Alberto Núñez Feijóo, el sábado 25 de octubre, con Jorge Azcón y la alcaldesa ed Zaragoza, Natalia Chueca.
Azcón trabaja ya en un adelanto electoral con las encuestas a su favor y la idea de desquitarse de Vox pactando con Aragón Existe
Los sondeos internos del PP cifran que faltan sólo tres escaños para la mayoría absoluta.
Los de Abascal han roto las negociaciones, "después de lo de Extremadura", pero Azcón podría gobernar con los regionalistas.
Más información: El PP pedirá al Congreso que impida reasignar recursos entre ministerios para que Moncloa no tape la falta de Presupuestos.
La estrategia autonómica del Partido Popular, al servicio de la nacional, se sigue despejando: tras la decisión de María Guardiola de convocar elecciones en Extremadura para el 21 de diciembre, Jorge Azcón seguirá el mismo camino en Aragón, después de que Vox haya "roto contactos".
La diferencia es que el presidente aragonés está alargando los plazos de forma deliberada, dentro de su "doble objetivo". Es decir, "alcanzar un acuerdo de Presupuestos para aprovechar el gran momento de Aragón", sostiene, "y cambiar el Gobierno de España".
Según las encuestas internas que maneja Azcón, al PP le faltan sólo tres escaños para alcanzar la mayoría absoluta de 34 diputados.
Eso resulta "bastante" como para aspirar a conseguirla en una convocatoria adelantada, según fuentes del entorno del presidente aragonés. Pero la ruta hacia esa mayoría no es única ni evidente.
El equipo de Azcón maneja dos alternativas, más allá de la de recuperar la capacidad de pacto con Alejandro Nolasco, líder aragonés de Vox.
La primera pasa por hallar la manera, ya "improbable", de que la dirección nacional de Vox, liderada por Santiago Abascal, "permita a sus compañeros aragoneses negociar" los presupuestos de 2026.
Conseguirlo, como dice desear la dirección nacional, "permitiría completar la legislatura" sin adelanto electoral y, desde ahí, intentar la mayoría absoluta en 2027 con un mandato más consolidado.
La segunda opción es más realista, tras el fracaso de los contactos mantenidos con la dirección de Abascal en el viaje relámpago de Azcón a Madrid el pasado 19 de octubre.
Consiste en convocar elecciones anticipadas en primavera de 2026 para negociar, tras las urnas, un pacto de legislatura con Aragón Existe. La suma, según los sondeos, daría la mayoría necesaria para gobernar, como ya empieza a atisbar Guardiola con la unión de regionalistas bajo la marca Juntos por Extremadura.
"Sin Presupuestos, urnas"
Toda esta operación responde a un mandato explícito de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP pretende demostrar que su formación es "un partido de Estado" que "respeta la institucionalidad" por encima de todo.
Esa obsesión de Feijóo tiene una consecuencia directa y vinculante para todos sus barones: el PP interpreta la Constitución de forma rígida en materia de Presupuestos.
Según la dirección popular, la Carta Magna obliga no sólo a presentar las cuentas públicas, "algo que Pedro Sánchez no hace a nivel nacional", sino a aprobarlas efectivamente.
La Constitución prevé una prórroga presupuestaria cuando no se aprueban a tiempo. Pero, según el PP, nunca dos prórrogas seguidas. "Sin Presupuestos no se puede gobernar", resume la tesis del PP.
La prórroga es "nada más que un mecanismo meramente práctico" para que las Administraciones no se queden paralizadas, no "un cheque en blanco para seguir gobernando indefinidamente".
Por eso, Feijóo anunció el 1 de septiembre que, cuando llegue a Moncloa, impondrá por ley que cualquier gobernante que no apruebe dos Presupuestos consecutivos "tenga que ir a elecciones automáticamente".
Si eso implica una reforma constitucional, según advierten los juristas consultados, Feijóo está decidido a impulsar esa reforma al margen del coste político que pueda suponer.
Bajo esa filosofía, Guardiola ya ha tomado su decisión en Extremadura. Azcón la tomará pronto en Aragón, pero antes está utilizando una táctica que le resulta estratégicamente conveniente.
La "pinza PSOE-Vox"
El presidente aragonés alega que ni siquiera puede presentar los presupuestos hasta que María Jesús Montero, vicepresidenta de Hacienda, "convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera".
Sin esa reunión, ni él ni el resto de presidentes autonómicos conocen el techo de gasto, el límite de déficit ni, sobre todo, las entregas a cuenta que el Estado hará para 2026.
"Es imposible calcular ingresos y gastos sin conocer los ingresos", explican fuentes del entorno de Azcón.
Con este argumento, el presidente aragonés pretende que se visualice la "pinza PSOE-Vox" como culpables del eventual adelanto de urnas y transfiere la responsabilidad de las elecciones anticipadas "a quienes bloquean".
Pero hay más. El PP necesita fijar una fecha que encaje en el rally electoral autonómico que Feijóo y los barones diseñaron en la última cumbre de presidentes celebrada en Murcia, a finales de septiembre. "Cada autonomía tiene sus ritmos, sus necesidades y merece su espacio", explica un miembro de la cúpula de Génova.
Extremadura va a votar el 21 de diciembre. Castilla y León celebrará elecciones en febrero o marzo y Andalucía, en junio de 2026, previsiblemente, por fin de mandato. Es posible que las haya en Baleares por bloqueo presupuestario y en la Comunidad Valenciana si no se halla sucesor a Carlos Mazón que acepte, de nuevo, Vox.
En ese contexto, Azcón prevé negociar con discreción una alianza postelectoral con Aragón Existe para tomarse la revancha de Vox. Aún desea que Abascal permita a Nolasco pactar las cuentas, pero sabe que "tras lo de Extremadura, es imposible", como explican fuentes cercanas.