El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justo antes de hacer balance del año 2025, en Moncloa.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, justo antes de hacer balance del año 2025, en Moncloa. EP

Política

Tensa reunión en Moncloa al pedir el gabinete del presidente propuestas sociales que no necesiten pasar por el Congreso

La reunión se "agrió" cuando los distintos ministerios plantearon iniciativas sin 'punch' político como la celebración del bicentenario de la muerte de Goya.

Más información: El Gobierno constata la posibilidad de volver a sentarse a negociar con Junts, aunque le eleven el precio por su debilidad.

Publicada

Las claves

Moncloa celebró una tensa reunión para pedir a los ministerios propuestas sociales que no requieran votación parlamentaria y generen interés mediático.

El bloqueo en el Congreso obliga al Gobierno a buscar iniciativas sin rango de ley para mantener la agenda política y evitar derrotas parlamentarias.

Muchas propuestas ministeriales fueron rechazadas por carecer de impacto mediático, como la conmemoración del bicentenario de la muerte de Goya.

Moncloa valora especialmente las iniciativas de los ministerios de Consumo y Sanidad, orientadas a asuntos cotidianos de los ciudadanos.

La petición desde Presidencia a los ministerios de propuestas de iniciativas que no precisen de votación parlamentaria, pero generen interés ciudadano y debate mediático, provocó una reunión tensa en Moncloa. La reunión se celebró a principios de noviembre, a la vista del bloqueo del Gobierno en las Cortes.

La reunión se "agrió" cuando los distintos ministerios plantearon iniciativas sin punch político ni capacidad de generar debate mediático, como la conmemoración del bicentenario de la muerte de Goya.

Ya hace 15 meses que Pedro Sánchez admitió en el Comité Federal del PSOE que tendría muchas dificultades para reunir mayorías en el Congreso que le permitieran gobernar. Ese día, el presidente del Gobierno y líder socialista anunció que estaba dispuesto a gobernar "sin el concurso del Parlamento".

Desde entonces, esa situación de falta de apoyo estable se ha agudizado y Sánchez ha tenido que echar mano de recursos parlamentarios como congelar proyectos de ley en las Cortes tras anunciarlos a bombo y platillo o directamente no presentarlos en el Parlamento.

Así lo ha hecho, por ejemplo, con los Presupuestos Generales del Estado toda la legislatura.

Están aparcadas normas de reforma de la Justicia, del plan anticorrupción anunciado por Sánchez y de la regulación de medios de comunicación. Y es imposible sacar adelante decisiones sobre política fiscal como la referida al impuesto al gasoil que se comprometió con UE como condición para recibir fondos europeos.

Ahora, los miembros del Gobierno trabajan siempre con la prevención de limitar al máximo las decisiones que tengan que ser sometidas a votación. Incluso, es difícil aprobar decretos porque necesitan luego ser convalidados por la mayoría del Congreso y eso cada vez está más "caro".

El Gobierno insiste en que presentará en las Cortes el proyecto de las cuentas del Estado para 2026 en el primer trimestre. Ese propósito coincide con el expresado por el propio Sánchez el 6 de enero de 2024 cuando anunció en la recepción del día de la Constitución del Congreso que presentaría Presupuestos en el primer semestre de 2025. Obviamente, no cumplió ese anuncio.

Como sucedáneo, el presidente quiere presentar y anunciar iniciativas que no tengan rango de ley y que, por tanto, no estén en riesgo de ser tumbadas en el Congreso.

Y apremia a los ministerios para que le hagan propuestas, especialmente sociales, que, aunque en algunos casos no salgan adelante, sirven para liderar la agenda y retratar a quien vote en contra.

Ese camino insólito en democracia ha tenido reveses en forma de votaciones perdidas y tensiones internas que pocas veces han trascendido.

Por ejemplo, a principios del mes de noviembre se celebró una reunión en la Moncloa que varios asistentes califican de "agria" y con bronca de Diego Rubio, jefe de Gabinete del presidente del Gobierno, a algunos asistentes.

Rubio reunió a los jefes de Gabinete de todos los ministerios para pedirles propuestas de iniciativas que no requieran celebración de votaciones en el Congreso.

El alto cargo les explicó que se trata de encontrar propuestas que tengan "interés mediático", que generen debate y marquen agenda de la semana.

Según la Moncloa, se trataba de incentivar ese tipo de iniciativas políticas en momentos de dificultad parlamentaria. Así, además, se podrían "calendarizar" todas, es decir, coordinarlas para buscar los mejores momentos para hacerlas públicas y en el marco preciso. Con opción de que sea el propio presidente quien lo haga para tener agenda política.

Uno a uno, fueron hablando los jefes de Gabinete de los ministros, con propuestas que, en su mayoría, no se acercaron ni de lejos a lo que les pedía Rubio. Por ejemplo, desde Cultura se le propuso, como iniciativa de este tipo, la conmemoración del aniversario de Francisco de Goya.

Esa propuesta tenía varios inconvenientes: que no genera ni debate ni interés político. Y sobre todo, que no se celebra hasta 2028 y, además, se refiere al año de la muerte del genial pintor, no del nacimiento.

Como otras muchas propuestas de esa reunión, la de Goya fue directa a la papelera, con notable enfado de Rubio.

También se desechó multitud de iniciativas de diferentes ministerios por considerar que son demasiado técnicas y con difícil entrada entre los ciudadanos.

El director de Gabinete de Sánchez les puso reiteradamente como ejemplo a seguir en las propuestas un anuncio que unos días antes había hecho el presidente del Gobierno: el rechazo al cambio de hora.

Sánchez lo hizo publicando un vídeo por sorpresa en el que anunciaba que pediría a la UE que se acabara con los cambios de hora dos veces al año. Rubio les explicó que habían conseguido mantener el debate y la agenda durante una semana con ese asunto, y que de eso se trataba.

Por supuesto, en Moncloa se entiende que ha funcionado este año el 50 aniversario de la muerte de Franco, convertido de forma un poco forzada en los 50 años de la libertad.

El tono de la reunión, según admite Moncloa, fue "agrio" y provocó malestar de algunos de los representantes de ministerios asistentes.

Desde ese día, se ha establecido un canal de propuesta y coordinación que, según Moncloa, está empezando a ser eficaz y ya se acumulan multitud de iniciativas de este tipo. Servirá para marcar la acción del Gobierno en los próximos meses.

En la cita, estaban presentes los ministerios del PSOE y también los de Sumar. De hecho, en Moncloa se valoran especialmente las propuestas del departamento de Pablo Bustinduy, sobre todo las que se refieren a consumo y asuntos cotidianos de los ciudadanos. También las ideas planteadas por Sanidad, el departamento de Mónica García.