El alcalde de Ágreda (Soria), Jesús Manuel Alonso, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

El alcalde de Ágreda (Soria), Jesús Manuel Alonso, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Manuel Vera Pérez

Política ENTREVISTA

El primer alcalde socialista que se rebeló contra Pedro Sánchez: "Hay que convocar elecciones y buscar otro candidato"

"Si no vamos a elecciones, pagarán las consecuencias los que trabajan día a día por sus pueblos con las siglas del PSOE", dice Jesús Manuel Alonso, alcalde de Ágreda desde hace 17 años.

"O protegemos al líder o protegemos al partido. Si protegemos al líder, habrá consecuencias. La gente no olvida".

"Sánchez recorrió España con Koldo, Cerdán y Ábalos. Es muy difícil que no supiera cómo eran".

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Pese a su aspecto castizo y confiable, con su dehesa tranquila y su plaza bonita de iglesia y cervezas, Ágreda es un lugar dado a los fenómenos sobrenaturales.

Está en el convento, a las faldas del Moncayo, el cuerpo incorrupto de sor María Jesús. Y en el Ayuntamiento, desde hace diecisiete años, hallamos también el cuerpo incorrupto, ¡incluso vivo!, de don Jesús Manuel Alonso, el alcalde, que es socialista pero se atreve a enmendarle la plana a Pedro Sánchez.

Como decimos, dos fenómenos irrepetibles.

Sea una cosa o la otra, vamos cayendo por aquí de visita los periodistas psicodélicos. Caemos primero por el convento para ver a sor María Jesús de Ágreda, porque la conversación con ella va a ser más corta. Fue la confidente de Felipe IV allá por el siglo XVII, cuando España vivía liberada del sanchismo.

El Rey enviaba sus cartas a nuestra querida hermana y ella se las devolvía contestando el folio por el dorso. Hablaban de los vicios públicos y de los líos de Cataluña. Una recomendación para profundizar en esto: "Arte, devoción y política", del profesor Fernández Gracia.

Después de Felipe IV vinieron Felipe V, Felipe González y Felipe VI. Aquí estamos.

María Jesús, incorrupta contra los corruptos, tenía, como Koldo, el don de la bilocación. Dice el milagro que lo mismo estaba dentro de su celda, en Ágreda, que evangelizando indios en América. Esto María Jesús, no Koldo.

Después, ya encomendados a esta monja buena que dejó escrito un evangelio político a la altura de los del Conde de Romanones, nos vamos a ver al alcalde, a don Jesús Manuel, que fue pastor y abogado antes que alcalde. Ganó sus primeras elecciones hace casi dos décadas y gobierna con mayoría absoluta. Atravesamos la villa en fiestas, con su Virgen de los Milagros y su procesión del Corpus.

Cuando la amnistía, se destapó –Jesús Manuel, no la madre Ágreda– como el líder espiritual que llamaba a su partido a plantarse. Fue de los pocos, casi el único con cargo en activo, que dijo lo que pensaba cuando le preguntaron. Ahora hace lo propio con la trama de corrupción. Pide elecciones y otro candidato.

Hay en el paseo de la dehesa una fuente de aguas sulfurosas. Hoy se utiliza sólo para la piel, pero hubo un tiempo en que también se usaba para limpiar el estómago. Tres o cuatro apretones, y como nuevo. Don Jesús Manuel quiere que el PSOE se beba dos o tres vasos de aguas sulfurosas.

Este es un hombre bueno como en el poema de Machado, que para algo estamos en Soria. Se da muy poca importancia a sí mismo y se sorprende de que le pregunten ciertas cosas. Su legado: Ágreda ha duplicado su patrimonio... sin subir un solo impuesto municipal. Incluso bajándolos.

Las cosas que dice llevaron a Ferraz a sacarle de las listas al Senado. Fue senador hasta 2023. Para nosotros, don Jesús Manuel, será para siempre un senador. Pero romano.

Decía la madre Ágreda, la mujer más famosa de la historia de su pueblo, allá por el siglo XVII: “Mucho quehacer hay en la reformación de los vicios públicos”.

Ya sabe, la condición humana, que no cambia. 

En sus cartas a Felipe IV, con quien mantuvo una relación de confidente, la monja insistía mucho en la necesidad de atajar la corrupción: el vicio público.

La madre Ágreda no llegó a salir del convento. Su peripecia vital es fascinante. Sin traspasar esos muros, en pleno siglo XVII, con todas las dificultades para la comunicación que había, se convirtió en una interlocutora clave para el Rey. Es increíble. 

