El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el presidente español, Pedro Sánchez, junto a sus homólogos marroquíes, Aziz Ajanuch y Naser Burita en la RAN de 2023, en Rabat.
La cumbre con Marruecos en Madrid, sin preguntas y sin ministros de Sumar para que no salga el tema del Sáhara
Los socios de Sánchez no saben qué se va a negociar con Marruecos y creen que se enterarán antes por Rabat que por el Gobierno. "Es una claudicación a puerta cerrada", opina un diplomático español.
Más información: Marruecos celebra como una gran victoria el apoyo de la ONU a su plan para el Sáhara, ante el recelo de Ceuta y Melilla.
Se hablará del Sáhara, pero nadie podrá preguntar. La prensa no tendrá espacio para plantear cuestiones, y los únicos ministros que acudirán serán del PSOE. La Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos, que se celebra este jueves en Madrid, será menos transparente que la última, celebrada en Rabat, en febrero de 2023.
Una RAN es un mecanismo de diálogo institucional bilateral que reúne -en teoría, periódicamente- a ambos gobiernos. El equivalente a lo que se llama una cumbre con países occidentales.
Estos encuentros tienen sede alterna, y en esta XIII RAN de Madrid se firmarán una docena de acuerdos en materia de transición digital y modernización administrativa, gestión de riesgos y prevención de desastres naturales, agricultura y pesca, educación y deporte, igualdad de género y cooperación en la prevención del extremismo violento.
Pero además de los acuerdos sectoriales, se revisarán varios proyectos estratégicos en materia de transporte, transición energética y ecológica, infraestructura y, muy significativo, el Mundial de 2030 y los mecanismos de intercambio de información.
Sin embargo, el objetivo prioritario de Rabat es arrancar a España el reconocimiento definitivo de la soberanía marroquí sobre todo el territorio del Sáhara Occidental, siguiendo la estela de Donald Trump. Y junto con ello, avanzar en la reclamación de la ampliación de las aguas jurisdiccionales en la fachada atlántica.
Igualmente, "se va a empezar a hablar en serio de la prosperidad compartida y el modelo implantado por Europa en Gibraltar respecto a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla", según desvela una fuente de la Inteligencia extranjera a este medio.
La cumbre "la habrá solicitado Rabat para hacer presión con el Sáhara y algún otro tema que se ha filtrado en los medios marroquíes sobre las aguas", mantiene un diputado de los partidos que apoyan al Gobierno. "El que manda en la relación, el miembro dominante, es Marruecos".
Para un diplomático activo en el Ministerio de Exteriores, lo de España es una "capitulación a puerta cerrada".
No sólo se negociará la soberanía marroquí sobre la totalidad del territorio del Sáhara, incluyendo sus aguas atlánticas y el espacio aéreo que de momento gestiona España -como ya adelantó EL ESPAÑOL-, sino también "las aguas oceánicas", asegura la misma fuente.
"Rabat se reúne con el PSOE"
"Lo siguiente será Canarias, Ceuta y Melilla porque con alguien con una pistola encima de la mesa no se puede negociar, en este caso Rabat", manifiesta Tesh Sidi, la diputada saharaui de Sumar, en declaraciones a EL ESPAÑOL.
"Creo que Pedro Sánchez está hipotecando el futuro de la soberanía de España y de nuestras relaciones en el Magreb, apostando todo a una carta, que es para Marruecos", añade, "que no es ni el socio fiable ni el vecino del que se pueda fiar España".
Quizá por esto, una vez más, a la reunión bilateral de ambos gobiernos no se ha invitado a ningún ministro de Sumar. El socio minoritario del PSOE en el Ejecutivo, como antes ocurrió con Podemos, defiende el derecho a un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui.
"Marruecos se reúne con el PSOE, no con el Gobierno de España, porque el giro de hace cuatro años sobre el Sáhara Occidental ni fue consensuado, ni fue una política de Estado. Ni fue una política muy estratégica para España... tampoco muy inteligente", concluye Sidi.
Lo significativo es que, en esta ocasión, el escenario es el Palacio de la Moncloa. Y que, además de no contar con los ministros de Sumar, tampoco están previstas preguntas de la prensa española, aunque sí han viajado a Madrid comunicadores marroquíes.
Lo habitual en estas cumbres es que los periodistas se acrediten, se tomen fotografías al inicio de las reuniones y posteriormente, éstas se celebren a puerta cerrada. Pero al finalizar, tras la firma solemne de los acuerdos, siempre realizan declaraciones a los medios de comunicación.
Incluso, ocurre que ni Sumar ni los socios parlamentarios del Ejecutivo están informados de lo que se va a tratar con Marruecos.
"No sabemos nada más allá de lo que hemos leído en la prensa, el Gobierno no nos ha informado", explica a EL ESPAÑOL un diputado. "Sobre este tema, no nos ha llamado nunca el ministro [de Exteriores, José Manuel Albares], y las únicas declaraciones que hace son la que hace en sede parlamentaria".
De hecho, está prevista una comparecencia de Albares el miércoles de la semana que viene. "Si le sale bien, lo pondrá por las nubes... y si no le sale tan bien, intentará no hablar mucho de ello", augura el mismo político.
Además, "si hay alguna concesión en la RAN, nos vamos a enterar por Rabat, no por el Gobierno de Sánchez, y mucho menos por el ministro Albares", sentencia Tesh Sidi.
Quién manda en la relación
Para el Frente Polisario hay un antes y un después de 2022, cuando Pedro Sánchez y Mohamed VI firman la llamada Hoja de ruta tras el reconocimiento del plan de autonomía marroquí como "el más serio, creíble y realista". Así que la de este jueves "será una continuación de las RAN anteriores", asegura su representante en España, Abdullah Arabi.
De tal manera que "Marruecos impondrá la agenda y los acuerdos según sus necesidades e intereses exclusivos".
Tal y como advertía el Frente Polisario, el único objetivo de Rabat es supeditar las relaciones bilaterales con España a su posicionamiento respecto del Sáhara Occidental", mantiene el líder del Polisario en nuestro país. Casi cuatro años después del envío de la carta de Sánchez al rey alauita, "Marruecos sigue marcando los tiempos".
En todo caso, es el primer encuentro oficial tras las tres sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 4 de octubre de 2024, que establecen un estatuto separado y distinto del Sáhara Occidental respecto del de Marruecos. Es decir, que no reconocen ninguna soberanía marroquí sobre el territorio.
En este contexto, el Frente Polisario advierte que "permanecerá vigilante de cuantos acuerdos se alcancen en la RAN" por su posible afectación al Sáhara Occidental. Y si esto sucede, iniciará "cualquier vía" a su alcance "en defensa de los intereses legítimos del pueblo saharaui en virtud de su condición de legítimo representante".