Alejandro Fernández, candidato del PP el 12-M en Cataluña, entrevistado por EL ESPAÑOL en Tarragona.

Alejandro Fernández, candidato del PP el 12-M en Cataluña, entrevistado por EL ESPAÑOL en Tarragona. Escoda Castellet

Política ENTREVISTA

Alejandro Fernández: "Con Illa sólo hablaré si el PSOE rompe con el separatismo, no haremos el primo"

"Te chulean, te amenazan y te dicen que lo volverán a hacer. ¡¿Qué concordia es esa?!" / "La gestión del 'procés' tuvo carencias, pero se frenó el golpe, hoy Sánchez es cómplice y lo ha resucitado" / "Al 40% de catalanes que votó al PSC y es contrario a la amnistía la oferta del PP les puede parecer atractiva".

31 marzo, 2024 04:06

En los años del procés, Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) ya era portavoz del PP en el Parlament. Fue entonces cuando saltó a la fama en su tierra y en el resto de España como azote irónico del separatismo. Dice que es el autor de todas sus intervenciones, que improvisa a partir de unas notas, y que se viene arriba ante el castigo porque "si los principios son firmes", uno no se pierde.

Pero dicen de él, o decían, que como Alberto Núñez Feijóo llegó a la presidencia del PP buscando "ganadores", uno de sus deseos era removerlo de ahí. Que el peso del desastre de los populares catalanes en las elecciones de 2021, cuando sólo sacaron tres escaños y fue Vox quien se hizo con los 11 escaños del voto constitucionalista cabreado, le sería insuperable. Y decían, ya no dicen, que el partido estaba dividido en la región. 

Lo que nadie puede negar es que esos "principios firmes" le llevaron, incluso, a enfrentarse con Génova el pasado verano, cuando el PP trabajaba por la investidura de Feijóo y uno de los suyos se sentó con emisarios de Junts a sondear el terreno...

Todo eso ha operado en los 15 días de dudas, o reflexión, o consultas, o lo que haya sido que ha ocurrido (según versiones) desde que se convocaron las elecciones anticipadas del 12 de mayo hasta que fue confirmado como el candidato, tras la ruptura de negociaciones con Ciudadanos. Una vez confirmado, Alejandro Fernández cumple su compromiso y da su primera entrevista a EL ESPAÑOL, desde un chiringuito de la playa de la Arrabassada, en su Tarragona natal.

Está convencido de que el PP puede ser "decisivo" si no logra un resultado "bueno", sino "extraordinario". Y advierte de que eso le permitiría cumplir un doble objetivo: "Acabar con el procés y, después, con el sanchismo".

Para acabar eligiendo al que ya estaba, ¿por qué ha perdido 15 días el PP dando vueltas?

Hay que respetar los tiempos, los estatutos y los órganos competentes en cada partido. Y creo que es lo que se ha hecho, asumiendo que los ritmos mediáticos hoy son frenéticos y que puede haber gente que no lo entienda.

Vayamos al detalle: la negociación con Ciudadanos era la excusa que ponía Génova para no proclamarle a usted de inicio. La ruptura, hace una semana, ¿ayudó a su confirmación como candidato o la puso más en duda?

Es que yo niego la mayor. Con el debido respeto a su pregunta, no creo que en ningún caso esa negociación se estableciera con el objetivo de vetar o no a alguien. Fue una negociación sincera por parte del PP para intentar integrar a una formación política que atraviesa unas dificultades electorales evidentes para todo el mundo. No ha sido posible, pero en ningún caso yo me planteo esa negociación en los términos de excusa que ha planteado usted.

Hagamos la pregunta de otra manera. Una vez que se rompió la negociación, ¿era más sencillo designar a Alejandro Fernández o habría sido más fácil ser el candidato de una lista con Cs y la sociedad civil?

Es que hay que desvincular mi candidatura de la negociación con Ciudadanos. Son dos cuestiones distintas. Al partido le correspondía intentar esa negociación, porque no era exclusivamente para las catalanas, sino para las europeas también. Una vez se cerró, ya era el momento de elegir candidato. Y desde ese punto de vista, no tengo ningún reproche que hacer.

