Alberto Núñez Feijóo, entre Miguel Tellado y Alma Ezcurra, este lunes en la Junta Directiva Nacional del PP.

Alberto Núñez Feijóo, entre Miguel Tellado y Alma Ezcurra, este lunes en la Junta Directiva Nacional del PP. Diego Puerta / PP

Política PARTIDO POPULAR

Feijóo, a izquierda y derecha: "Me toca ofrecer un proyecto de nación frente a la sociedad rota que pretenden todos los demás"

Feijóo lamenta el "triángulo tóxico de corrupción, mentira e incompetencia", y advierte que no concederá "un milímetro" ni a Sánchez ni a quien no crea en "el cambio político de sentido común" que él encarna.

Más información: Feijóo: "El responsable del boicot a La Vuelta es Sánchez, no puede gobernar quien jalea la violencia entre compatriotas".

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El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha reivindicado este lunes ante la Junta Directiva Nacional su papel como alternativa de Estado frente a un Gobierno que, a su juicio, divide y desgasta al país. "Me corresponde ofrecer un proyecto de nación frente a la sociedad rota que pretenden todos los demás", afirmó en la sede de Génova.

El líder del PP apeló a la "urgencia de cambiar el rumbo" político de España, durante su discurso. Feijóo denunció la "corrupción, la mentira y la incompetencia" como un "triángulo tóxico" que, a su juicio, está marcando la legislatura de Pedro Sánchez.

El popular se comprometió a presentar nuevas propuestas en vivienda, empleo, jóvenes, migración... porque "España no quiere más circo, quiere más pan", resumió el dirigente gallego. El político gallego apeló al "sentido común", frente a la "supervivencia divisiva" de Sánchez y a otros "extremismos que todo lo rompen", ofreciendo una alternativa de paz social.

En su intervención, Feijóo señaló que repetirá "millones de veces" que España necesita un cambio, "tantas como españoles hay".

Y es que acusó al Ejecutivo de "haber comenzado vendiendo la impunidad por el poder" y de seguir, ahora, "intoxicándolo todo para mantenerlo". Como ejemplos, mencionó al CIS, "que ya sólo mide el nivel de indecencia del Gobierno, con unas encuestas que nadie se cree" y a TVE, "a la que sólo le queda de pública que la pagamos todos, y es un aparato impúdico de propaganda".

También cargó contra el asalto al Constitucional, los ataques a los jueces, y recordó que "el fiscal general, que debería ser garantía del Estado de derecho, ejerce bajo fianza antes de ir a juicio".

A quien señaló como origen de todos estos males, claro, fue a Sánchez: "Porque es que el listón ético está en Moncloa, y en la Moncloa está él", sentenció. Y el presidente ha hundido ese listón, al tener "a su mujer y a su hermano en los juzgados, a su número dos en la cárcel y al otro rodeado de sobrinas y corruptelas".

El segundo vértice, la mentira, "ya es el método cotidiano" del Gobierno, el de todos los días, porque "han renunciado a la honestidad", dijo.

Y cerró el "triángulo tóxico" con la incompetencia, jugando incluso con una excusa irónica: "Quien está atrapado en escándalos no puede concentrarse en gobernar, sino en sobrevivir".

Propuestas de gobierno

El dirigente popular se refirió a la gestión económica y social. "Dicen que la economía va como un cohete, pero la inflación vacía las neveras", señaló, criticando la ausencia de soluciones reales para trabajadores y familias.

Y añadió que "cuando el Gobierno debe votar una medida que supuestamente beneficia a los españoles, Sánchez se va al cine".

En materia de infraestructuras y servicios, Feijóo recordó los problemas ferroviarios. "La única solución no puede ser: dadme dos años a ver si lo arreglo", ironizó, reclamando que el Ejecutivo asuma responsabilidades.

También dedicó unas palabras al campo. "El rural no es un jardín que decorar desde los despachos; no impongan discursos absurdos", advirtió, comprometiéndose a presentar incentivos y medidas para el empleo en los pueblos.

Feijóo acusó al Ejecutivo de subestimar a los jóvenes. "Les dicen que nunca tuvieron más oportunidades porque les pagan una entrada de cine, pero este Gobierno subestima su capacidad y su inteligencia".

Frente a ello, anunció la preparación de un plan de vivienda alternativo que llevará al Congreso.

"No es xenófobo pedir orden"

En el capítulo migratorio, denunció la ausencia de política por parte de Sánchez. “Hoy, en España se reparten personas sin criterio, sin igualdad ni medios". Frente a lo que calificó de improvisación, planteó "una integración obligatoria que beneficia al que viene a trabajar y convivir, con garantías".

Negó cualquier sesgo ideológico en sus propuestas. "El orden no es xenofobia, no es insolidaridad pedir que se cumpla la ley, no es extremismo pedir respeto y convivencia, es sentido común".

Ese sentido común, aseguró, será guía para un PP de gobierno.

Alertó sobre las consecuencias de un Ejecutivo que divide. "Enfrentan a hombres contra mujeres, arrendadores contra inquilinos, jóvenes contra mayores, izquierdas contra derechas... todo enfrentado, todo roto".

Según él, "no es casual, es un método, y sólo genera toxicidad política".

"Ni un milímetro"

Criticó el uso sectario de la política exterior y de la violencia como arma ideológica. "Se puede repudiar lo que ocurre en Gaza sin caer en el antisemitismo ni ser felicitado por unos terroristas" como los de Hamás. Y llamó a "condenar la violencia sin matices ideológicos”.

Feijóo denunció que el Gobierno alienta el sectarismo. "Es violencia política impedir que una competición deportiva termine alentándolo desde el poder; es sectarismo señalar a unas nacionalidades o periodistas y jueces".

Frente a ello, prometió que "nosotros gobernaremos para lograr una sociedad en paz y que nadie nos la arrebate".

El político gallego cerró su intervención reclamando un cambio profundo. "Más allá de la alternancia, ofrecemos una reparación y una reconstrucción completa".

Y añadió dos condiciones: “No conceder un milímetro de terreno al Gobierno hasta que llegue el cambio, no caeremos en sus trampas; y cuando llegue, tampoco concederlo a quien no crea en él".

Su conclusión resumió el mandato de futuro que atribuye al PP, frente a los extremos: "España no quiere más circo, quiere más pan”.

Por eso, insistió en que "no es un mandato limitado al PP; debemos preparar un país, porque me corresponde ofrecer un proyecto de nación frente a la sociedad rota que pretenden los demás".