La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, en un acto este lunes en Sevilla.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, en un acto este lunes en Sevilla. Europa Press

Política

Moncloa, unidad de quemados: ni Montero ni Bolaños asumen consecuencias tras poner "la mano en el fuego" por Cerdán

El propio Sánchez, Pilar Alegría y Albares, también mostraron su apoyo al exsecretario de Organización del PSOE, aunque sin exponer sus extremidades.

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Las maniobras en el Gobierno para tratar de desvincularse del exsecretario de Organización socialista Santos Cerdán, en prisión preventiva desde este lunes, ya han dejado los primeros regates cortos. 

Tras preguntarle al presidente, Pedro Sánchez, en plena intervención junto al secretario general de la ONU, António Guterres, la siguiente en ser abordada por los periodistas fue su vicepresidenta primera, María Jesús Montero.

Montero, que quiso despachar el asunto con brevedad, señaló que el caso de Santos Cerdán corresponde a "un asunto de una persona que no tiene nada que ver con el Partido Socialista". 

"Nosotros tomamos las decisiones correspondientes y lo que queremos es que colabore y que la Justicia llegue hasta el final", añadió. La vicepresidenta se encontraba este lunes también en Sevilla, donde Naciones Unidas celebra estos días una cumbre sobre desarrollo.

Sus palabras poco tienen que ver con las que pronunció ella misma hace unos meses. En noviembre del año pasado, cuando fue llamada a declarar en el Senado en la comisión de investigación del entonces llamado caso Koldo, Montero aseguró que ponía "la mano en el fuego por él".

"Tengo una magnífica relación con el señor Santos Cerdán, personal, de complicidad y de amistad", detalló la ministra de Hacienda. En aquel momento, el nombre del ex número tres del PSOE había aparecido después de que el empresario y comisionista Víctor de Aldama declarara que le había dado 15.000 euros en un sobre, en presencia de Koldo García.

No fueron estas las últimas palabras de María Jesús Montero sobre Santos Cerdán. Hace tres semanas, cuando se produjo el registro en la casa de José Luis Ábalos y a pocos días de que apareciera el informe de la UCO sobre Cerdán, la vicepresidenta mostró "toda" su confianza en él.

Lo mismo que hizo el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, hace poco más de un mes en una entrevista en Onda Cero. Preguntado si pondría "la mano en el fuego" por Cerdán, Bolaños respondió contundente: "sí, con toda claridad". 

"Estamos hablando de una posible filtración de un documento que ni siquiera se conoce oficialmente, que podría ser cierto o falso. El mero hecho de que se discuta públicamente ya supone cuestionar la honorabilidad de una persona sin garantías", afirmaba en aquel momento Bolaños. 

En aquellas fechas se rumoreaba sobre la existencia de un informe de la UCO que implicaba al exsecretario de Organización socialista, aunque todavía no había aparecido dicho documento.

En su declaración de este lunes en el Tribunal Supremo, Cerdán manifestó que se sentía víctima de una persecución política por haber negociado para que hubiera "gobiernos de izquierdas de coalición en España".

En ese sentido, Cerdán ha defendido que fue él quien asumió las conversaciones con PNV y Bildu, mientras que Bolaños se encargó de tratar con ERC. "Por eso [Bolaños] puede ser el siguiente objetivo", ha declarado el ex número tres del PSOE.

El apoyo de Sánchez

En cualquier caso, nadie en el Gobierno ha asumido responsabilidades políticas hasta el momento. Ni el presidente, ni sus ministros que lo defendieron más fervientemente, como Montero y Bolaños. 

De hecho, el propio Sánchez también escribió un tuit hace poco más de un mes en el que expresaba su "solidaridad" con "Santos Cerdán y su familia". 

"El acoso de ultraderechistas disfrazados de periodistas no tiene cabida en una democracia. Esto no va de partidos, va de derechos", sostenía el presidente, respondiendo a otro mensaje de apoyo emitido desde la cuenta oficial del PSOE.

Al igual que en la entrevista de Bolaños, se trataba de un momento en el que se especulaba con el informe de la UCO que, finalmente, vio la luz un mes más tarde.

Alegría y Albares

Sin tanta contundencia, pero con un mismo tono se pronunciaron también sobre Santos Cerdán la ministra portavoz Pilar Alegría y el titular de Exteriores, José Manuel Albares.

"Tengo el mejor concepto de él", dijo Albares el pasado 12 de junio, también en Onda Cero, la misma mañana en la que habían empezado ya a filtrarse los primeros titulares de prensa sobre el informe de la UCO.

Mientras, la portavoz del Gobierno, que acudió en mayo a la comisión Koldo en el Senado, defendió entonces a Cerdán, al asegurar que interesarse por obras acometidas en las provincias forma parte del trabajo de un diputado. 

Después, ya con el informe en la mano, Alegría salió a pedir "perdón" y dijo aquello de que desde el Gobierno no podían garantizar que no fueran a salir más nombres

Esa sigue siendo la principal preocupación de Moncloa. Desde allí siguen pendientes del devenir del caso, sin tomar ninguna decisión política, ahora que uno de los protagonistas de ese "triángulo tóxico" se encuentra en prisión.