El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, este martes en el Congreso de los Diputados.
El Congreso tumba el decreto 'antiapagones' con los votos en contra de PP y Vox, a los que se unen Junts, Podemos y BNG
Feijóo se niega a que Sánchez "lo busque" ahora que "le fallan sus socios", argumentando falta de autocrítica y de esclarecimiento del "cero eléctrico " y discrepancias de fondo en la política energética.
Más información: Sánchez implica al PP en la "internacional del odio" mientras depende de su voto para aprobar tres decretos clave.
El Partido Popular ha votado en contra de la convalidación del real decreto antiapagones, una de las piezas clave de la agenda energética del Gobierno de Pedro Sánchez.
El pleno del Congreso ha rechazado el texto, con 165 votos a favor y 183 en contra, la convalidación del real decreto-ley con medidas para reforzar el sistema eléctrico tras el apagón peninsular del pasado 28 de abril, al desmarcarse Podemos, BNG y Junts del Gobierno y sus socios y votar en contra junto al PP, Vox y UPN.
La formación de Alberto Núñez Feijóo sorprende rompiendo las quinielas que apostaban a que sucumbiría a las presiones de las grandes empresas energéticas, muy interesadas en que el decreto fuese convalidado. Según fuentes de la formación, "no es labor del PP rescatar al Gobierno".
Es más, como recuerda una persona cercana a Feijóo, "el presidente ya se lo dijo a Sánchez en el día de su investidura, que esto era un error y que no viniese a buscarnos el día que le fallaran sus socios". Más aún teniendo en cuenta que hasta la víspera, desde Chile, el líder socialista estaba "insultando" al PP, incluyéndolo en la "internacional del odio".
Así, el PP se niega a ser el apoyo de emergencia de un Ejecutivo "en plena crisis parlamentaria", y precipita la caída de un texto en el que Moncloa buscaba blindar el sistema eléctrico frente a nuevas interrupciones como la sufrida por toda España el 28 de abril... aunque todavía no ha aclarado quién hizo qué aquel día, o aquellos días, ni se han depurado responsabilidades políticas al respecto.
Desde Uruguay, donde se encuentra de gira latinoamericana, Sánchez trataba de quitarle hierro a su derrota: "Aquéllos que nos criticaban por oscurantismo y por no poner encima de la mesa soluciones que protejan al consumidor y al país son quienes lo tumban", dijo el presidente.
"Votar en contra del Gobierno cuando estás votando en contra del interés general me parece que es todo menos política", ha destacado. "No hace falta que votes a favor, pero te abstienes, facilitas un decreto que es en beneficio de la gente", sentenciaba en rueda de prensa junto al presidente uruguayo, Yamandú Orsi.
Fuentes oficiales del PP insisten en que, al margen de las presiones de las grandes eléctricas —muy interesadas en la aprobación del decreto—, el partido llegó a la conclusión de que negar su apoyo era la única vía coherente con sus exigencias: "Si el presidente no tiene el respaldo de la Cámara, debe buscarlo en las urnas".
Las razones
La negativa de Génova se sustenta en varios argumentos. El principal, apuntan, es que el Gobierno no ha asumido "ninguna responsabilidad política" tras el apagón que dejó sin luz a gran parte del país durante 24 horas. "No ha habido una sola dimisión o cese", reseña la dirección popular.
Consideran además inaceptable que "se legisle para evitar futuros problemas sin esclarecer aún qué ocurrió en el pasado" y, sobre todo, sin explicaciones públicas convincentes para los ciudadanos.
Por otro lado, el PP critica que el real decreto ha sido presentado de manera precipitada, en un pleno escoba de convalidaciones a la carta.
Según los de Feijóo, a esta última sesión del congreso antes de las vacaciones de agosto, Moncloa pensaba traer la llamada ley Bolaños de reforma de la Justicia, la polémica rebaja de la jornada laboral, entre otras urgencias legislativas. Todo ello se ha aparcado hasta el otoño, "porque Sánchez no tenía votos para sacarlo".
