Rubiales, de espaldas, durante su declaración ante el juez Fernández-Prieto.

Rubiales, de espaldas, durante su declaración ante el juez Fernández-Prieto.

Tribunales CASO RUBIALES

El juez que condena a Rubiales señala que un "piquito no es un besito": "Tiene carácter sexual, no es forma normal de saludar"

La sentencia, que el expresidente de la RFEF recurrirá, le obliga a pagar una multa de casi 11.000 euros y una indemnización de 3.000 a Jenni Hermoso.

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"Tiene una clara connotación sexual y no es la forma normal de saludar a las personas con quienes no se mantiene una relación de afectividad".

Con estas palabras define el juez José Manuel Fernández-Prieto el beso en la boca que Luis Rubiales dio a la futbolista Jenni Hermoso. Por este hecho, ha condenado al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a pagar una multa de casi 11.000 euros, así como una indemnización de 3.000 a la deportista.

Tras dar "plena credibilidad" al relato de Hermoso, el magistrado concluye que se trató de un beso en los labios "no consentido" y con carácter sexual, lo que conduce a calificarlo como agresión sexual. "De las de menor intensidad", no obstante. Por otro lado, el juez ha absuelto a Rubiales del delito de coacciones por el que también fue juzgado.

"El propio acusado, el señor Rubiales, con sus propios actos revela que no da besos en la boca como forma habitual de saludo", señala el juez acerca del episodio, que ocurrió cuando el exdirectivo saludaba a las futbolistas de la Selección española, que acababan de ganar el Mundial de 2023.

"Para constatarlo, basta fijarse mínimamente en la filmación de la entrega de medallas para comprobar que recibe a todas y cada una de las jugadoras proporcionándoles un fuerte abrazo y los correspondientes besos en las mejillas, nunca en la boca, salvo cuando llega el turno de Jenni Hermoso", concluye el juez.

La sentencia que condena a Rubiales por el beso a Jenni Hermoso también menciona el dictamen de un perito, que aseguró que el expresidente de la RFEF sí preguntó a la futbolista si le daba permiso. "Se ve que [Rubiales] dice: '¿Te puedo dar un besito?'", manifestó el experto lector de labios, que es sordomudo y fue traducido por una intérprete durante el juicio.

Desde el inicio de la polémica, Rubiales siempre aseguró que le preguntó a Hermoso si podía darle "un piquito" y que ella dijo "vale". En las imágenes analizadas por el perito, la futbolista aparece de espaldas, por lo que no ha podido confirmarse si responde o qué contesta.

Jenni Hermoso y Luis Rubiales en el momento del beso durante la entrega de medallas del Mundial

Jenni Hermoso y Luis Rubiales en el momento del beso durante la entrega de medallas del Mundial Cordon Press

Durante su interrogatorio, Rubiales manifestó que "piquito" y "besito", en este caso, operan como sinónimos. No dio importancia a haber mencionado, al inicio, una palabra y que el experto lector de labios concluyese que dijo la otra.

No obstante, en su sentencia, el juez Fernández-Prieto sí alude a esta cuestión. "El acusado (...), ante el Juzgado instructor, se refiere a 'piquito', y en el acto del plenario se refiere a 'besito', contradicción que se le pone de manifiesto en el acto del juicio para que la explique, respondiendo que no existe tal contradicción, pues un beso y un pico es lo mismo", refiere el juez.

"Esta aclaración no se revela como convincente, pues en el lenguaje habitual se utiliza la expresión 'pico' en referencia exclusiva al beso dado en los labios, denotando una expresión específica de la genérica de 'beso', empleada para referirse a los que se dan en la cara o en cualquier otra parte del cuerpo, incluso en la boca", añade.

Por tanto, "aun en el supuesto meramente dialéctico de que el acusado preguntara a la mujer si le podía dar un besito y ésta lo consintiera, no se explica de forma mínimamente convincente por el acusado en juicio por qué razón el ósculo se lo da a Jenni en la boca y no en las mejillas, como se los dio al resto de las jugadoras campeonas del mundo".

Asimismo, el juez recalca que los gestos de alegría de Jennifer durante la celebración posterior al partido (posteriores, también al beso) se justifican con que la agresión sexual que sufrió "tiene la intensidad que tiene". "Y carece de virtualidad para anular en la mujer la alegría del éxito que acaba de conseguir y que quiere y desea celebrar, a toda costa, con todas sus compañeras", razona la sentencia.

"Ello nos lleva a entender que la agresión sexual analizada, siendo siempre reprochable, es encuadrable dentro de las de menor intensidad", finaliza.

Como avanzó EL ESPAÑOL, Rubiales ya ha manifestado su intención de recurrir la sentencia y "seguir peleando" para "demostrar" su "inocencia". Por su parte, la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, aún analiza la resolución antes de decidir si la impugna o no.

La Fiscalía solicitaba una condena total de dos años y seis meses de cárcel para Rubiales: un año correspondía al delito de agresión sexual y lo restante, año y medio, a las supuestas coacciones contra la jugadora que se habían producido después del beso.

Por este último tipo penal, el de coacciones, también acusaba al resto de encausados: el exseleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector de Fútbol de la Sección masculina, Albert Luque y el que fuera responsable de marketing de la Federación, Rubén Rivera. Los tres han sido absueltos.