Feijóo con los barones del PP en el acto en Murcia
Feijóo emula a Canadá y propone un visado por puntos para inmigrantes: “Es un desafío porque se ha descontrolado”
El líder del PP se fija en dos países en manos de liberales y laboralistas, Canadá y Australia, como modelo frente al "descontrol" de Sánchez.
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Ni el modelo de Vox, ni el del PSOE. Alberto Núñez Feijóo ha presentado un modelo inmigratorio a medio camino entre los dos asumiendo que la situación se ha "descontrolado".
Así consta en una "declaración" que han firmado los 14 barones del PP en Murcia y en la que afirman que "en sólo cuatro años, la población extranjera ha aumentado en más de 1,5 millones de personas hasta llegar a los 7 millones" y un 14% del total.
"Nuestro país no puede seguir atrapado en el modelo disfuncional del Gobierno central, que ha convertido la irregularidad en la vía más rápida", dice el documento en el que piden "una política migratoria eficaz".
“Tenemos derecho a decidir quién entra en nuestro país y con qué condiciones”, añadía luego Feijóo en su intervención.
Feijóo ponía como ejemplo a la Canadá liberal y a la Australia laborista, mientras evitaba mencionar a la Italia de Giorgia Meloni o a la Hungría de Viktor Orbán, que representan el modelo de Vox.
El líder del PP prefería destacar las políticas migratorias de dos países con gobiernos ideológicamente distintos —uno liberal y otro laborista— pero con sistemas muy restrictivos, basados en un “visado por puntos”, al que elogió expresamente.
Este sistema exige que el solicitante alcance una calificación mínima para poder entrar en el país, y prioriza la “cultura próxima” —en referencia a América Latina—, el conocimiento del idioma y la cobertura de puestos donde "falta mano de obra".
También se favorecerá a quienes provengan de países cuyos gobiernos estén comprometidos con la política migratoria de España.
Por el contrario, quedarían fuera quienes procedan de estados “que no se comprometan a mantener el orden”.
Feijóo también marcó distancia con Santiago Abascal.
“El inmigrante no es una víctima, como dice el Gobierno, ni un delincuente por defecto, como dice Vox”, afirmó el líder del PP, situándose, según él, “entre los dos extremos”.
El presidente del principal partido de la oposición defendió que la solución no pasa por “regularizarlos a todos”, ni por “echarlos al mar”, como ha propuesto Abascal, quien incluso ha llegado a sugerir la intervención de la Armada para bombardear cayucos.
Feijóo sí abogó por una política de “tolerancia cero con el delito” y afirmó que los delitos graves deberían conllevar la pérdida del derecho a trabajar en España.
La expulsión también se aplicaría, según su propuesta, a quienes cometan delitos leves de forma reincidente.
Además, se comprometió a desincentivar el cobro de ayudas públicas si no se trabaja activamente.
Así, si llega al Gobierno, las prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital estarán vinculadas a la búsqueda activa de empleo, con el objetivo de favorecer al inmigrante que viene a trabajar.
La declaración firmada por los barones del PP subraya además que“La nacionalidad no puede ser un mero trámite administrativo, sino la culminación de un proceso de integración”.
Entre los criterios que se valorarán, destacan los aspectos lingüísticos, culturales y económicos, que deben reforzar el proyecto común del país.
Feijóo también era muy duro con el reparto de menores inmigrantes que llegaron a Canarias. El líder del PP acusaba al Gobierno de trataro "a los inmigrantes como una moneda de cambio". "Es lo que hacen con el reparto. A los independentistas no les toca", lamentaba.