Julian Assange, junto a Rafael Correa, expresidente de Ecuador.

Julian Assange, junto a Rafael Correa, expresidente de Ecuador.

Tribunales

El jerezano acusado de espiar a Assange en Londres, a juicio: la Fiscalía pide 13 años de cárcel y que testifique Rafael Correa

David Morales, exmilitar nacido en Jerez de la Frontera, era responsable de seguridad de la Embajada de Ecuador en Londres. Allí estuvo asilado Assange.

Más información: Assange pide 20 años de cárcel para el español al que acusa de filtrar a EEUU sus vídeos íntimos cuando estuvo asilado

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Las claves

David Morales, un exmilitar jerezano, enfrenta un juicio acusado de espiar a Julian Assange mientras este estaba asilado en la Embajada de Ecuador en Londres.

La Fiscalía solicita 13 años y medio de cárcel para Morales por delitos de descubrimiento y revelación de secretos, cohecho y tenencia ilícita de armas.

Rafael Correa, expresidente de Ecuador, ha sido llamado a testificar en el juicio, dado que el espionaje ocurrió durante su mandato.

Morales, a través de su empresa UC Global, supuestamente filtró a Estados Unidos audios y vídeos de Assange mientras gestionaba la seguridad de la embajada.

David Morales, el jerezano investigado por, supuestamente, espiar al activista y fundador de WikiLeaks Julian Assange, se sentará en el banquillo de los acusados.

Así consta en una resolución, fechada este mismo lunes y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. La Fiscalía pide, en total, 13 años y medio de prisión para Morales por dos delitos de descubrimiento y revelación de secretos, por uno de cohecho y por tenencia ilícita de armas.

Asimismo, el fiscal solicita que declare en el juicio, como testigo y perjudicado, el expresidente de Ecuador Rafael Correa, ya que el supuesto espionaje a Assange se produjo cuando éste estaba asilado en la Embajada de ese país en Londres y el dirigente también habría sido víctima de esta operación.

La empresa UC Global, de la que era dueño Morales, fue la encargada de gestionar la seguridad de este recinto durante varios años.

Supuestamente, este exmilitar jerezano filtró audios privados y vídeos íntimos a la Inteligencia de Estados Unidos, país que pretendía extraditar a Assange para juzgarle.

Entre otros métodos, los habría conseguido cambiando, en secreto, las cámaras de vídeo por otras que también captasen sonidos. También, a través de micrófonos ocultos, escondidos por la Embajada. Uno de ellos, según precisa la Fiscalía, estaba en la base de PVC del extintor de la sala de reuniones.

Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, Assange, por su parte, solicita, en total, 20 años y medio de cárcel para el acusado. Correa, también perjudicado por estos hechos, pide la misma pena para Morales que el fiscal: 13 años y medio de prisión.

Por el momento y salvo sorpresa, Morales se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional. Es probable que Correa, al tratarse de uno de los perjudicados —también fue "objeto del espionaje", según la Fiscalía— testifique en el juicio, que se celebrará ante la Sala de lo Penal.

El juez Santiago Pedraz fue el encargado de investigar estos hechos y este mismo lunes ha decretado la apertura de juicio oral contra Morales, el jefe de Operaciones de UC Global, Michel Wallemacq, y la propia empresa.

El magistrado ha impuesto a los tres una fianza de 30.000 euros, que deberán abonar en los próximos días de forma conjunta y solidaria. De esta forma, harán frente a las hipotéticas indemnizaciones que deban pagar si son condenados.

Según recoge Pedraz en su auto, la "motivación principal" de Morales para, supuestamente, espiar a Assange "fue el beneficio económico derivado de pagos y retribuciones sistemáticas efectuados por agentes de los Estados Unidos".

Todo ello, "a cambio de proporcionarles información reservada relativa a la situación de Julian Assange dentro de la Embajada de Ecuador en Londres".

De esta forma, el exmilitar habría grabado imágenes y audios de reuniones del activista con sus abogados, con líderes políticos, con periodistas, con sus allegados, con sus médicos...

Y eso habría sido posible gracias a que UC Global gestionaba la seguridad de la Embajada ecuatoriana en la capital británica.

"En lugar de velar por la seguridad de las personas e instalaciones diplomáticas bajo su responsabilidad, llevaron a cabo actividades de espionaje y obtención ilícita de información, vulnerando gravemente los derechos fundamentales de aquellos a quienes debían proteger", señala la Fiscalía en su escrito de acusación.

El Ministerio Público también relata que los trabajadores de UC Global custodiaron los teléfonos móviles de las personas que se reunían con Assange y que, durante ese tiempo, llegaron a anotar qué contactos les escribían y qué les decían.

Según la Fiscalía, una de las personas que sufrió este modus operandi es la célebre actriz norteamericana Pamela Anderson, amiga del fundador de WikiLeaks, al que visitó frecuentemente. El escrito de acusación del Ministerio Público relata que subordinados de Morales copiaron las claves de acceso a sus dispositivos de la intérprete.

También acudió a la Embajada el exmagistrado español Baltasar Garzón, cuyo despacho —actualmente, es abogado— es uno de los que se encarga de la defensa de Assange.

Finalmente, la Fiscalía relata que, durante el registro del domicilio de Morales en Jerez de la Frontera, se encontraron dos armas de fuego que no cuentan con licencia y que estaban "capacitadas para el disparo".