El exministro José Luis Ábalos, el día en que la UCO registró su vivienda en Valencia, en junio pasado.

El exministro José Luis Ábalos, el día en que la UCO registró su vivienda en Valencia, en junio pasado. Ana Escobar EFE

Política

Ábalos, primer diputado de la Democracia entre rejas: "Lo envolvieron en mujeres y dinero para hacer de él lo que querían"

El exministro "disfrutón" ascendió desde Valencia al núcleo duro de Ferraz y del Gobierno, aprovechándose de una corriente interna que siempre le fue leal.

Más información: El Supremo encarcela por "riesgo extremo de fuga" al exministro Ábalos, primer diputado en prisión, y a Koldo

Publicada
Actualizada

Las claves

José Luis Ábalos, exministro y ex secretario de Organización del PSOE, se convierte en el primer diputado de la democracia española en ingresar en prisión tras ser acusado de graves delitos de corrupción.

Ábalos fue una figura clave en el PSOE valenciano y en el ascenso de Pedro Sánchez, consolidando una sólida red de lealtades y poder durante su carrera política.

La investigación señala que Ábalos fue presuntamente envuelto en una trama de mujeres y dinero, vinculada a contratos públicos y comisiones, lo que facilitó su implicación en actividades ilícitas dentro del ministerio.

El caso estalló tras destaparse el 'caso Koldo', lo que llevó a la destitución de Ábalos, su paso al Grupo Mixto y, finalmente, su ingreso en prisión, quedando suspendido de derechos y deberes parlamentarios.

El hombre que pronunció el discurso de la moción de censura prometiendo acabar con la corrupción se ha convertido en el primer diputado que entra en prisión tras ser acusado de graves delitos.

De todos los toros a los que se ha enfrentado el hijo de Carbonerito, uno de los diestros más populares de los años 30, el más temible, ha resultado ser el de la cárcel.

Su biografía es la de un político de vida intensa, un hombre "disfrutón", como lo describen en su partido, que supo templar, lidiar y sortear cada embestida durante décadas.

Diplomado en Magisterio, inició su carrera con cargos discretos hasta que en 1999 obtuvo el acta de concejal en el Ayuntamiento de Valencia.

Solo un año después, en 2000, aspiraba ya a la secretaría general del PSPV. Perdió el congreso por apenas diez votos frente a Joan Ignasi Pla.

A partir de entonces consolidó una corriente propia, nacida en la agrupación de Valencia ciudad -que controló durante años- y extendida luego por la provincia.

"Siempre supo colocar bien a su gente", recuerdan fuentes del socialismo valenciano, que evocan cómo distribuía puestos de asesores y en listas con una habilidad innata para trenzar lealtades.

En 2008 amagó con disputarle el liderazgo del PSPV a Jorge Alarte. Finalmente no dio el paso, pero muchos abalistas lograron presencia en las listas gracias a la negociación de "un fajador".

La suerte y el olfato también le acompañaban. En 2000 apoyó a José Luis Rodríguez Zapatero frente a José Bono y, nueve años más tarde, entraba en el Congreso.

Desde entonces, nadie logró moverlo de Madrid: era el poder del PSOE valenciano en la capital.

Su influencia creció aún más en las primarias de 2014, cuando jugó un papel decisivo para decantar hacia Pedro Sánchez una de las provincias con más militancia socialista.

Ábalos fue siempre sanchista. Le respaldó incluso en el tenso Comité Federal del 1 de octubre de 2016, el que le cortó la cabeza a Sánchez.

Y siguió ahí. También cuando el defenestrado líder socialista recorrió España al volante del Peugeot para recuperar la secretaría general. Ábalos era uno de los pocos dirigentes con una corriente "muy potente" en una provincia clave.

"Siempre fue hábil a la hora de escoger bando", apuntan en el socialismo valenciano.