Una vez, usted me dijo que lo que tenía que hacer el PP catalán es tomar el testigo de aquel Ciudadanos que ganó las elecciones en 2017. 

Yo siempre, además de mostrar un respeto enorme y aprecio por los que hemos estado en la misma lucha contra el separatismo xenófobo que ha vivido Cataluña en estos años, he dicho que ese proyecto político te permite ver algunas cosas que funcionan y otras cosas que no funcionan.

Ciudadanos, en su momento, logró ganar unas elecciones autonómicas en Cataluña desde un combate ideológico muy fuerte, y además nacido desde Cataluña, contra el nacionalismo. Y eso les permitió crecer, crecer, crecer... hasta que en 2017 ganaron unas elecciones que se celebraron en el contexto de una declaración unilateral de independencia. Son unas circunstancias distintas a las que se viven ahora.

Parece que en eso están de acuerdo Alejandro Fernández y Alberto Núñez Feijóo. ¿El problema era que Feijóo dudaba de que usted fuera la persona indicada para hacer esas cosas que sí funcionaron, rascarle voto constitucionalista al PSC...?

La verdad es que, si no me he equivocado y el pasado miércoles era otro ser humano quien estaba ahí... ¡Me ratificó! Y me nombró candidato él. No creo que la pregunta sea pertinente.

Insisto en que el PP es una organización que tiene sus estatutos y sus ritmos. Por tanto, tampoco puede dejarse presionar por los ritmos mediáticos, que son otros... aunque forman parte de la actividad política, eso también lo asumimos.

Si es por estatutos, tendrían que haber celebrado el congreso regional ya hace tiempo, ¿no?

Sí. Lo que pasa es que la constante celebración de elecciones de todo tipo lo ha impedido. Eso también está contemplado en los estatutos.

...la otra mitad de la pregunta era que si Feijóo, a lo mejor, teme que un candidato como Alejandro Fernández le cierre toda puerta a un posible entendimiento en el futuro con Junts, no vaya a ser que un día le haga falta para llegar a la Moncloa.

Creo que usted me está pidiendo constantemente que yo responda sobre lo que piensa Feijóo.

No. Sobre lo que Alejandro Fernández opina de lo que Feijóo está haciendo.

A Alberto Núñez Feijóo le correspondía hacer, y ha hecho, una propuesta de candidato que soy yo. Y a partir de aquí, cualquier otra consideración sobre los anhelos y sentimientos más profundos que usted quiere indagar sobre él, me temo que se los tendrá que preguntar a él.

"Si alguien ha dudado, pregúntele a él. Yo soy práctico, estoy centrado en el presente y en el futuro, no en el pasado inmediato"

Insistiré por otra vía, citándole a usted. Dijo el miércoles que "el parto ha sido difícil, pero que el niño ha salido fuerte y peleón. Pero además os dejará dormir por las noches". ¿A qué se refería? Usted en verano no veía las cosas igual que Génova...

Lo que a mí siempre me ha gustado es el uso de la ironía y quitarle hierro a esos debates un poco draconianos que se han vivido en los medios de comunicación. Esa frase pretendía destensionar un debate que ha sido mediáticamente exagerado en relación a lo que en realidad ha pasado. Darle un toque de humor a una situación que muchos han visto más dramática de lo que realmente era.

Lo hemos exagerado, le compro el argumento. Entonces, ¿qué es lo que, en realidad, ha pasado?

Pues que el Partido Popular ha nombrado un candidato y lo ha hecho como toda la vida. Es eso es lo que ha ocurrido, ¿no?

Tal vez no 'como toda la vida'. Se ha dudado del presidente del PP catalán que lleva más de cuatro años peleando en el Parlament.

Repito. Se han respetado los procedimientos. Si cree usted que alguien ha dudado, le tendrá que preguntar a esas personas, no a mí. Yo en lo que estoy ahora pensando es en el futuro, en obtener el mejor resultado posible para acabar con el proceso separatista y en ayudar a acabar con el sanchismo. Eso es en lo que estoy concentrado.

