
Carles Puigdemont interviene por videoconferencia en un acto de Junts, el pasado 4 de marzo. Europa Press
Junts tumbará la reducción de jornada laboral de Yolanda Díaz con enmienda a la totalidad: "No han negociado con nosotros"
Puigdemont se ha reunido en los últimos meses con varias organizaciones empresariales catalanas, que le han transmitido su rechazo al proyecto.
Más información: El Consejo de Ministros aprobará la reducción de la jornada laboral el martes, a sólo 48 horas del 1 de mayo
Junts se dispone a abortar en el Congreso de los Diputados otra de las iniciativas estrella del Gobierno, la reducción de la jornada laboral impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz, cuyo proyecto de ley tiene previsto aprobar el Consejo de Ministros el martes para remitirlo a las Cortes.
Fuentes oficiales del Grupo Parlamentario de Junts confirmaron este domingo a EL ESPAÑOL su intención de votar en contra de la toma en consideración del proyecto de ley, o incluso presentar una enmienda a la totalidad una vez se inicie su tramitación.
"No han negociado con nosotros", indican las mismas fuentes para aclarar que el Gobierno ni siquiera ha entablado contactos con el partido de Carles Puigdemont para intentar obtener su apoyo al texto.
Durante los últimos meses, Puigdemont ha mantenido encuentros con distintas organizaciones empresariales catalanas, que le han transmitido su rechazo a la iniciativa de la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien en estos momentos necesita anotarse un tanto político con esta iniciativa, en pleno hundimiento de Sumar.
Varios representantes de la patronal multisectorial catalana Cecot viajaron el pasado 19 de febrero a Waterloo para reunirse con Puigdemont, a quien expresaron su rechazo al proyecto de reducción de jornada, por considerar que encarecerá los costes labores y tendrá un impacto negativo sobre los autónomos y pymes, que suponen "el 98% de nuestro tejido empresarial".
Pocos días antes, el 21 de enero, Puigdemont intervino por videoconferencia en la clausura del 50 aniversario de la federación de la pequeña y mediana empresa de Cataluña, Pimec, también contraria a la iniciativa de Yolanda Díaz.
Y Junts sigue mostrándose especialmente sensible ante las inquietudes de las organizaciones empresariales de Cataluña.

Carles Puigdemont con varios miembros la patronal multisectorial catalana Cecot, el pasado 19 de febrero a Waterloo. Europa Press
El ministro de Transportes, Óscar Puente, confirmó este fin de semana que el Consejo de Ministros aprobará el martes el proyecto de ley que impulsa el Ministerio de Trabajo para reducir la semana laboral a 37,5 horas, sin que suponga un recorte de los salarios.
Durante el Congreso del PSOE de Valladolid, Puente se mostró convencido de que esta iniciativa saldrá adelante, aunque admitió que para ello va a ser necesario "mucho diálogo" con los socios parlamentarios del Gobierno.
Sin embargo, Junts ya ha dejado claro que no está dispuesto a negociar ningún proyecto legislativo del Gobierno, hasta que Pedro Sánchez cumpla los acuerdos que se alcanzaron en Suiza, con la participación de Santos Cerdán y del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Aunque ya se ha cerrado el acuerdo para la transferencia "integral" de las competencias de inmigración a la Generalitat, este proyecto de ley orgánica previsiblemente no saldrá adelante, pues cuenta con el voto en contra de los cuatro diputados de Podemos.
"Los votos de Podemos no están para favorecer la agenda racista de Junts", advirtió este domingo Pablo Iglesias en una entrevista.
A la espera de que el Tribunal Constitucional revise la decisión del Tribunal Supremo (previsiblemente antes del verano, como adelantó Cándido Conde-Pumpido) y permita a Puigdemont regresar a España, Junts exige al Gobierno que avance la "amnistía política" para el expresidente de la Generalitat.
Es decir, que Pedro Sánchez legitime a Carles Puigdemont como interlocutor, con un encuentro público que se celebraría en Bruselas, y que debe servir para suscribir un acuerdo de gran calado, según las pretensiones de Junts.
Como desveló EL ESPAÑOL, la foto del presidente del Gobierno con el fugitivo de la Justicia ya estaba acordada y tenía fecha: marzo de 2024. Sin embargo, la decisión del entonces president Pere Aragonès de disolver el Parlament y adelantar las elecciones catalanas llevó al PSOE a suspender el encuentro.
Las socialistas temían que esta foto transmitiera una imagen de claudicación ante el líder independentista y perjudicara las expectativas electorales de Salvador Illa.
El partido de Puigdemont también mantiene otras exigencias que aún no han sido satisfechas, como que el Gobierno inyecte a la Generalitat la totalidad de las inversiones comprometidas para Cataluña, y no ejecutadas, durante los últimos años.
Por todo ello, Junts mantiene en estos momentos su intención de votar en contra del proyecto de ley de reducción de la jornada laboral, o incluso de tumbarla con una enmienda a la totalidad.
Esta posición puede no ser inamovible: dependerá de las contrapartidas que el Gobierno esté dispuesto a poner sobre la mesa. Pero Puigdemont quiere dejar claro que es él quien marca la agenda política, y no está sometido a la que intenta imponer el Gobierno.
La vicepresidenta Yolanda Díaz firmó el pasado mes de diciembre con los sindicatos UGT y CCOO el acuerdo para reducir la semana laboral este año a 37,5 horas. Lo hizo sin el consenso de las patronales, lo que otorga a Junts otro poderoso argumento para tumbar el proyecto.