Pablo Iglesias este lunes en los juzgados de lo Penal de Madrid frente a una mujer que le ha increpado.

Pablo Iglesias este lunes en los juzgados de lo Penal de Madrid frente a una mujer que le ha increpado. Reuters

Política

Irene Montero e Iglesias, a dos personas que les insultaron y amenazaron: "¡Fascistas, fascistas!"

"Me gustaría encontrarte a solas", "sal fuera si tienes cojones" y "miserables" han sido algunos insultos a su llegada al juicio contra Miguel Frontera, que se enfrenta tres años de prisión por acoso e injurias a la pareja.

27 mayo, 2024 11:09

El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero han sido increpados al grito de "miserables" y "asquerosos" a su llegada a los juzgados de lo Penal de Madrid, donde se celebra el juicio contra Miguel Frontera, el hombre que durante siete meses supuestamente acosó a la pareja y a sus tres hijos en su chalé de Galapagar. 

Nada más llegar, un grupo de personas ha comenzado a amenazar con agredirles y a insultar a Iglesias y a Montero encarándose a ellos al grito de "miserables", "sinvergüenzas" "vende obreros", "asquerosos", "jarabe democrático" y "aprovechados".

En un momento dado, una de estas personas se ha acercado a escasos metros de Pablo Iglesias y, separados por una valla, ha comenzado a amenazarle con agredirle. "Me gustaría encontrarte a solas, a ti. (...) Sal fuera si tienes cojones, que no tienes cojones. Eres un asqueroso. Vallecano de mierda es lo que eres tú, un vallecano de mierda y un miserable. (...) Os habéis aprovechado de los obreros y, sobre todo, de los vallecanos", le ha dicho. Mientras, el exlíder de Podemos le aguantaba la mirada en silencio, sin responderle.

Irene Montero ha pedido a los agentes de seguridad del juzgado que identifiquen al hombre que les estaba amenazando en la puerta y llamaran a la Policía. "¿Detener a quién, valientes? Venga, salid de ahí, cobardes", le ha respondido una mujer desde fuera del juzgado, la misma que minutos antes les ha insultado a su llegada.

Ha sido aquí cuando la exministra ha salido y se ha dirigido a ella. "Que yo salgo sin problema. Sois unos fascistas y unos acosadores", le respondía Irene Montero mientras Iglesias iba a su lado y, frente a ella, escuchaba los insultos que les lanzaba a ambos.

"Ojalá no haya impunidad"

A su llegada al juzgado, el exlíder de Podemos ha denunciado que a través de la estrategia "del acoso y la violencia" han tratado de que él y su mujer dejaran el país y la política. "Acosaron durante meses a dos ministros de Podemos. Ojalá no haya impunidad y no vuelva a ocurrir. Si fueran ministros del PP y PSOE no hubiera ocurrido", ha dicho.

Por su parte, Irene Montero ha afirmado que Miguel Frontera es "el instigador del acoso que sufrieron durante meses en su propia domicilio". "Es la punta de lanza de una violencia sin precedentes contra una formación política para impedir avances sociales", ha reseñado.

Tras ello, ha recordado que en aquella época había presentadores de televisión que emplazaban a hacer romerías a su casa. "La guerra judicial y mediática siempre ha quedado en la impunidad y esperamos que Miguel Frontera sea condenado", ha añadido. 

Miguel Frontera.

Miguel Frontera.

Tres años de cárcel

El Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid juzga este lunes a Miguel Frontera, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años de cárcel por dos delitos continuados de injurias graves con publicidad, un delito de acoso y un delito de descubrimiento de secretos y dos multas por valor total de 13.800 euros.

También solicita que no se acerque a los afectados durante dos años, tal y como ha informado EL ESPAÑOL. Según el fiscal, esta actividad provocó una alteración de su vida familiar diaria y de sus actividades "derivada de los ruidos constantes en horarios de descanso de niños de corta edad, así como limitación de movimientos en compañía de los menores por temor a que presenciaran o escucharan expresiones ofensivas para ellos".

Dentro de la sala, el procesado ha reconocido haber ido "muchas veces" al domicilio de Iglesias y Montero, pero se considera inocente por tratarse —ha dicho— de una protesta política y no de acoso o intimidación.