Noche en la embajada: Feijóo ha dormido bajo el mismo techo que Montero, Díaz y Bolaños para asistir al funeral del Papa

Quizá no sea suficiente para su beatificación, pero el papa Francisco ha obrado un último milagro tras su muerte: poner de acuerdo a las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el todopoderoso ministro de Presidencia Félix Bolaños y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en medio de la mayor tormenta política de la legislatura.

Los cuatro dirigentes políticos han pernoctado bajo el mismo techo en la sede de la Embajada de España ante Italia, en una particular fiesta de pijamas, antes de asistir este sábado al funeral del Sumo Pontífice en la basílica de San Pedro.

La veneración que los cuatro políticos sentían por el Papa Bergoglio (por muy distintos motivos) ha hecho posible esta noche de tregua romana, con las heridas aún abiertas entre el PSOE y Sumar por la refriega sobre el contrato de 6 millones de euros que el ministro Fernando Grande-Marlaska adjudicó a una empresa de armamento israelí.

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La velada ha sido una oportunidad, que difícilmente se repetirá, para lograr un acercamiento entre el líder del PP y la vicepresidenta y ministra de Hacienda. Feijóo exige al Gobierno que cumpla la obligación constitucional de presentar los Presupuestos del Estado ante las Cortes, y María Jesús Montero ha bautizado al PP como "el partido Mopongo".

La embajada de España ante Italia, en la que han pernoctado, está ubicada en un monumental palacete renacentista del cinquecento italiano, conocido como palacio Borghese. El edificio fue adquirido en 1604 por el cardenal Camillo Borghese, procedente de una familia noble italiana, que un año después se convirtió en el papa Paulo V. 

Durante sus 16 años de papado (1605-1621), Paulo concluyó las obras de la basílica de San Pedro, prohibió a Galileo sostener que la Tierra gira en torno al Sol, prohibió a los católicos ingleses jurar lealtad al rey Jacobo I (tras el fallido intento de Guy Fawkes de volar por los aires el Parlamento británico), y beatificó a Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Isidro Labrador. La más importante impronta española en el santoral católico.

Aunque les separan más de cuatro siglos y un abismo cultural, los restos de Paulo V descansan en la basílica de Santa María la Mayor, donde también será enterrado el papa Francisco.

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De los cuatro huéspedes de la Embajada española, el ministro Félix Bolaños tiene fundados motivos para expresar su cariño al papa Francisco. Con motivo de la canonización de siete franciscanos españoles, conocidos como los mártires de Damasco, Bolaños viajó el pasado 21 de octubre a Roma, donde mantuvo un breve encuentro con el Papa y el secretario de Estado Pietro Parolin, a los que pidió la colaboración de la Iglesia para llevar a cabo la "resignificación" del Valle de los Caídos.

Se trataba de concretar las conversaciones que había iniciado, tan sólo 10 días antes, el presidente Pedro Sánchez, que también se había entrevistado en Roma con el papa Francisco, el pasado 11 de octubre, para vencer la resistencia de los monjes benedictinos a la transformación de Cuelgamuros en un memorial contra la dictadura franquista.

Por su parte, la vicepresidenta Yolanda Díaz voló dos veces a Roma para entrevistarse con el papa Francisco: el 11 de diciembre de 2021 y el 2 de febrero de 2024.

Tras el segundo encuentro, la dirigente de Sumar explicó que había hablado con el Pontífice sobre su proyecto de reducción de la jornada laboral, el cambio climático, el "trabajo decente", la crisis migratoria de Canarias, la contaminación de las playas gallegas por los pellets, la sequía, las protestas de los agricultores, las guerras de Gaza y Ucrania, y "la acumulación de la riqueza por grandes empresas y multinacionales".

Tanto Bolaños como Yolanda Díaz invitaron al Papa a visitar Canarias para conocer la realidad de la crisis migratoria. Pero el viaje nunca llegó a concretarse.

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Nadie de la Embajada de España ante Italia esperaba anoche al presidente Sánchez, que ha decidido no asistir al funeral del papa Bergoglio. El líder del PP, considera que la ausencia de Sánchez es "una descortesía difícil de explicar", salvo que tenga "poderosas razones para no ir". 

La solemne ceremonia cuenta con la presencia confirmada de medio centenar de jefes de Estado y una decena de monarcas.

Entre ellos estarán Giorgia Meloni, Donald Trump y Javier Milei, pero también el expresidente Joe Biden, el secretario general de la ONU, António Guterres, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. 

Antes de llegar a la Casa Rosada, Milei calificó a Bergoglio como "el representante del Maligno en la Tierra". Pero tras el deceso ha elogiado la "incansable lucha" de Francisco para "proteger la vida desde la concepción", su diálogo con otras confesiones religiosas y su "voluntad de llevar la austeridad a la Santa Sede".

Simone Risoluti EFE

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Los reyes Felipe y Letizia sí asisten este sábado al funeral de Francisco, aunque a diferencia de la delegación política se han alojado en la Embajada de España ante la Santa Sede, que encabeza la exministra Isabel Celaá.

En este caso, la Embajada se ubica en el llamado palacio Monaldeschi, que Felipe IV compró en 1647 por 22.000 escudos romanos. Se trata de un edificio de estilo barroco, decorado con lienzos procedentes del Museo del Prado y dos esculturas de Bernini, y ubicado en la Plaza de España, uno de los espacios más populosos de la ciudad.  

Aunque antes ocupó otros edificios, se trata de la embajada permanente más antigua del mundo, ya que fue establecida por los Reyes Católicos en 1475.