Isabel Díaz Ayuso, en el Palacio de la Bolsa de Madrid, este miércoles. Europa Press
Sánchez patina: hay pruebas de madrugada en la Sanidad pública y el aumento de seguros privados no es "culpa de Ayuso"
El presidente dibuja la Sanidad madrileña como un "agujero negro" del que los ciudadanos huyen "obligados" a refugiarse en la privada.
Más información: Sánchez acusa al PP de "corrupción" por privatizar servicios: "Usan el dinero de la gente para satisfacer a las élites".
Pedro Sánchez ha decidido convertir los servicios públicos en el eje de su discurso, contraponiendo la defensa que de ellos hace su Gobierno al deterioro que sufren, según su criterio, en las autonomías del PP, especialmente en Madrid y Andalucía.
Durante una intervención en el Congreso de los Diputados en la que debía rendir cuentas sobre los casos de corrupción que rodean a su Ejecutivo, el presidente arremetió contra las "privatizaciones" que atribuye al PP.
Sánchez contrapuso "inversión" frente a "privatización", "derechos" frente a "seguros privados" o "calidad" frente a "pruebas diagnósticas a altas horas de la madrugada". Pero patinó en los datos facilitados por su equipo de la Moncloa.
Lo hizo cuando habló de las pruebas diagnósticas que Madrid hace a "altas horas de la madrugada" y que, según él, perjudican la calidad de la atención.
Sin embargo, hospitales de Castilla-La Mancha, País Vasco o Andalucía realizan pruebas diagnósticas de madrugada. ¿La razón? Muy simple: la máquina no sabe qué hora del día es, hay personal de guardia y se aprovecha la franja nocturna para amortizar los equipos y evitar la saturación del sistema sanitario.
Sánchez apuntó directamente a Madrid, subrayó la "culpa" de Ayuso, pero a escasos kilómetros de la capital, en el Hospital Universitario de Guadalajara —cien por cien público y en una comunidad gobernada por el PSOE— también se realizan este tipo de pruebas nocturnas.
Seguros de salud
El presidente también incurrió en inexactitudes al vincular el número de seguros privados en Madrid con la supuesta falta de calidad del sistema público madrileño.
Pintó la sanidad madrileña como un "agujero negro" del que los ciudadanos huyen "obligados" a refugiarse en la privada. Pero los datos desmienten esa relación.
Según informes de UNESPA, la asociación que agrupa a las aseguradoras, Madrid es una de las regiones con mayor densidad empresarial de España, y las empresas ofrecen cada vez más seguros de salud como parte del salario en especie.
Desde la pandemia, esta práctica se ha disparado: ocho de cada diez compañías tienen contratado un seguro médico para sus empleados, según el IV Barómetro de Seguros de Salud de Adeslas (2022).
Además, el 80% de los funcionarios del Estado —muchos de ellos trabajando en ministerios e instituciones con sede en Madrid— elige recibir asistencia sanitaria a través del modelo Muface, es decir, mediante seguros privados.
¿300.000 millones más?
Desde la tribuna, el presidente aseguró que su Ejecutivo ha transferido más de 300.000 millones de euros adicionales a las comunidades autónomas respecto a la etapa de Mariano Rajoy, pero denunció que "las del PP los usan para regalar dinero a las élites y hacer negocios con la sanidad".
Puso como ejemplo a la Comunidad de Madrid, donde —según sus datos— uno de cada tres euros del gasto sanitario va a conciertos con empresas privadas y donde la confianza en la sanidad pública ha caído 23 puntos desde 2019.
"Han convertido Madrid en un casino en el que Quirón siempre gana y los ciudadanos siempre pierden", lanzó el presidente entre la indignación de la bancada popular.
Desde la Puerta del Sol, el portavoz del Ejecutivo madrileño, Miguel Ángel García, replicó con otra batería de cifras: "El 77% de los usuarios de la sanidad madrileña se declaraban satisfechos en 2024, nueve puntos más que en 2021".
Añadió que seis de los diez mejores hospitales públicos de España, según los rankings nacionales e internacionales, están en Madrid, y que la región lidera en atención a pacientes de ELA, en formación MIR y en trasplantes públicos.
"O hay un desconocimiento absoluto o está mintiendo en sede parlamentaria", afirmó García, que recordó además que "el Gobierno no transfiere nada a Madrid, son los impuestos de los madrileños" y que "el 80% de ellos se los queda el Estado".
La Comunidad de Madrid defiende, además, que dedica el 36% de su presupuesto a sanidad, con un incremento de casi 3.000 millones desde 2019.
Prestaciones sanitarias
Pero todos esos datos, tanto los de Madrid como los del Gobierno central, tienen puntualización.
En lo que respecta a la financiación, el Gobierno alega incrementar sus partidas, pero no explica que también ha tenido que incrementar las prestaciones a cubrir, como es el caso de la ley de Dependencia, donde muchas ayudas se vinculan al Ejecutivo central o fondos directos de Europa.
"No podemos hacer una valoración de esas cifras, a veces mete hasta las transferencias de las pensiones", critican desde la Puerta del Sol, tachando a Sánchez de sacar la "brocha gorda" para dar datos.
En este sentido, Madrid ha denunciado en varias ocasiones que, solo de esos traspasos a cuenta, Sánchez debe "mucho dinero" a la Comunidad de Madrid.
"Moroso". Así fue como le llamó la presidenta regional por una deuda a cuenta de las arcas madrileñas de más de 10.500 millones de euros en prestaciones.
Respecto a la calidad de la atención sanitaria madrileña, la Comunidad usa siempre rankings internacionales de sus hospitales para destacar su valor. Y son ciertos. Pero es necesario puntualizar que la mayoría de esos rankings no son evaluaciones de la calidad de los servicios, sino el número de servicios que ofertan. Por ello, al ser Madrid una red de macro hospitales, es lógico esos resultados tan positivos.
Aun así, el choque no se limita a los números. Es un debate ideológico sobre el papel de lo público y lo privado que el presidente ha elevado a símbolo de su mandato. Las alusiones a Madrid y Andalucía no han sido casuales.
Sánchez y el PSOE preparan ya la ofensiva política de los próximos meses. Con Extremadura, Castilla y León y Andalucía en el horizonte como primer gran campo de batalla electoral, y la gestión sanitaria estará en el centro del debate.