El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso de los Diputados. Efe

Política

El Congreso pide tumbar la Ley de Vivienda y el Senado vota reprobar a Puente el día que Sánchez alardea de estabilidad

En ocho días, el Gobierno también ha perdido la propuesta para reducir la jornada laboral y el plan para crear una oficina anticorrupción. 

Más información: El Congreso insta al Gobierno a derogar la Ley de Vivienda porque "reduce la oferta y sube los precios y la okupación"

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Todo ocurrió el mismo día.

Por la mañana, Pedro Sánchez presumía de "estabilidad".

Por la tarde, el Senado reprobaba al ministro Óscar Puente.

Y, para rematar la jornada, el Congreso instaba al Gobierno a derogar la Ley de Vivienda.

PP, Vox y Junts sumaron fuerzas en ambas cámaras para marcar la agenda un curso político que arranca cuesta arriba para Moncloa.

Hacia las nueve de la mañana, en su habitual cara a cara con Alberto Núñez Feijóo, el presidente del Gobierno reivindicó la solidez de su Ejecutivo insistiendo en que el suyo es "el tercer gobierno más longevo de la Unión Europea".

"La estabilidad no la da una mayoría absoluta", fueron sus palabras.

El PP salió enseguida a cuestionar esa afirmación.

"En siete años, tres presupuestos y cuatro prórrogas. Cero presupuestos en esta legislatura. 51 ministros, solo siguen cuatro. Y tres números dos del partido en siete años, uno en la cárcel y otro imputado", recordó Juan Bravo, responsable económico del PP.

Horas después, la "estabilidad" de la que alardeaba Sánchez se resquebrajaba. Al menos a nivel parlamentario.

Por un lado, el Senado reprobaba por tercera vez en un año al ministro de Transportes, Óscar Puente. La iniciativa salió adelante con los votos de PP, Vox, Junts, UPN y Coalición Canaria, mientras ERC se abstuvo.

En realidad, la reprobación de un ministro tiene un valor sobre todo político. Y con mayoría del PP en el Senado, el resultado se daba por hecho.

Lo significativo es el voto de Junts, que manda un recado claro al Gobierno.

Ese voto de Junts se suma a otros desencuentros recientes con el Ejecutivo. La formación de Carles Puigdemont ya advirtió que "este otoño pasarán cosas que no han pasado hasta ahora".

Los independentistas catalanes han tumbado ya varias iniciativas en el Congreso, como la reducción de la jornada laboral, medida estrella de Yolanda Díaz, y la creación de una agencia anticorrupción.

Precisamente este miércoles la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, preguntó a Sánchez en la sesión de control si "cree que podrá seguir gobernando".

A Nogueras no le vale con el "bla, bla, bla" —dijo—, sino que quiere "hechos". En su réplica, Sánchez le aseguró la "máxima voluntad" de cumplir con los acuerdos entre Junts y el Gobierno.

En paralelo, el Congreso aprobaba una iniciativa del PP para instar al Gobierno a derogar su Ley de Vivienda de 2023. La moción salió adelante con los votos de PP, Vox, Junts y UPN

¿El motivo? Estos partidos consideran que la norma ha generado "inseguridad jurídica, subida de precios, reducción de la oferta y más okupación e inquiokupación".

Reunión en Suiza

Con la vista puesta en encarrilar el curso político, Junts y PSOE mantendrán este jueves una nueva reunión en Suiza.

Al encuentro acudirá José Luis Rodríguez Zapatero y llega en vísperas de la votación sobre la proposición para delegar competencias en inmigración.

La iniciativa de transferir la gestión de la inmigración a Cataluña, además, será previsiblemente rechazada por PP, Vox y Podemos. 

Podemos denuncia que la iniciativa incluye una exposición de motivos de la que se desprende que la inmigración es un problema y "un riesgo para la convivencia y la cohesión social".

"Es una norma que sólo se entiende en el marco de la pugna electoral que mantienen Junts y Aliança Catalana, un hecho constatado por todos los analistas políticos en Cataluña y en el conjunto del Estado, ya que Aliança Catalana recorta distancia con Junts en las encuestas", dicen en Podemos.

En el Gobierno asumen que el trámite se encuentra atascado y difícilmente prosperará en el Congreso.

Según fuentes de Moncloa, la actitud de Junts inquieta al Gobierno porque estos reveses parlamentarios ensombrecen la posibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2026.

En Moncloa, en cualquier caso, consideran que Junts trata de reaccionar a los sondeos.

Las encuestas sitúan a la formación de Puigdemont en competencia directa con Aliança Catalana, partido independentista con un duro discurso sobre inmigración.

La tesis de Junts es que irán votación a votación, pactando lo que sea posible y rechazando lo que no compartan, aunque ello suponga poner en difícil situación al Gobierno de Pedro Sánchez.

Por ejemplo, estos días han pactado con el ministro Pablo Bustinduy el uso del catalán en la atención al público en toda España.