El presidente Pedro Sánchez conversa con el canciller Friedrich Merz durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas

El presidente Pedro Sánchez conversa con el canciller Friedrich Merz durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas Unión Europea

Política

Escepticismo de los socios de la UE por el giro de Alemania con el catalán: dudan que el "efecto arrastre" logre la unanimidad

Madrid y Berlín cocinan una declaración conjunta a espaldas del resto de socios europeos, que acogen con sorpresa e incredulidad el cambio radical de postura de Alemania.

Más información: La UE rechaza por séptima vez la petición de Sánchez de hacer oficial el catalán como había prometido a Puigdemont

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Las claves

España y Alemania han acordado abrir un diálogo para reconocer el catalán como lengua oficial en la UE.

El cambio de postura de Alemania ha sorprendido a otros países de la UE, dejando a Italia como líder de la oposición al catalán.

El acuerdo entre España y Alemania podría influir en la dinámica de negociación, aunque no garantiza la unanimidad necesaria para aprobar el catalán como lengua oficial.

La declaración conjunta de Berlín y Madrid no fija plazos y se limita a iniciar conversaciones bilaterales.

18 de julio de 2025. El secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, protagoniza en Bruselas un tenso enfrentamiento personal con su homólogo alemán, el democristiano Gunther Krichbaum, que se ha erigido en la figura de referencia de la decena de países que rechazan de plano la oficialidad del catalán en Europa.

Es ya la séptima vez que el Consejo de Asuntos Generales debate la petición del Gobierno de Pedro Sánchez, pero éste sigue sin dar respuesta a las múltiples dudas jurídicas, operativas y económicas que suscita. Los socios europeos le acusan de instrumentalizar la UE para resolver problemas de política nacional.

Aunque Alemania asume todo el protagonismo, tiene detrás al resto de grandes potencias de la UE: Francia, Italia y Polonia. También se oponen expresamente Suecia, Finlandia, Bulgaria, Irlanda, Croacia, Austria o Luxemburgo. Los servicios jurídicos del Consejo avisan de que el reconocimiento del catalán exigiría una reforma de los Tratados que nadie quiere.

24 de octubre de 2025. España y Alemania anuncian en una declaración conjunta que han acordado "abrir un diálogo con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas oficiales distintas del español sean reconocidas como oficiales en la UE de forma que sea aceptable para todos los Estados miembros".

"La incorporación de dichas lenguas constituye una parte esencial de la identidad plurilingüe de España. Por ello, hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales", dice el texto, que no fija ninguna fecha.

La declaración da oxígeno a Sánchez justo cuando Junts había endurecido el tono y amenazaba incluso con promover una moción de censura "instrumental" en la reunión que celebrará el lunes en Perpiñán. El reconocimiento del catalán en la UE es uno de los 'pagos adelantados' que lleva reclamando Puigdemont desde agosto de 2023.

A espaldas del resto

Madrid y Berlín han cocinado su acuerdo a espaldas del resto de socios europeos, que han acogido con sorpresa e incredulidad este giro drástico de Alemania. El cambio de rumbo ha dejado especialmente descolocados a los países que mantienen una oposición más feroz al catalán, que ahora se quedan huérfanos de líder.

La mayoría de los diplomáticos consultados por EL ESPAÑOL coinciden en que el pacto entre España y Alemania sacude por completo la dinámica de la negociación, por el efecto arrastre que puede provocar sobre otros Estados miembros. Otras delegaciones, entre ellas el resto de grandes potencias, guardan silencio.

Aun así, nadie se atreve a garantizar que este documento baste para lograr la unanimidad necesaria que permita aprobar el uso del catalán como lengua oficial. Cada Estado miembro conserva el poder de veto y puede bloquear la decisión en solitario.

El pacto entre Madrid y Berlín "por supuesto que cambia las cosas, porque hasta ahora Alemania e Italia eran los dos países que se oponían con más firmeza a la petición española". "No sabíamos nada. Nosotros nos oponíamos, pero ahora tendremos que reevaluar nuestra posición", explica a este periódico un diplomático europeo.

"Ahora Italia se queda sola en la primera línea de rechazo y mucho va a depender de lo que hagan ellos", apunta el diplomático.

"Sería, sin duda, un gran paso adelante si España y Alemania logran juntos encontrar soluciones a algunos de los asuntos planteados en discusiones previas”, dice a este periódico otro alto funcionario de la UE.

"Si Alemania cambia, es importante", zanja un tercer diplomático sénior.

Sin embargo, la experiencia pasada de Gobiernos españoles de distinto signo demuestra que el apoyo de Alemania no es siempre suficiente para sacar adelante iniciativas nacionales. 

Tanto Luis de Guindos como Nadia Calviño contaban con el respaldo público de Berlín en sus respectivas candidaturas para presidir el Eurogrupo, en 2015 y 2020. Aunque solo necesitaban una mayoría simple para ser elegidos, ambos cayeron derrotados con estrépito debido a la revuelta de los países pequeños.

El caso de la oficialidad del catalán es mucho más complicado por esta exigencia de unanimidad.

De hecho, en la declaración conjunta Berlín no se compromete en realidad a nada salvo a "iniciar conversaciones bilaterales", a partir de las cuales "España presentará un texto para debate y decisión", sin marcar ninguna fecha.

¿Alianza Merz-Sánchez?

¿Qué ha ocurrido entre julio y octubre que explique el viraje de Alemania? La visita del canciller Friedrich Merz a Madrid el pasado 18 de septiembre marcó un giro radical en sus relaciones con Sánchez. Alli, el alemán dio largas a la cuestión del catalán alegando que en el futuro podría resolverse con la inteligencia artificial.

Sin embargo, Merz se llevó una buena impresión del presidente del Gobierno y los dos acordaron colaborar en Bruselas, pese a sus importantes discrepancias en asuntos como las sanciones contra Israel, según explican fuentes diplomáticas.

El sitio web Politico ha hablado incluso de un pacto entre Sánchez y Merz, que lideran respectivamente a los socialistas y a los democristianos europeos, para poner orden en el Parlamento Europeo. Ni Madrid ni Berlín confirman a EL ESPAÑOL esta información.

Allí, la 'gran coalición' de populares, socialistas, liberales y verdes que sostiene a Ursula von der Leyen está sufriendo disensiones internas crecientes, que esta misma semana se han traducido en el rechazo de un paquete de simplificación legislativa fundamental para Merz.

Según Politico, Merz y Sánchez habrían llegado a un acuerdo para consolidar la 'gran coalición', lo que implicaría cesiones por ambas partes.