Fahmi Alqhai y Rocío Márquez, en una imagen.

Fahmi Alqhai y Rocío Márquez, en una imagen. Javier de Luna

Cultura

Fahmi Alqhai y Rocío Márquez protagonizan un ciclo de música sacra celebrado en Málaga

La Capilla Maestro Iribarren y La Grande Chapelle también actuarán el Teatro Cervantes durante la serie de conciertos previstos hasta el 30 de marzo.

28 enero, 2022 12:36
Málaga

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La segunda edición del ciclo de música sacra Aeternum reunirá en Málaga a finales de marzo al violagambista Fahmi Alqhai con la cantaora Rocío Márquez al frente de la Accademia del Piacere, a la Capilla de Música Maestro Iribarren y a La Grande Chapelle.

La Fundación la Caixa colabora con esta nueva entrega, en la que se escucharán en el Teatro Cervantes entre el lunes 28 y el miércoles 30 de marzo cantes de ida y vuelta entre Andalucía y América de los siglos XVII y XVIII que exploran las relaciones entre el Barroco y el flamenco, la Ópera a 4 de Francisco Hernández Illana y motetes de cuaresma del renacentista Cristóbal de Morales, entre ellos el célebre Lamentabatur Jacob. 

Aeternum, ciclo subtitulado Músicas sacras del mundo, comenzará el 28 de marzo con la Ópera a 4 del maestro de capilla de la catedral de Burgos Francisco Hernández Illana (ca. 1700-1780), que interpretará la Capilla de Música Maestro Iribarren, con Antonio del Pino a la batuta y Míriam Trías, Cristina Bayón, Jorge E. García y Luis Pacetti a las voces.

Ópera a 4, dedicada a la bienvenida del Ilustrísimo Señor D. Diego Perea, arzobispo de Burgos, es una obra singular dentro de la producción del compositor barroco Francisco Hernández Illana. Compuesta para cuatro voces, violines y oboes y escrita para conmemorar en el colegio de San Jerónimo la venida en 1741 del recién nombrado arzobispo de Burgos, es una obra inscrita dentro del género dramático de la loa encomiástica.

En ella, cuatro personajes alegóricos, Fama, que interpretará la tiple Míriam Trías; Regocijo, la tiple Cristina Bayón; Entendimiento, el contratenor Jorge E. García, y Amor, a quien encarna el tenor Luis Pacetti, dan la bienvenida al nuevo arzobispo, disputan entre sí para determinar quién es más digno de alabarle y narran su ascenso hasta la sede burgalesa. 

La Capilla de Música Maestro Iribarren se fundó en Málaga en 2006 con la vocación de estudiar, interpretar y divulgar los fondos históricos musicales inéditos del Archivo Capitular de Música de la Catedral de Málaga, especialmente los de Juan Francés de Iribarren (+1767) y Jaime Torrens (+1803). Su director, Antonio del Pino, es Premio a la Mejor Labor Musical del Año 2019 que otorga el Ayuntamiento y doctor en Musicología por el Pontificio Instituto de Música Sacra de Roma desde 2020, especializado en el Barroco Español.

El ciclo proseguirá el 29 de marzo con los cantes de ida y vuelta entre Andalucía y América de los siglos XVII y XVIII según la lectura de la Accademia del Piacere, en un concierto titulado Diálogos de viejos y nuevos sones que encabezan el violagambista hispalense Fahmi Alqhai y la cantaora onubense Rocío Márquez. Rami Alqhai (viola da gamba), Agustín Diassera (percusión), Dani de Morón (guitarra flamenca), Johanna Rose (viola da gamba) y Javier Núñez (órgano) los acompañan en esta inmersión en los puntos de contacto entre la música barroca y el flamenco.

Fahmi Alqhai y Rocío Márquez buscan los puntos de unión de los cantes hoy vivos con sus orígenes, unos llegados a nosotros por la tradición oral y otros leídos en viejos manuscritos: cantes flamencos idos y venidos desde Andalucía al folclore americano y viceversa, chaconas y canarios que cruzaron el Atlántico para quedar escritos en los primeros libros de guitarra española, allá por el siglo XVII, cantos en ostinato del gran Monteverdi junto a ancestrales seguiriyas, cantes de Alosno, cants del ocells...

Desde su fundación en 2002 por Fahmi Alqhai y su hermano, el también violista Rami Alqhai, la Accademia del Piacere ha actuado en los escenarios más prestigiosos de la música clásica europea y mundial y ha visitado en sus grabaciones repertorios fundamentales de la música histórica como el Seicento italiano, la música española del Renacimiento o la escénica del Barroco hispano, así como territorios artísticos ajenos al historicismo, como en sus registros con Arcángel o Rocío Márquez.

Fahmi Alqhai (Sevilla, 1976) está considerado como uno de los más importantes interpretes de viola da gamba del mundo y uno de los mayores renovadores de la interpretación de la música antigua. Encumbrada por la prensa como “la voz de la nueva generación del cante jondo”, Rocío Márquez (Huelva, 1985) lleva más de una década, desde que en 2008 ganara la Lámpara Minera, labrando una sólida carrera artística.

Aeternum concluirá el 30 de marzo con la interpretación del motete Lamentabatur Jacob y otras composiciones para cuaresma para cuatro y cinco voces del sevillano Cristóbal de Morales. La Grande Chapelle, dirigida por Albert Recasens, abordará un programa monográfico de un músico de enorme fama e influencia en su época, un maestro de la polifonía renacentista de quien se sintieron deudores entre muchos otros Francisco Guerrero o Palestrina.

Su obra no sólo fue parte esencial del repertorio de las iglesias y catedrales más importantes de España y América hasta finales de la Edad Moderna, sino que además gozó de un extraordinario prestigio entre teóricos e historiadores. El programa está titulado por el célebre motete que Cristóbal de Morales compuso hacia 1543, una de las obras más bellas de todo el Renacimiento. Lamentabatur Jacob expresa el llanto del anciano Jacob por la pérdida de su hijo Benjamín, tal como relata el Libro del Génesis, que suplica ante Dios ayuda.