Algunos de los vehículos hallados por los investigadores.
La Policía halla los coches de lujo de la estafa millonaria del socio de Alvise: los vendió por 6.000 a un testaferro
El entorno del criptoempresario investigado por la Audiencia Nacional vendió los vehículos por cantidades de entre 6.000 y 11.000 euros,"por debajo del precio de mercado".
La Policía cree que esos pagos tan ínfimos sirvieron para ocultar los lujosos vehículos a la acción de la justicia.
Más información: El juez bloquea 29 millones en una cuenta de Singapur a la que se envió el dinero de la estafa promocionada por Alvise
La Policía Nacional ha encontrado una veintena de coches de lujo vinculados a la supuesta estafa millonaria piramidal protagonizada por Álvaro Romillo, alias CryptoSpain, quien confesó ante la Fiscalía haber entregado 100.000 euros en efectivo a Alvise Pérez para sufragar su campaña a las elecciones europeas.
Según el informe policial, al que ha podido acceder EL ESPAÑOL, los agentes descubrieron que algunos de los vehículos podrían estar ocultos en una nave industrial en Portugal, alquilada a nombre de una mercantil portuguesa propiedad de Romillo, su padre y su tío, así como en otros almacenes a nombre también de ambos.
El mismo informe se detalla cómo otros vehículos fueron localizados en diversos movimientos en carreteras españolas. Algunos de ellos habían pasado recientemente la ITV. Al solicitarle los datos a la empresa que realizó la inspección técnica a esos vehículos, aparecía siempre el nombre de un empresario, finalmente identificado como el supuesto testaferro.
Este hombre ha sido ya arrestado por la Policía Nacional. Una vez que estalla la trama del Madeira Invest Club, la Policía descubre que Álvaro Romillo y su entorno habrían vendido una veintena de coches de lujo a este supuesto testaferro portugués. El fin, presuntamente, ocultarlos a la acción de la justicia.
Todos ellos, según destacan los investigadores, fueron vendidos por Romillo y su entorno por cantidades aproximadas de entre 6.000 y 11.000 euros, un detalle que no pasa inadvertido a los investigadores, quienes creen que esos pagos tan ínfimos sirvieron para ocultar los lujosos vehículos a la acción de la justicia. "Extremadamente notorio, muy por debajo del precio del mercado", reflejan desde la Policía.
El testaferro le compra los coches a Omins Ars, empresa de Juan Carlos Romillo, tío de Álvaro Romillo pese a la prohibición de la Audiencia Nacional de ser vendidos o traspasados.
Esto evidencia para los investigadores que el principal investigado de la presunta estafa piramidal quería que no constasen a su nombre. Este hecho no supondría exactamente un delito de blanqueo, señalan fuentes del caso, sino la ocultación de bienes procedentes de una supuesta estafa.
Los vehículos habían pasado así a nombre de un supuesto testaferro. Se ocultaron en naves industriales en Sevilla y Portugal que Romillo tenía activas y controladas con diversos sistemas de seguridad que el testaferro según señala el informe policial.
Entre los vehículos de alta gama hay un Ferrari Testarrossa, un Ferrari 430 Scuderia, un Ferrari F355 Berlinetta, un Porsche 911 Turbo S, un Ford Mustang 302, un Bentley Bentayga, entre otros.
Tras el hallazgo de los coches y los registros, el presunto testaferro fue detenido por un presunto delito impropio de malversación de caudales públicos o frustración de la ejecución, así como quebrantamiento de medida cautelar y falsedad documental.
Zaballos Abogados, el despacho que representa a la mayor parte de los denunciantes de este caso, presentará próximamente un escrito para que la investigación del supuesto delito de organización criminal se amplíe al presunto testaferro y su hermana.
Estafa millonaria
La Policía tenía localizado el concesionario en el que estaban todos esos coches. Sin embargo, cuando los agentes lo registraron, sólo hallaron tres. El resto, los 22 ahora hallados, habían sido sacados de allí poco tiempo antes. Las nuevas gestiones han terminado por localizar los lujosos vehículos.
En esta causa judicial, el magistrado investiga la supuesta estafa cometida por el conglomerado empresarial Madeira Invest Club (MIC).
Los automóviles pertenecían a dos empresas: PKW Italien SL y EluLegal España SL. Las dos, según la Policía, formaban parte del conglomerado empresarial Madeira Invest Club (MIC), propiedad de Romillo y centro neurálgico de la presunta estafa piramidal.
En concreto, el administrador único de EluLegal España SL es Pedro Estanislao Bris, uno de los investigados por la Audiencia Nacional. Por su parte, PKW Italien SL era la mercantil que gestionaba el mencionado concesionario. El recinto llevaba por nombre PKW Drive Club y está ubicado en la calle Víctor de la Serna, en Madrid.
Tal y como resume el juez Calama en varias resoluciones, Madeira Invest Club se presentaba como un "club privado de inversión". En 2024, sin previo aviso, su web se clausuró y los retornos a los inversores cesaron. Ello provocó que decenas de personas, que habían confiado su dinero al MIC, denunciaran a Romillo, a sus empresas y a varios de sus allegados y colaboradores.
Era posible invertir en Madeira Invest Club tanto mediante dinero digital como a través de efectivo y criptomonedas. Según promocionaba el MIC, con estas cantidades se invertía en promociones inmobiliarias, relojes, coches de lujo, obras de arte digital en formato NFT, restaurantes...
Cuando aún era candidato a las elecciones europeas, Alvise Pérez, en un acto en el Hipódromo de La Zarzuela, recomendó la inversión en el MIC. Ello, pese a que, en 2023, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advirtió sobre este chiringuito financiero. Con estas palabras lo calificó la CNMV.
Ya en 2024, cuando estaba siendo investigado por la Audiencia Nacional, Álvaro Romillo confesó que meses atrás había entregado 100.000 euros en efectivo a Alvise Pérez. Los mensajes entre ambos prueban que éste los habría usado para sufragar gastos de su campaña al 9-J. Por ello, el Tribunal Supremo investiga ahora si ello constituyó un delito de financiación ilegal de partidos.
Los denunciantes cifran el alcance de la supuesta estafa en un total de 150 millones de euros. Tal y como publicó EL ESPAÑOL en exclusiva, el juez Calama ya ha ordenado bloquear 29 millones de euros en una cuenta en Singapur.
Según sospecha el juez, a ella se derivó una parte de las inversiones efectuadas por los ahora denunciantes.