Begoña Gómez, este miércoles por la noche.
El fiscal critica que Peinado investigue los 'mails' de Begoña Gómez desde 2018: "¿Todos? Es absolutamente desmesurado"
La Fiscalía recurre esta decisión del juez ante la Audiencia Provincial de Madrid, el tribunal jerárquicamente superior a Peinado.
Más información: Begoña Gómez admite que su asesora hizo "favores" puntuales para su cátedra antes de que el juez tenga los correos de ambas
La Fiscalía considera "absolutamente desmesurada" la decisión del juez Juan Carlos Peinado de investigar todos los correos electrónicos recibidos y enviados por Begoña Gómez desde el año 2018.
Por ello, el fiscal del conocido como caso Begoña ha recurrido esta orden ante la Audiencia Provincial de Madrid, el tribunal jerárquicamente superior a Peinado y que puede revocar las decisiones de éste o, por el contrario, avalarlas.
EL ESPAÑOL ha tenido acceso a dicho recurso, fechado este martes. En él, la Fiscalía también considera que la orden de Peinado no está suficientemente motivada, pese a "vulnerar derechos fundamentales".
El pasado 3 de septiembre, el juez ordenó a Moncloa que le entregase todos los correos electrónicos, recibidos y enviados, por Begoña Gómez desde 2018, cuando su marido, Pedro Sánchez, se convirtió en presidente del Gobierno.
Peinado investiga si Gómez cometió un delito de malversación a través de la contratación de Cristina Álvarez como su asistente personal, quien también realizó algunas labores en favor de sus negocios privados.
De hecho, este miércoles, ante el juez, la esposa de Sánchez reconoció "favores" puntuales por parte de Álvarez, pero aseguró que nunca alteraron sus funciones oficiales y que se debieron a la amistad que las une desde hace dos décadas.
No obstante, Peinado ya había solicitado a Moncloa una copia de todos los e-mails enviados y recibidos por Gómez desde una cuenta oficial (con dominio @presidencia.gob.es) facilitada a ésta cuando Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno.
De hecho, el instructor pidió los correos electrónicos fechados más allá del 11 de julio de aquel año, fecha en la que Álvarez fue nombrada asistente de la mujer de Sánchez.
En su recurso, la Fiscalía considera excesiva la petición. "Parece que, de uno u otro modo, se está investigando absolutamente todo lo relacionado con una persona y un periodo de más de siete años", critica.
Begoña Gómez y Cristina Álvarez, en el Congreso.
"¿Es proporcional recabar todos y analizar todos los correos enviados y recibidos? ¿Todos? ¿Todos están relacionados con el delito investigado [malversación]? (...) Estamos, sin duda, ante una decisión absolutamente desmesurada. (...) Y sin motivación de ningún tipo", reprocha.
Además, le afea a Peinado que plasmase su decisión de requerir los correos de Begoña Gómez a través de una providencia, que es una resolución no tan motivada como un auto, más razonado.
La última palabra sobre los mails queda ahora en manos de la Audiencia de Madrid. El abogado de Gómez, el exministro Antonio Camacho, también recurrió la decisión de Peinado.
Tanto el fiscal como el letrado lo hicieron, de forma directa, en apelación; es decir, ante la Audiencia madrileña y sin tratar antes de que el propio instructor se corrigiese, ante el escaso éxito que, probablemente, tendría esta vía.
Los "favores"
A lo largo de la instrucción del llamado caso Begoña, ha quedado demostrado que Cristina Álvarez realizó algunas labores en favor de los negocios privados de Gómez.
Por ejemplo, envió un correo electrónico a la empresa Reale Seguros para que continuase financiando la cátedra que la mujer de Sánchez co-dirigió, hasta 2024, en la Universidad Complutense de Madrid.
Correo enviado por Álvarez a Reale Seguros instando a seguir financiando la cátedra de Begoña.
De hecho, la asesora se dirige a una responsable de la aseguradora en nombre de Begoña Gómez: "A Begoña le encantaría que siguierais como patronos de la cátedra...".
Además, la asistente también se comunicó con la UCM para determinadas gestiones relativas a este proyecto académico que la esposa de Sánchez co-dirigó hasta el pasado año.
Esta misma semana, Peinado ha dado un plazo de diez días a la Complutense para que entregue todos los correos intercambiados entre la universidad y Álvarez.