Por lo que he leído y he visto en algunos programas psicodélicos, la madre Ágreda sí salió del convento porque tenía el don de la bilocación. Estaba a la vez en el convento y evangelizando en América. Lo dice la Iglesia católica.

De hecho, llegamos a ir a Texas, Estados Unidos, para firmar un acuerdo de hermanamiento. Se supone que fue allí donde evangelizó la madre Ágreda.

Le leo otra frase de sor María Jesús: “El mal ejemplo de los superiores es más pernicioso que el de los súbditos, porque a todos arrastra”. Esa es la clave. ¿Se cree al presidente cuando dice que no sabía nada?

Hombre, a ver… No sé… [duda y guarda silencio unos segundos] Cuando una persona comparte mucho tiempo con otras dos, incluso se recorren España juntas… Es muy difícil no saber cómo son esas otras dos personas; ignorar su forma de ser.

Esto lo digo, sobre todo, por las conductas relativas a la prostitución. Incluso popularmente se sabía cómo eran. Sobre la corrupción, no lo sé. La verdad es que no lo sé. No quiero especular. Veremos.

El otro día, en el Consejo de Ministros, la portavoz reconoció que el Gobierno no podía garantizar que no salieran más casos. Nunca había sucedido que un Gobierno en democracia admitiera algo así.

Nos hemos enterado de lo que nos hemos enterado por los periódicos y por las investigaciones de la Guardia Civil. Por las grabaciones de Koldo. Si no, todo esto podría seguir sucediendo ahora. 

Coincidí con Santos Cerdán en Madrid, cuando fui miembro del Tribunal de Cuentas en el Congreso, a través de la comisión mixta Congreso-Senado. Ya sabe que fui senador hasta 2023. ¿Sabe lo que más me llama la atención? 

Usted dirá.

Que alguien con un cargo político, con esa retribución, con ese reconocimiento, se corrompa y sustraiga dinero público. ¡Y más cuando te proclamas como garante de la limpieza política y el buen funcionamiento del sistema democrático! Todo esto es muy difícil de asimilar para quienes afrontamos la representación ciudadana con la mayor rectitud que podemos. 

El alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

El alcalde de Ágreda, Jesús Manuel Alonso, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Manuel Vera Pérez

Cuando empezaron a publicarse las primeras informaciones sobre la trama, el Gobierno en bloque hablaba del “maremoto” de la “derecha totalitaria”. ¿Era como una manera de poner la venda ante lo que venía? 

Mire, es que yo tengo otro concepto de la política. Cuando fui a Madrid como senador, vi lo que había y no me gustó cómo se operaba. Era la confrontación permanente. La batalla de las posiciones ideológicas. 

Aquí lo vemos de otra manera: diálogo, encuentro, negociación. Toda esa excitación, toda esa crispación… No me siento cómodo en ese lodazal. La sociedad es inteligente y sabrá decidir. 

Alcalde, usted ya pidió elecciones cuando se supo que la única manera de que el PSOE gobernara España fuera pagando con una amnistía a Puigdemont. Ahora, después de los casos de corrupción conocidos estos días, ¿qué pide? 

Hay que tomar una decisión: o se protege al líder o se protege al partido. Si se decide proteger al líder, habrá unas consecuencias. Si actuamos con coherencia, debemos proteger al partido.

Estos días estamos escuchando lo que le decíamos al PP, lo que exigíamos cuando éramos oposición. El PSOE no debe renunciar a la coherencia y a la credibilidad, que son los dos valores más importantes en política.

Está volviendo a pedir elecciones, entonces. 

Un político puede cambiar de opinión, puede variar detalles, pero no debe cambiar en los fundamentos básicos. Si lo hace, defrauda al electorado porque lo engaña. Si uno entrega todas esas competencias a gente que actúa de esa manera, debe asumir responsabilidades.

La mejor manera, la más radical, de evitar toda esta crispación es dar la oportunidad al pueblo español, que es el pueblo soberano, de que ejerza el derecho al voto. Son los ciudadanos los que deben decidir si este gobierno tiene que seguir adelante. 

¿Y su opinión particular? ¿Debe seguir?

Para ser coherentes, para no defraudar, para llevar a la democracia a su máxima expresión, creo que hay que convocar elecciones. Además, hay una gestión económica y social que se puede y se debe defender. No hay que tener miedo a que los votantes se expresen.

Pero era el propio presidente Sánchez quien reconocía el otro día que, si convocara elecciones hoy, estaría entregando el gobierno “a la derecha y a la extrema derecha”. Ni siquiera él piensa que tenga opciones de sumar mayoría.