En palabras de los populares, esa reducción de los horarios laborales se ha impuesto "al margen de los acuerdos entre empresarios y trabajadores"; la ley sobre jueces y fiscales "se ha hecho en contra de los fiscales y los jueces". Y así, Moncloa "amontona iniciativas complejas sin un debate riguroso".
Propuesta alternativa
El partido de Feijóo anuncia que, lejos de bloquear sin más la política energética del Gobierno, presentará en los próximos días una proposición de ley propia en materia energética. Este movimiento busca, según fuentes del grupo parlamentario, "garantizar las inversiones que España necesita" en coordinación con las Comunidades Autónomas.
"El texto que proponemos dará respuesta real a las carencias del sistema, y confiamos en que sí logre el respaldo de la Cámara", avanzan fuentes populares.
Otras fuentes consultadas por este periódico apuntan, además, que la falta de una revisión sobre el calendario de cierre de las centrales nucleares ha sido determinante para el rechazo: "El PSOE ni siquiera ha abierto esa puerta, pese a que la urgencia energética lo exige".
Con el rechazo expreso de Podemos, BNG y Junts, en el PP destacan que "Pedro Sánchez no ha conseguido ni uno solo de sus objetivos". La derrota para el Gobierno "es total", sostienen.
La debacle parlamentaria llega, subrayan en el PP, en una coyuntura crítica para el PSOE, de la que huyen sus socios. Se produce "con Santos Cerdán declarando ante el Supremo" tras varias semanas en prisión provisional; justo después de que Isabel Pardo de Vera viera cómo "le era retirado el pasaporte" y con la Fiscalía "pidiendo prisión" para el hermano de Ximo Puig.
"Todo ello en un intervalo de solo 24 horas... hasta aquí ha llegado la escapada", dicen los populares.
Presión de las eléctricas
El PP no ha hecho caso a la presión para sacar adelante el decreto que ha llegado desde las grandes empresas energéticas, interesadas en un marco de estabilidad regulatoria. Sin embargo, y aunque las fuentes oficiales no han querido confirmarlo, el reciente estallido del caso Montoro ha podido reforzar la determinación del PP para marcar distancias.
Para Génova, se mandarían así dos mensajes: que este PP no se pliega a "ningún interés" ni actúa bajo presiones empresariales, y que quienes anhelen estabilidad política no la lograrán con Sánchez en Moncloa.
Así lo resumía un destacado dirigente popular: "Si las eléctricas quieren estabilidad y reformas de calado, sólo la encontrarán con un Gobierno resultado de unas urnas, no como rehén de minorías parlamentarias ni de la debilidad del PSOE".
Esa debilidad aritmética del Gobierno resulta cada vez más evidente. Recuerdan los populares que sólo la Ley de Amnistía "ha tenido los votos garantizados en esta Legislatura". Y repasan, además, otras concesiones polémicas que sirvieron para aparentar que era cierto lo que proclamó Sánchez en la noche del 23-J de 2023: "Somos más".
Para que Francina Armengol fuera presidenta del Congreso, "tuvimos que ponernos los pinganillos". Para que Sánchez consiguiera gobernar, "hubo que amnistiar a activos del procés". Y ahora, para poder mantenerse, "quiere un cupo fiscal con el separatismo catalán".
Desde la dirección popular insisten en que no iba a ser la oposición quien salvara al presidente de su aislamiento parlamentario. Y en este contexto de crisis política, el PP plantea abiertamente la necesidad de "convocar elecciones en otoño" ante la "incapacidad manifiesta" del Gobierno.
Recuerdan que Sánchez "tuvo votos para llegar, pero no los tiene para seguir" y subrayan la imposibilidad de aprobar ni siquiera "un simple decreto, por no hablar de unos nuevos Presupuestos Generales".