En aquellos días su enfrentamiento con Ximo Puig era abierto. "Sabía que si ganaba Susana Díaz había muchos detrás para pocos cargos. En cambio con Pedro….", explican quienes vivieron esa guerra interna.

Tras acompañar a Sánchez por media España, y con el respaldo del sector abalista, el hoy encarcelado diputado vio cómo su candidato ganaba las primarias.

La provincia de Valencia resultaba clave al arrasar con un 68%.  Uno de los porcentajes más altos de toda España junto con Navarra, Baleares y las cuatro provincias catalanas.

Ábalos, número 3 del PSOE

Después llegaría su ascenso: secretario de Organización del partido y figura esencial en la nueva etapa mientras controlaba el PSOE valenciano.

En Madrid y Valencia coinciden en una definición: un dirigente "afable", aunque "muy celoso de su espacio".

En esa etapa clave entró en contacto con Koldo García. El flamante número tres del PSOE buscaba un militante leal, con "dedicación absoluta". Necesitaba un chófer. Y los contratos de Ferraz "eran especialmente ventajosos para el trabajador", como explican en el entorno de Ábalos.

Cerdán le recomendó a su paisano, que ya había custodiado avales de las primarias en el piso de Marqués de Riscal. Por menos de dos mil euros al mes, Koldo era chófer, guardaespaldas y a la vez asesor principal.

Su llegada no pasó desapercibida: por su físico y por sus formas.

Pronto surgieron dudas sobre a quién servía realmente. "Siempre fue leal a Cerdán", dicen quienes creen que el adjunto a Organización utilizó a Koldo para vigilar a su propio jefe.

Ábalos cultivó siempre fama de mujeriego. Se sabía de su gusto por las mujeres -ya iba por su tercera esposa- y que disfrutaba con la buena mesa y los viajes a Latinoamérica.

Casi en paralelo, Sánchez le confió la defensa de la moción de censura. Su discurso no pudo ser más claro: "Para sacar la corrupción de la política y volver a hablar de lo que importa a la ciudadanía".

Mariano Rajoy replicó con una frase que hoy parece anticipatoria: "Señor Ábalos, corrupción, como sabe usted muy bien porque la tiene muy cerca, la hay en todas partes".

Tras la moción, Sánchez lo nombró ministro de Transportes, la cartera con mayor presupuesto. A la vez, era quien susurraba al presidente mientras Koldo iba aumentando su poder en el ministerio y Cerdán aprovechaba el vacío de poder en Ferraz.

Ábalos se corrompe

"Lo envolvieron a base de mujeres y dinero para hacer en el ministerio lo que quisieran", afirma en privado alguien que compartió Ejecutiva del PSOE con Ábalos.

Esta es una versión extendida dentro del partido.

Jéssica, Carlota "la que se enrolla que te cagas", la Ariatzna, "la colombiana nueva": amigas y prostitutas obtenían colocación en empresas públicas mientras las comisiones ligadas a la obra pública se multiplicaban.

En 2021 fue destituido como ministro y como secretario de Organización del partido, aunque mantuvo su escaño.

Sánchez nunca explicó las razones de aquella caída. Tampoco por qué lo incluyó de nuevo en las listas por Valencia en 2023.

Todo estalló con el caso Koldo. Ábalos se marchó al Grupo Mixto y se negó a entregar el acta.

"Siento que me enfrento solo a todo. Vengo solo a mi coche. No tengo a nadie, no tengo secretaria. Estoy solo", lamentó en la sala de prensa del Congreso en una intervención en la que demostró sus dotes actorales.

Un año y nueve meses después, se convierte en el primer diputado que ingresa en prisión.

Desde ahora, queda suspendido de derechos y deberes parlamentarios, lo que implica que dejará de cobrar su salario mientras permanezca encarcelado.

La incógnita ahora es si tendrá derecho a la indemnización el día que cese como diputado. Tras 16 años con escaño, y con un mes de sueldo por año de servicio, esa compensación podría alcanzar los 80.000 euros.