Lo que no deberíamos hacer en ningún caso es ir a esas elecciones con una posición derrotista. Habría que presentar la gestión que se ha hecho y defenderla. Pero… si somos coherentes con lo predicado, tendríamos que proponer otro candidato. Alguien que sea aceptado socialmente y que haya sido capaz de ganar con mayorías absolutas en los territorios donde se haya presentado.

Por eso, antes le decía que conviene proteger al partido, y no al líder. Si optamos por proteger a un líder que ha cometido esos errores de designación con los resultados que estamos viendo… generaremos una pérdida de confianza absoluta. Busquemos un líder que sea capaz de ofrecer a la sociedad una ilusión, una esperanza. La idea de que este partido es transparente y asume sus responsabilidades.

"El PSOE debe buscar un candidato que aúne el mayor espectro social"

Está hablando de Page. Hoy no queda otro socialista en activo de esa especie. Me refiero a la condición de “haber ganado con mayoría absoluta en donde se haya presentado”.

Es amigo mío, no quiero empujarle en ninguna dirección. Él ya sabe lo que pienso. El PSOE debe buscar a alguien capaz de aunar el mayor espectro social. Esas son las personas que llevan el éxito al país y también al partido.

De no convocar elecciones y proponer un candidato distinto, ¿qué riesgos corre el partido?

Los peligros son evidentes. Insisto: si protegemos al líder, la gente no olvidará. La gente es inteligente y sensata, la gente espera. ¿Y quiénes pagarán las consecuencias? Injustamente, los que están en la base del partido, los que trabajan día a día por sus pueblos. Todos ellos acabarán siendo el cortafuegos, los que recibirán el castigo. Me parece tremendamente injusto.

Creo que un partido de la tradición del PSOE debe proteger a todos esos que, anónimamente, desinteresadamente, trabajan día a día por mejorar sus calles, sus infraestructuras. Y lo hacen por amor a la sociedad, pero también a unas siglas. No permitamos esa injusticia.

El otro día, varios dirigentes del PSOE me trasladaban una preocupación: Sánchez está generando un gran caldo de cultivo para la extrema derecha entre los jóvenes. Ya hay una generación de chavales que piensa que el PSOE es la amnistía, el abrazo a Bildu, el cupo catalán, la corrupción…

Los extremos, de derechas o de izquierdas, me parecen negativos. Hoy se está produciendo un fortalecimiento de esas posiciones, lo que debería hacernos reflexionar. Se lo dice alguien que no tiene ninguna proyección nacional, ninguna influencia, ninguna ambición más allá de hacer la mejor gestión municipal que pueda.

Estamos en una pendiente resbaladiza de exclusión del otro, de convulsión, de confrontación. Respetémonos, evitemos la idea de hacer lo que sea para mantener el poder o alcanzarlo. Cuando prima el extremismo, es imposible gobernar para todos los españoles.

"Evitemos la idea de hacer lo que sea para mantener o alcanzar el poder"

Fue el primer alcalde del PSOE en plantarse ante los pactos con los independentistas. Ahora da una entrevista y critica cómo se está gestionando la corrupción. Cuando uno habla así, ¿qué arriesga? ¿A usted le costó el acta de senador? No pudo repetir en las listas de 2023.

Me considero un alcalde que intenta gobernar para todos, para los que me votan y los que no. Pasé sin trascendencia por Madrid, ya está. Sólo eso.

Pero, ¿qué motivo le dieron para sacarle de la lista? 

Seguramente por cómo pienso, nunca fui una persona apreciada por los altos cargos del partido.

Una de las imágenes más impactantes de esta semana ha sido la ovación en pie a Sánchez por parte de los diputados y ministros socialistas después de que él se refiriera a la trama como “una anécdota”. ¿Qué pensó al verlo?

Los partidos de hoy son absolutamente piramidales. No sólo el PSOE. Se construyen en torno a la cúpula. Los de arriba dictan la orden y la orden se ejecuta. Me gustaría que las listas fueran abiertas, que los ciudadanos pudieran elegir de verdad a sus representantes al Congreso. Así se evitarían algunos de los riesgos de estas estructuras tan jerarquizadas.

El alcalde de Ágreda (Soria), Jesús Manuel Alonso, durante la entrevista con EL ESPAÑOL.

El alcalde de Ágreda (Soria), Jesús Manuel Alonso, durante la entrevista con EL ESPAÑOL. Manuel Vera Pérez

Hasta el momento, sólo tres alcaldes socialistas relevantes han dado un paso al frente para pedir fin a la legislatura: el de Mérida, el de León y usted.

