El ministro Óscar López, durante un homenaje a Pedro Zerolo organizado este domingo por el PSOE de Madrid.

El ministro Óscar López, durante un homenaje a Pedro Zerolo organizado este domingo por el PSOE de Madrid. Europa Press

Política

Para Moncloa la manifestación sólo apuntala a Feijóo en la derecha y sigue con su plan de ganar tiempo para llegar a 2027

El Gobierno, aliviado, asegura que la convocatoria fue un "pinchazo" y cree que al PP le costará mucho mantener la movilización dos años.

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Los miembros del Gobierno se lanzaron este domingo a las redes para asegurar que la manifestación convocada por Alberto Núñez Feijóo había terminado con un “pinchazo” notable por la cifra de asistentes.

Que para tanto despliegue, tanto lema tremendo como el de “mafia o democracia” y, sobre todo, tanta expectativa, la manifestación no llegó a cifras escandalosas e incontestables y las imágenes no eran de una Plaza de España a rebosar.

Feijóo ha gastado una bala importante con resultado mínimo y, de paso, ha cambiado el foco hacia el PP, cuando peor estaba el PSOE.

El alivio llegó a Moncloa, en donde fuentes oficiales aseguran estar contentos con el resultado y explican que el lunes todo seguirá igual, que los planes de Pedro Sánchez siguen siendo agotar la legislatura y no se ha añadido ninguna razón más ni ha cambiado ninguna de las que había para poner fin a la legislatura.

Miembros del Gobierno explican que, realmente, la convocatoria tiene más razones internas, sobre el reparto de poder e iniciativa en la derecha que efecto político para desgastar el Ejecutivo. Que está en juego la pugna entre Feijóo y Santiago Abascal por ver quién lidera la oposición al “sanchismo”, pero que este lunes todo seguirá igual en lo que se refiere al futuro de la legislatura.

En la Moncloa dan mucha importancia a la enorme brecha que se va abriendo entre el PP y partidos que podrían ser aliados como PNV y Junts, especialmente los nacionalistas vascos, con asuntos como las lenguas cooficiales. Esos partidos son claves para el futuro de esta legislatura y quizás para la próxima. Entienden que el PP y Vox siguen siendo el cemento con sus socios parlamentarios.

“Vamos a centrarnos en lo importante, que el jueves celebramos 40 años en Europa, que consideramos que no nos desgastan con esta estrategia y que la falta de convocatoria demuestra que Feijóo ha pinchado”, aseguran fuentes oficiales de la Moncloa.

El lunes también seguirán igual de difíciles las circunstancias en las que debe gobernar Sánchez. Primero por los escándalos y procesos judiciales. Especialmente, las consecuencias de la actividad de Leire Díez, sobre la que aún no hay explicaciones claras por parte de la dirección del PSOE y el propio presidente del Gobierno.

Y sigue igual también la realidad de una mayoría parlamentaria precaria que hace difícil que sigan adelante iniciativas vitales para el Gobierno, empezando por la reducción de jornada.

Fuentes parlamentarias explican que Moncloa en este momento intenta parar el reloj para llegar ya al fin del periodo de sesiones en el Congreso con el menor número posible de sobresaltos.

Por ejemplo, que Sánchez no comparezca para dar explicaciones sobre Leire Díez como mínimo hasta después del verano. Y luego ya veremos qué ha sido de ese y otros casos.

La estrategia de Moncloa es intentar buscar la imagen de Gobierno que gestiona y decide, mientras que otros “hacen ruido”. Esa es la idea, aunque admiten que no es fácil abrirse paso en la agenda política.

“Somos muy duros con lo que ha pasado en las últimas semanas. Consideramos que Feijóo se ha comportado de forma irresponsable, subiendo la temperatura para generar una sensación de elecciones inmediatas que haga imposible que el PP le cambie. Feijóo ha caído en manos de Ayuso y lleva al PP al naufragio político. La cara de los presidentes autonómicos presentes, con Moreno Bonilla a la cabeza, era un poema al acabar el acto”, añaden fuentes oficiales de la Moncloa.

“Esta campaña tipo Latinoamérica para generar inestabilidad, hablar de gobierno corrupto, de dictadura… como si fuera un juego. Es muy peligroso. Cuando pierdan en 2027, ¿qué harán? ¿Nada? En cualquier caso habrán dejado una sociedad partida”, añaden.

Los socialistas entienden que un efecto de la estrategia de Feijóo puede ser el desistimiento y descorazonamiento de sus fieles.

Es decir, que vean que pese a la tensión y las manifestaciones Sánchez sigue en el Gobierno. Que empiece a verse que José María Aznar tenía razón cuando hace pocos días advertía a los suyos de que quedan dos años para las elecciones generales y que es muy difícil mantener esa movilización todo ese tiempo.

Son trascendentales las elecciones andaluzas del año que viene, por la proyección del resultado para las generales, por la candidatura de María Jesús Montero y por el valor simbólico de lo que fue un feudo socialista y que más recientemente fue el inicio de un ciclo electoral favorable al PP.