La momia de Ötzi. Foto: South Tyrol Museum of Archaeology/Eurac/Marco Samadelli-Gregor Staschitz

La momia de Ötzi. Foto: South Tyrol Museum of Archaeology/Eurac/Marco Samadelli-Gregor Staschitz

Historia

El ADN desvela los secretos de Ötzi, el hombre de los hielos: era calvo y tenía la piel muy oscura

Un nuevo análisis del genoma de la momia congelada de hace más de 5.000 años muestra además que tenía una ascendencia inusualmente alta de agricultores de la Anatolia temprana.

16 agosto, 2023 17:33

Ötzi, el hombre de los hielos, la momia congelada de más de 5.300 años de antigüedad hallada en un glaciar de los Alpes, era posiblemente calvo y con la piel y los ojos oscuros. Esa es la sorprendente conclusión que acaba de arrojar un nuevo estudio genético de este famoso individuo prehistórico, la momia humana natural más antigua de Europa que ha ofrecido una visión sin precedentes de los europeos del Calcolítico (Edad de Cobre).

"El análisis del genoma reveló rasgos fenotípicos como una elevada pigmentación de la piel, ojos oscuros y calvicie de patrón masculino, que contrastan fuertemente con las reconstrucciones anteriores, que mostraban a un varón de piel clara, ojos claros y bastante peludo", explica el investigador Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania). "La momia en sí, sin embargo, es oscura y no tiene pelo".

Los hallazgos, publicados en Cell Genomics, sugieren que el hombre de los hielos en vida se parecía más a la momia actual. El análisis genómico muestra también que el hombre de hielo tenía una ascendencia inusualmente alta de agricultores de la Anatolia temprana, superior a la de cualquier otra población contemporánea conocida en Europa del IV milenio a.C. El descubrimiento sugiere que Ötzi pertenecía a una población alpina bastante aislada, con un flujo genético limitado procedente de grupos de cazadores-recolectores.

Científicos analizando el cadáver de Ötzi. South Tyrol Museum of Archaeology/Eurac/Marco Samadelli-Gregor Staschitz

Científicos analizando el cadáver de Ötzi. South Tyrol Museum of Archaeology/Eurac/Marco Samadelli-Gregor Staschitz

El 19 de septiembre de 1991 dos alpinistas alemanes en los Alpes de Ötztal –en un glaciar cerca de Hauslabjoch, en la frontera de Austria e Italia– encontraron un misterioso cadáver a 3.200 metros de altitud. Aunque al principio se pensó que se trataba del cadáver de un alpinista moderno, se trataba en realidad de un individuo que vivió entre 3350 y 3100 a.C. El hombre de hielo del Tirol es una de las momias de hielo mejor conservadas y la más antigua con diferencia. Los investigadores han llevado a cabo muchos estudios para saber quién era, incluidos estudios sobre la composición genómica y ancestral del bautizado como hombre de los hielos.

Un estudio anterior, de 2012, generó un genoma de menor cobertura que sugería una estrecha afinidad genética entre Ötzi y los sardos actuales —según estos resultados, su tono de piel habría sido mediterráneo-euroepo—. Pero el nuevo trabajo, dirigido por un equipo de expertos italianos y alemanes, logró realizar un análisis genómico más completo y de mayor calidad que los logrados hasta ahora para conocer mejor la historia genética de Ötzi. "Antes se pensaba que la piel de la momia se había oscurecido durante su conservación en el hielo, pero es de suponer que lo que vemos ahora es en realidad, en gran medida, el color original de la piel de Ötzi", ha desvelado Albert Zink.

[Un evento glacial extremo acabó con los primeros humanos de la Península Ibérica hace 1,1M de años]

El estudio también señala que la imagen anterior de Ötzi es incorrecta en otros aspectos. Al ser un hombre maduro, lo más probable es que ya no tuviera una larga y espesa cabellera, sino como mucho una escasa coronilla. De hecho, sus genes muestran una predisposición a la calvicie. "Es notable cómo la reconstrucción está sesgada por nuestra propia idea preconcebida de un humano de la Edad de Piedra procedente de Europa", ha añadido Johannes Krause, otro de los autores del artículo. La momia tenía además genes que presentan un mayor riesgo de obesidad y diabetes de tipo 2, pero es probable que estos factores no entraran en juego gracias a su estilo de vida saludable.

El nuevo análisis genético determina también los orígenes del hombre de los hielos, que tenía una ascendencia inusualmente alta de agricultores de la Anatolia temprana, superior a la de cualquier otra población contemporánea conocida en Europa del IV milenio a.C. Ötzi tiene más de un 92% de ancestros anatolios de los primeros agricultores, un hallazgo que recuerda la extraordinaria historia migratoria de los europeos.

"El equipo se sorprendió de no encontrar rastros de pastores esteparios de Europa del Este en el análisis más reciente del genoma del hombre de hielo. Genéticamente, sus antepasados parecen haber llegado directamente de Anatolia sin mezclarse con grupos de cazadores-recolectores", ha detallado Krause. Los resultados también sugieren que los Alpes fueron una barrera genética, por lo que la población a la que pertenecía Ötzi no intercambió muchos genes con los pueblos del norte y el oeste de esas montañas.

De acuerdo con las estimaciones actuales, Ötzi medía aproximadamente 159 cm de altura, tenía 46 años y había pesado unos 50 kg. Tenía artritis, caries, enfermedad de Lyme y padecía de parásitos intestinales. Sobre la ropa del denominado 'hombre de hielo' se encontraron espiguillas de trigo primitivo de una variedad que se había cultivado en los valles que rodean a los montes Ötztal. Además, el lugar donde se halló el cadáver de Ötzi se encontraba en una antigua ruta de trashumancia de ganado, por lo que los investigadores dedujeron que Ötzi debía de haber pertenecido a una comunidad agrícola y ganadera del valle.