Carme Forcadell.

Carme Forcadell.

Tribunales JUICIO AL 'PROCÉS'

Forcadell diluye hasta la insignificancia su rol en el 'procés' y se ampara en el Parlament

"No participé en ninguna estrategia", ha dicho la expresidenta de la Cámara catalana, que justifica la desobediencia al TC porque "está politizado".

26 febrero, 2019 20:23

Carme Forcadell firmó la "hoja de ruta" del proceso soberanista fijada en marzo de 2015 pero no la elaboró. Votó a favor de la ley de referéndum y de transitoriedad nacional pero no las leyó. No introdujo en el orden del día de la sesión del Parlament el debate de esas leyes el 6 de septiembre de 2017 ("fue el Pleno el que modificó el orden del día, ahí la Mesa no tiene ninguna función"). Ella "no participó ni dirigió ninguna estrategia" independentista ni se puso de acuerdo con el Govern para tramitar y aprobar en 24 horas las leyes de ruptura.

Forcadell niega que dirigiera "ninguna estrategia" hacia la independencia. Efe

La expresidenta de la Cámara catalana, que este martes ha declarado durante un total de tres horas y media ante el Tribunal Supremo, ha adoptado la estrategia de rebajar hasta casi diluirlo en la nada su papel en el desarrollo del 'procés', por el que es acusada de rebelión y sedición y por el que está en prisión preventiva.

Para las acusaciones, el 'procés' no se hubiera producido sin ella porque la 'legalidad paralela' a la estatal que sirvió de cobertura formal para la realización del referéndum independentista del 1-O y para la declaración unilateral de independencia no habrían sido aprobadas por el Parlament si su presidenta hubiera acatado los cinco requerimientos, al menos, del Tribunal Constitucional que recibió de forma personal. El TC no sólo ordenó que no se continuara dando pasos hacia la independencia al margen de las vías legales sino también que la Mesa que Forcadell encabezada "impidiera" que esos avances se produjeran.

"Valorar bienes superiores"

Si los demás acusados se escudan en que hicieron una "ponderación" entre la obligación de cumplir las resoluciones del TC y el "mandato democrático" de constituir una Cataluña independiente, Forcadell ha manifestado que "valoró" los requerimientos del TC frente al "Reglamento del Parlament, los derechos de los parlamentarios, el debate parlamentario y la inviolabilidad". Todo lo segundo eran "bienes superiores" a obedecer al Constitucional.

"El TC nos pedía algo que es imposible: convertir la Mesa en un órgano censor, que decida de lo que se puede hablar o no. Eso socavaría la base del sistema democrático", ha manifestado Forcadell.

- O sea, el Parlament tendría que debatir forzosamente si se presenta una propuesta parlamentaria favorable a la trata de personas?, preguntó la fiscal de Sala Consuelo Madrigal.

- No, dijo Forcadell. El único límite es el respeto a los derechos humanos.

- Fiscal: Los derechos humanos son el límite ¿porque usted lo dice o porque están en la Constitución y las leyes internacionales?

- Forcadell: En la Constitución está el respeto al pluralismo político.

- Fiscal: ¿Pero el intérprete supremo de la Constitución es usted o el TC?

- Forcadell: El TC, por supuesto. Yo lo respeto. En ningún momento ningún miembro de la Mesa tenía la voluntad de desoír los mandatos del TC. Pero en los últimos años ha habido una politización del TC y a la hora de juzgar determinados temas relacionados con Cataluña ha utilizado criterios políticos y no jurídicos.

Una incisiva Madrigal interrogó luego a Forcadell por cada resolución independentista que la Cámara autonómica fue aprobando pese a las sucesivas resoluciones del Constitucional, primero suspendiéndolas y luego anulándolas. Se llegó, así, a las leyes de ruptura que el Parlament aprobó en horas 24, junto a la designación de los miembros de la sindicatura electoral del referéndum.

Forcadell explicó que fueron Junts pel Si y la Cup los que el 6 de septiembre de 2017 hicieron uso de un mecanismo reglamentario que les permitía introducir una modificación del orden del día para aprobar toda esa normativa. Pese a la normalidad que quiso otorgar a este mecanismo, la expresidenta de la Cámara no fue capaz, a preguntas de la abogada del Estado, de citar ni un solo ejemplo más de tramitación de una ley en ese exiguo plazo en toda la historia del Parlament.

La acusada no fue original en su valoración sobre la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017. Ha dicho que, pese a su nombre, "no equivalía a declarar la independencia" y ha indicado, como los demás acusados, que fue "política" y "no tuvo efectos jurídicos" porque ni siquiera se votó.

"Cuando dice que la DUI era política ¿qué quiere decir, que era rutina, broma, teatro, sainete, farsa?", quiso saber la fiscal. "Si considera que la política es una farsa, sí", respondió Forcadell.

Tampoco fue origina en su desconocimiento sobre el origen de la urnas del 1-O ni en su rechazo a la violencia. "Renunciaría a mis convicciones si comportaran violencia", aseguró a preguntas de su letrada, Olga Arderiu.

En contraste con las acusaciones, que interrogaron a Forcadell durante dos horas y media, la defensa sólo necesitó treinta minutos para remachar la rebaja del rol desempeñado por la expresidenta del Parlament en el presunto "concierto" urdido para lograr la secesión.

"¿Su voto era decisorio?", preguntó Arderiu. "No, mi voto valía tanto como el de los demás miembros de la Mesa", contestó Carme Forcadell.

"No entiendo por qué, por hacer lo mismo, yo estoy aquí acusada de rebelión y mis compañeros de Mesa están acusados de desobediencia en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña", concluyó.