No estoy ahora mismo preguntándome qué pensaba cada persona en relación a mi candidatura. Creo que eso no es operativo. A mí me gusta ser práctico y yo ahora estoy centrado en el presente y en el futuro, no en el pasado inmediato.

Llegaremos al futuro, se lo prometo. Pero no me puede negar el tuit que escribió en verano, diciendo algo así como 'Puigdemont sí que es mi rival. Junts sí que es mi rival'. Ni que eso respondía a una posición de la dirección nacional del PP en sentido contrario. Ni que uno de los nombres que han sonado estos días para sustituirle, Dani Sirera, fue quien se sentó a hablar con enviados de Junts, en nombre de Feijóo.

Bien, creo que como mínimo tengo la credibilidad de haber dado mi opinión libremente siempre que lo consideraba, así que se me aceptará que cuando digo que hoy Alberto Núñez Feijóo y yo estamos en plena sintonía con lo que hay que hacer en Cataluña, es que lo estoy diciendo con toda franqueza.

¿Y qué es lo que hay que hacer en Cataluña?

Lo he explicado reiteradamente. Tenemos que ofrecer un proyecto a los catalanes que creen en la Constitución, en la libertad, en la cultura del esfuerzo, en que somos catalanes y españoles sin ningún tipo de complejo. Ésos que aspiran a pasar página del proceso separatista, y que eso sea el inicio también del pasar página del sanchismo y su proyecto de ruptura.

Eso es lo que vamos a hacer en esta campaña electoral, e intentar revertir la decadencia de Cataluña. Yo repito mucho que el procés no trae la independencia, trae la decadencia de Cataluña. En su economía, en su seguridad ciudadana, en la gestión del agua... en todo. Es una decadencia palmaria que hay que revertir.

Luego le preguntaré por esas propuestas concretas. Pero si usted y Feijóo están en plena sintonía, entiendo que también está usted encantado con que le dirija la campaña Dolors Montserrat, que lleva cinco años fuera de España.

Decir que un eurodiputado está fuera de España sería saltarse la realidad. En su caso, estamos hablando de una persona con experiencia, con conocimiento. Y le puedo decir, además, que el equipo de campaña me parece estupendo, que ha sido una cosa en la que yo también he participado y que vamos a trabajar desde la máxima unidad.

¿Ha participado usted en la elección de Dolors Montserrat como su jefa de campaña?

Eh, ¡por supuesto que sí! Yo he participado en todas las decisiones conjuntamente con el presidente del partido, es así.

Pasamos al presente. Empecemos con dos preguntas cortas, de sí o no, y una de desarrollo a modo de conclusión.

De acuerdo.

Uno. Ciudadanos gana en 2017 porque le robó votos constitucionalistas a un PSC favorable al derecho a decidir, es decir, confundido con el 'procés'. ¿Verdadero o falso?

Yo creo que es verdadero.

Dos. Salvador Illa va de "pacificador" y "conviviente". Pero como líder socialista es responsable de que los delincuentes vayan a quedar impunes y de que el prófugo Puigdemont vaya a pasearse libre por las Ramblas.

Verdadero.

Conclusión: el PP de Cataluña tiene que quitarle votos al PSC para cumplir sus objetivos electorales.

El Partido Popular tiene que seducir, convencer y entusiasmar. Ilusionar a miles y miles de catalanes. Ya no existe el voto cautivo, no existe el voto del PSC, ni el voto de la antigua Convergència.

No me líe, no huya...

...antes, en los años 80, en España se votaba casi en términos futbolísticos, por eso costaba tanto el cambio. Hoy la gente cambia, en función de la elección, de una manera asombrosa. Por tanto, no es tanto "el votante del PSC", porque a lo mejor le votó en las últimas autonómicas y ya no lo hizo en las generales. O al revés. Es decir, ya no es "vamos a por los votantes de tal partido". Nosotros tenemos que intentar convencer al mayor número de catalanes posible, que pueden haber votado muchísimas opciones políticas a lo largo de estos últimos años.

