llegó como el salvador a falta de ocho jornadas la temporada pasada, con el equipo en caída libre, y con la etiqueta de mito del club por aquella tarde de junio de 1998 en La Rosaleda con sus tres goles al Terrasa. Había unanimidad en todo el malaguismo y pronto lo cargó de razones con el debut en casa contra el Valladolid, con un empate a dos, y la victoria 0-3 en Leganés.

Aunque el equipo terminó salvándose más por deméritos del rival que por las prestaciones mostradas sobre el terreno de juego, Manolo Gaspar confirmó la continuidad del argentino, que tenía firmada otra temporada pero que solo ha podido dirigir seis partidos más en el equipo de sus amores, catorce en total.