
Imagen de la A-7 a su paso por Marbella.
La Costa del Sol, al límite: el Gobierno encarga el estudio para aliviar los atascos en la A-7 y AP-7
El Ministerio de Transportes adjudica a WSP Spain-Apia la redacción de un estudio previo de alternativas entre Torremolinos y Torreguadiaro, lo que supone un eje de unos 100 kilómetros.
La tarea acaba de ser encomendada a la empresa WSP Spain-Apia
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Paso a paso, el ministro de Transportes, Óscar Puente, cumple los compromisos asumidos meses atrás para, como mal menor, estudiar las evidentes deficiencias que presenta la movilidad de la Costa del Sol. Tras adjudicar el trabajo que servirá de hoja de ruta para el anhelado tren de la Costa del Sol y hacer lo propio con el estudio de ampliación de parte de la línea del Cercanías, ahora avanza en otro análisis clave para mejorar la situación que presentan las carreteras estatales en la zona occidental.
El movimiento busca plantear alternativas mediante las que minimizar los atascos que sufre este punto del territorio en determinados momentos del día. La labor técnica supone la redacción de un estudio previo de alternativas entre Torremolinos (Málaga) y Torreguadiaro (Cádiz), lo que supone un eje de unos 100 kilómetros en el que se localizan la Autovía del Mediterráneo A-7 y la autopista de peaje AP-7.
La tarea acaba de ser encomendada a la empresa WSP Spain-Apia, con un presupuesto de 834.743,31 euros (IVA incluido) y un plazo de 12 meses. Partiendo de estos valores, y a la espera de la formalización del contrato, no parece posible que este documento esté listo antes de mediados de 2026.
El periodo de redacción queda dividido en dos etapas. La fase 1, con un plazo de 5 meses, incluye la realización de un diagnóstico de la situación actual del área de estudio, con el fin de proponer las posibles actuaciones y valorar la capacidad de acogida del territorio sobre las que habrán de implantarse.
Este análisis se centrará fundamentalmente en recopilar los datos básicos necesarios para diagnosticar el estado actual del corredor A-7/AP-7 (geometría, tráfico, incumplimientos de la norma actual de trazado, accidentalidad…); caracterizar, desde el punto de vista físico, urbanístico y ambiental, el territorio donde se planteen las distintas alternativas de actuación, de manera que pueda determinarse la capacidad de acogida de una nueva infraestructura o de la ampliación de la existente.
Otro de los fines es conocer las iniciativas y planes de otras administraciones con competencias concurrentes en el ámbito del estudio para poder actuar coordinadamente y establecer sinergias.
La fase 2 será la que permitirá concretar todos los detalles de posibles intervenciones:
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Diseñar las posibles alternativas de actuación.
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Cuantificar los costes de construcción, incluyendo expropiaciones, y posterior conservación y explotación de cada alternativa.
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Realizar un estudio de tráfico de la situación actual y de las posibles alternativas de actuación, para evaluar su potencial de mejora en el nivel de servicio de la A-7. Para ello se deberá realizar un modelo de macrosimulación con la extensión y zonificación necesaria, alimentado por datos big-data de movilidad procedente de la actividad de telefonía móvil. Asimismo, determinadas actuaciones de mejora de enlaces, en particular aquellos con elevada demanda en la A-7, requerirán modelos de microsimulación.
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Realizar un análisis multicriterio de las alternativas que se consideren viables, ponderando factores económicos, funcionales, territoriales y ambientales.
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Realizar un análisis coste-beneficio con objeto de determinar la rentabilidad de las alternativas de mejora, en función de los costes y beneficios esperados: reducción de los tiempos de recorrido y costes de funcionamiento de los vehículos, reducción de la accidentalidad, reducción de externalidades de ruido, etc.