Sí, pero me refería al ciudadano que votó PSC en las últimas catalanas. Que todos sabemos que Illa ganó porque recogió mucho voto de Cs.

Le pongo un dato: más del 40% de los catalanes que dicen haber votado al PSC en las últimas elecciones se declararon claramente contrarios a la amnistía. Así que es evidente que ahí hay una buena parte de catalanes a los que la oferta del Partido Popular les puede parecer atractiva. Por supuesto que son muy importantes para nosotros.

¿Y por qué el PP no consiguió hasta ahora recoger ese voto constitucionalista y ahora sí puede hacerlo? ¿Es por ese estigma de que son unos españolazos fachas?

Pasa que ahí hay división de opiniones. Hay gente que cree que la gestión del procés en esos años tan duros de 2016 y 2017 fue excesivamente dura [por parte del Gobierno de Rajoy]. Y hay otra gente que, al contrario, se sintió abandonada. La confluencia de esas dos cuestiones hizo que perdiéramos un caudal de confianza enorme.

Lo realmente destacable es que, cuando muchos agoreros daban por finiquitado al PP de Cataluña, ya hemos visto lo ocurrido en las últimas municipales, en las últimas generales, y lo que trasladan las encuestas en estas elecciones. Así que parece que los que no van a salir en la foto, ahora, son otros. Y en cambio, el PP de Cataluña, gracias a su solidez y a mantener unos principios muy firmes estos años de dificultades, va a recuperar un caudal de confianza enorme.

Alejandro Fernández posa para EL ESPAÑOL en la playa de la Arrabassada de su Tarragona natal.

Alejandro Fernández posa para EL ESPAÑOL en la playa de la Arrabassada de su Tarragona natal. Escoda Castellet

¿Y usted en qué posición está? ¿En que el PP de Mariano Rajoy fue muy duro o en que dejó a los constitucionalistas desamparados? ¿Usted cree que aquello se hizo bien?

Con el paso del tiempo, creo que la gestión que se hizo en aquellos días tuvo algunas carencias, pero tampoco conviene olvidar que se frenó el golpe.

Es decir, es evidente que mucha gente tuvo la sensación de que se reaccionó tarde o de que se podía haber reaccionado con mayor intensidad en el freno del golpe. Eso nos lo ha reprochado mucha gente. Pero desde el punto de vista incluso moral, no se puede comparar el quizá haber reaccionado un poco tarde o con una intensidad menor de la deseada, a ser cómplices del procés, que es lo que está haciendo ahora Pedro Sánchez. Si nosotros frenamos el procés, lo que ha hecho Sánchez es resucitarlo y extenderlo a toda España.

A este respecto, en España se confunde muchas veces la firmeza de principios con la dureza o con la cerrazón del "facha". ¿Es eso lo que tiene usted que superar para pescar en el caladero del votante del PSC que rechaza la amnistía?

A mí no me gusta hablar en esos términos porque parece que los ciudadanos son animales de laboratorio. Nos dirigimos a seres humanos, personas como nosotros. Yo no me dedico a hacer constantemente en mi cabeza cálculos demoscópicos sobre cómo me tengo que dirigir a la gente.

Lo que siempre he tenido muy claro es que los principios tienen que ser firmes. Y defenderlos, si es necesario, con vehemencia, pero siempre con educación y respeto. Modestamente, creo que nadie me podrá reprochar nunca que haya tenido un comportamiento inadecuado con un adversario político o una expresión gruesa e inaceptable. Algo que, por cierto, está ocurriendo demasiado ahora en la política española, que en algunos casos se está convirtiendo en un lodazal insoportable.

Por los dos bandos, ¿verdad?

Yo creo que de manera bastante más clara, por el bando del Partido Socialista, el de la izquierda y el del mundo nacionalista. Lo que llegamos a vivir aquí, donde en sede parlamentaria se nos ha llegado a llamar "colonos", "ñordos" y lindezas así...