Quizá algunos no se pronuncien por compañerismo. Cuando hablo con compañeros, con gente de la calle… Creo que las cosas que estoy diciendo están bastante extendidas. Me debo a mis votantes. Intento pensar y actuar en libertad. No digo que el resto no lo haga. Pero sí le digo que, en círculos privados, muchos opinan lo mismo que yo. Le diré más: esto que le estoy contando en la entrevista… creo que lo piensa una gran mayoría social.

Su villa hace frontera con Navarra. Conoce bien esa tierra. De momento, se está investigando el alcance de la trama, pero parece que Santos Cerdán poseía al 45% una sociedad que recibía adjudicaciones públicas millonarias por parte del Gobierno de Navarra. En su modo de entender la política, ¿María Chivite debe asumir alguna responsabilidad?

Vuelvo a lo de antes. Me parece inconcebible que personas que han ostentado un importante cargo representativo sean tan indignas, tan rácanas. Me parece lo más deshonesto, lo más ruin. Además, ¡se presentaban como salvadores de la democracia! Es repugnante.

Yo ya no sé hasta qué punto puede expandirse la trama. Cualquier mínima participación debería traducirse en la dimisión inmediata. Yo no sé si la señora Chivite tenía conocimiento, pero sí ha tenido la responsabilidad en la elección de esos cargos. Cada uno sabe lo que ha hecho.

Se lo pregunto de otra manera: si mañana se descubre que dos de sus concejales más importantes han cometido delitos de corrupción dentro del Ayuntamiento, ¿usted qué haría?

Tendría que dimitir, evidentemente.

¿En algún momento se ha planteado dejar el PSOE?

Soy un militante apartado de la política actual. Cuando estudiaba Derecho en Salamanca, me encantaba escuchar por la radio las grandes aportaciones al país que lideraba el PSOE. Ese Partido Socialista partía de una posición de centro con la que yo me sentía y me siento muy identificado. 

Aquel PSOE peleaba para establecer unas condiciones según las cuales los españoles podían trabajar e intentar prosperar con igualdad de oportunidades. Eso me hizo afiliarme. Y ese partido debe volver. Un PSOE generalista, contra el radicalismo, que pelee por la igualdad con independencia de donde se haya nacido. Debemos luchar desde el interior, pero nunca abandonar. Sólo me iré si me echan.

Me han contado que tuvo alguna propuesta del PP.

Sí, es cierto que otros partidos me han propuesto ir en sus listas. Pero mi partido es el PSOE.

Ágreda, durante sus mandatos, ha doblado su patrimonio sin subir impuestos. De hecho, ha bajado algunos. También habla de “proteger a los empresarios, que son generadores de dinamismo y riqueza”. Ese es otro PSOE, desde luego. 

En Ágreda, el PSOE ha llegado a obtener casi el 60% de los votos. Intentamos convencer a todo el mundo. No queremos convencer sólo a una minoría. No queremos ser excluyentes. Todo esto de la izquierda y la derecha, ¿no debería estar ya un poco superado? Debemos construir políticas fuertes que se adapten a la sociedad de cada momento.

"Aquí, el PSOE ha llegado a convencer a casi el 60% de los votantes. No somos excluyentes"

Hace unas semanas, El Español publicó el dictamen de la Comisión Europea sobre la amnistía. Se define como una “autoamnistía” y “contraria a Derecho”. Esta era, más o menos, su tesis, ¿no?

Otro de los grandes fallos de esta democracia es que… Soy abogado. Me quedo estupefacto cuando les oigo a los periodistas eso de “la sección conservadora del Constitucional”, “la sección progresista del Constitucional”. Desde un punto de vista jurídico, me genera perplejidad. Los criterios nunca deberían ser políticos, pero lo son.

Yendo a la pregunta: sí, la amnistía fue una autoamnistía. Ni se propuso a los electores ni se planteó como una solución política para el país. Fue otra cosa. Fue el requisito para un pacto de gobernabilidad. Creo que el Constitucional debería esperar a que hable la justicia europea.

Más allá de los resultados de las investigaciones, ya hay una realidad incontestable: el presunto miembro de una organización criminal, Santos Cerdán, era quien negociaba la gobernabilidad de España con un prófugo de la Justicia.

Es paradójico, ¿eh? Un prófugo de la justicia y un presunto delincuente. ¿En qué manos ha estado el futuro de este país? Esto merece una reflexión importante.

Sólo nos queda encomendarnos a la madre Ágreda, alcalde.

Que tan sabia era.