Tomás Serrano

Tomás Serrano

Política PSOE

Así podría echar el PSOE a Sánchez: los Estatutos prevén su "revocación" a partir de reunir 150 votos en el Comité Federal

Hasta 2017, el procedimiento era más factible. Curiosamente, Sánchez cambió la norma para que fuera más complicado que prosperase.

El voto sería secreto y podrían acudir a la cita líderes como Felipe González, en calidad de ex secretario general.

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La grave crisis que está viviendo el PSOE ha llevado a cargos del partido, tanto críticos como cercanos a Pedro Sánchez, a dudar de la conveniencia de que siga al frente de la formación. Sin embargo, él dejó claro este lunes que no tiene intención de irse.

Pero no todo depende del líder supremo. Hay una herramienta prevista en los Estatutos del partido que permite la "revocación o censura" del secretario general. Esta se activaría con el 50% de los votos del Comité Federal, que se reunirá en Madrid el próximo 5 de julio.

Aunque no hay una cifra fija de miembros del Comité Federal, ya que ésta se decide según diversos condicionantes, el número total ronda las 300 personas. Por lo tanto, valdría con 150 votos.

Según los Estatutos, la votación tendría que ser secreta y, de acordarse la revocación, los militantes tendrían que aprobarla a través de una consulta en la que valdría también la mayoría.

Tras ello, la Ejecutiva del PSOE sería cesada y se nombraría una gestora que tendría un plazo de 90 días para organizar unas nuevas primarias para nombrar a un nuevo secretario o secretaria general.

Aunque es poco probable que esto suceda, el mecanismo existe y el voto secreto serviría para evitar represalias en caso de que el movimiento para desbancar a Sánchez no acabase triunfando.

Además, el expresidente del Gobierno Felipe González podría acudir al Comité Federal para exponer su parecer, ya que los antiguos secretarios generales del partido tienen derecho a asistir, según los Estatutos.

Aunque González mantiene desde hace tiempo críticas hacia Sánchez, en los últimos días las ha agudizado e incluso ha apadrinado alternativas al actual secretario general.

Eduardo Madina perdió las primarias en 2014 contra Sánchez, primarias que el informe de la UCO de la semana pasada apunta que pudieron sufrir irregularidades, y su nombre está volviendo a la boca de socialistas descontentos. González ha llegado a decir que Madina "fue y es" su candidato favorito.

También podrían acudir al Comité Federal otras voces críticas como la expresidenta andaluza Susana Díaz, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, o el líder del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo.

El peso de las federaciones es clave, ya que dos tercios del Comité Federal son elegidos por los congresos regionales del PSOE.

Los cambios de Sánchez

Esta herramienta de revocación del líder lleva años en los Estatutos del PSOE. Es una forma de contrapeso en caso de que un secretario general se atrinchere en el poder. Curiosamente, Sánchez la cambió para que fuera más complicado que prosperase.

Antes de 2017, los Estatutos otorgaban a la Comisión Ejecutiva Federal la potestad para presentar una moción de censura apoyada por el 20% de sus miembros y que tuviera que ser sancionada por mayoría absoluta.

Ahora es necesario un 25% para introducir puntos a votación en el Comité Federal, que luego, para ser aprobados, tienen que ser ratificados por la militancia.

Este cambio se produjo tras el 39º Congreso Federal del PSOE, celebrado en 2017, después de que Sánchez recuperase la secretaría general del partido tras ganar en las primarias. Desde entonces, ha sentido que tiene a gran parte de la militancia de su lado y eso le blinda.

Sin embargo, la situación actual es distinta a todo lo previsto. Tal y como ya publicó este diario, personas próximas a Sánchez, incondicionales, podría decirse, están dudando ya de que la legislatura pueda seguir hasta 2027.

Hay auténtica preocupación en el partido sobre qué pudo grabar Koldo García, que ya se ha cobrado la cabeza de Santos Cerdán. Y a ello hay que añadir que varios líderes territoriales temen que esto les pueda afectar a ellos a nivel electoral.

Las siguientes elecciones autonómicas y municipales deberían celebrarse en mayo de 2027, y las generales en julio. Algunas voces temen que si no se celebran generales antes, les pueda lastrar, como se interpretó que pasó en el 23-J.

Sin embargo, Sánchez descartó toda posibilidad este lunes en su segunda rueda de prensa en Ferraz. Aseguró que no iba a adelantar las elecciones y rechazó también un superdomingo electoral que hiciera coincidir todos los comicios.