En fin, a mí jamás se me ocurriría insultar a un adversario político. Y mire que he tenido delante personas que, la verdad, no son precisamente lords británicos en su educación. Yo he hecho siempre el intento de dignificar, en la medida de mis posibilidades, el ejercicio de la política. Desde la firmeza de principios, pero desde el respeto en las formas y la educación.

Haré ahora de abogado del diablo. Y le pido una respuesta concreta.

Dígame.

Una de las críticas que el PSOE le hace al PP es que ustedes están en contra de la amnistía, pero no proponen una alternativa para recuperar la convivencia. ¿Cómo construir una Cataluña más normal y mejor gestionada sin superar lo que pasó? Y eso quizás obligue a hacer algo con los que lo hicieron.

Pero eso solo sería posible en el caso de que hubiera una voluntad clara de volver al espíritu de la Transición y de la Constitución. ¡Y es que no es así! Lo que tenemos delante es gente que te chulea, te amenaza y te dice que lo va a volver a hacer. ¡Ya me dirá usted qué concordia es esa!

¿Qué alternativa hay? Porque yo la tengo muy clara. Es el espíritu de la Transición plasmado en la Constitución, que funcionó muchos años. Es verdad que ahora está en un momento muy difícil, pero hay que ver quién decidió romperlo: fueron los separatistas.

"Sanchismo y 'procesismo' son dos caras de la misma moneda, sólo han traído la decandencia y hay que abrir una nueva etapa"

¿Lo dejamos así, entonces? Mientras no se bajen del tigre...

Lo que tengo muy claro es que tú no te puedes reconciliar con alguien que no desea reconciliarse contigo. Porque entonces lo que eres es un panoli. Y lo que yo digo: hermanos sí, pero no primos. No hemos venido a hacer el panoli.

A mí me encantaría volver a la concordia y la reconciliación, porque es mi tierra, es Cataluña. Y a mí lo que me gusta es que todos podamos vivir en paz. Pero es imposible reconciliarse con quien te sigue amenazando. Hasta que no cambie eso, es imposible que haya esa concordia.

Me habla del espíritu de la Constitución, no de la letra. El espíritu fue previo; la concordia vino primero.

La letra no deja de ser la plasmación de ese espíritu. Correcto. Yo muchas veces digo que defiendo la Constitución, incluso en aquellos artículos que a mí ideológicamente me puedan parecer más distantes. Ése es el espíritu, sí. Yo voy a defender esa Constitución hasta en lo que me gusta menos. 

Pero hay otra cuestión fundamental, y es que la reforma sobre las cosas esenciales de España se hacía por una mayoría, como mínimo, del 80%. Y ahora lo que se pretende hacer es romper España en dos. ¡Las dos Españas, el muro de Pedro Sánchez! Que intenta imponer, con el 51% de los diputados en el Congreso, que se corresponden con poco más del 40% de los españoles, un cambio estructural a una España distinta a todo el resto de los españoles.

Son mayoría, según las reglas que nos hemos dado.

Insisto en que no tiene el apoyo. Ni siquiera el expresado por los propios votantes socialistas, que rechazan este tipo de viajes, como hemos dicho, en un 40% de su electorado.

Ese espíritu implica sentarse a hablar con el distinto, incluso con el opuesto.

Vayamos a lo esencial. Efectivamente, yo he cerrado acuerdos de gobierno con otras formaciones políticas en Cataluña, en el ámbito municipal, en el ámbito comarcal y en el ámbito de las diputaciones provinciales. Pero te puedes sentar con alguien que, lo primero, te respeta como interlocutor; lo segundo, no te insulta; y lo tercero, no acude con superioridad moral, amenazándote, diciendo que va a incumplir la ley y que va a repetir un golpe de Estado.

¡Es que ésa es la gran cuestión! Yo no me imagino que Miquel Roca se sentara con Adolfo Suárez y le dijera 'eh, o haces esto o te monto un golpe de Estado aquí'. Eso no ocurrió. Por lo tanto, en el diálogo no se puede comparar en los términos de la Transición. Algunos tienen que dejar de amenazar con volver a romper el orden constitucional. Si no, es imposible hablar con ellos.

Me decía usted antes que está en plena sintonía con Feijóo, y yo le contestaba que al PP catalán le falta su congreso regional. ¿Hay alguna garantía de que después del 12-M Génova no vuelva a meter mano para sentarse a hacer concordia con Puigdemont?

Mire, ¿y si me cae un rayo de la cabeza? Es que no voy a dedicarme a hacer hipótesis. Lo esencial es que ahora tenemos unas elecciones que son una oportunidad para un cambio en Cataluña y, como primera fase, para un cambio en España. Ésa es la prioridad. A mí, ahora, hablar de congresos y estas cosas me parece pueril, ni lo tengo en la cabeza ni me interesa ahora mismo.

¿De verdad es posible que el PP catalán haga eso tras el 12-M, cambiar Cataluña y, luego, España? ¿Qué le dicen los 'trackings'?

Bueno, yo no tengo trackings... lo que tengo son las encuestas que han salido en los medios. Y lo que vemos es una subida muy importante. Y que puede ser un buen resultado o puede ser un resultado extraordinario. En función de cómo trabajemos estos días y de que seamos capaces de convencer al mayor número posible de catalanes, puede llegarse a ese resultado extraordinario.

Extraordinario, ¿qué es, 16 o 18 diputados?

Yo no lo voy a poner en números. Creo que el objetivo esencial es que sea un resultado que nos permita ser decisivos en la política catalana. Algo que hacía muchísimo, más de diez años, que no ocurría.

¿Decisivos en el día de a día del Parlament o decisivos incluso para la formación de gobierno?

Decisivos para provocar lo que le decía antes. Primero, fin del procés y luego, iniciar la etapa del fin del sanchismo. Las dos cosas, ése es el objetivo.

Vayamos al 12-M. ¿El eje cuál va a ser? ¿Independentismo contra constitucionalismo o izquierda contra derecha?

Pues creo que es una combinación de ambos. Es decir, por desgracia, al final, lo que ha ocurrido es que sanchismo y procesismo son dos caras de la misma moneda. En el momento en el que Sánchez se ha sumado al procés, lo lidera y lo ha extendido al resto de España, entonces, como hay que acabar con ese proceso, se podría considerar que será un eje nacional.

Pero ese procés ha traído la decadencia, la salida masiva de empresas, la pérdida del liderazgo económico, los peores datos de calidad educativa de toda la OCDE, los peores datos de inseguridad ciudadana y de ocupación ilegal de toda España, una política de gestión del agua absolutamente nefasta y tercermundista... pues eso hay que revertirlo. Y eso podríamos decir que entraría más en los ítems políticos. Usando los términos que me ha planteado usted, en el eje izquierda derecha. Pero creo que no van a ser unas elecciones tradicionales, porque creo que lo esencial es abrir una nueva etapa, revertir la decadencia de Cataluña y recuperar el liderazgo.

Alejandro Fernández, candidato del PP el 12-M en Cataluña, entrevistado por EL ESPAÑOL en Tarragona.

Alejandro Fernández, candidato del PP el 12-M en Cataluña, entrevistado por EL ESPAÑOL en Tarragona. Escoda Castellet

¿Esa nueva etapa se puede abrir de la mano de Illa?

Mire, yo tengo una cosa muy clara. Cataluña necesita un cambio, pero un cambio no es darle a alguien apoyo para que siga pactando con el separatismo y siga con el proceso. Ahora mismo, es inimaginable llegar a un acuerdo con otras formaciones políticas que están apoyando a los separatistas en ayuntamientos y en el Gobierno de España.

La única posibilidad de poder establecer diálogo con fuerzas políticas es que rompieran todos sus acuerdos con el separatismo en los ayuntamientos catalanes, en las diputaciones catalanas y, por supuesto, el acuerdo que tienen con Pedro Sánchez. Porque si no, lo que haces es el primo. Y no estamos aquí para hacer el primo.

Un alto cargo de Esquerra me dijo el otro día: "tenemos que hacer un hombre de Alejandro, cuanto más 'indepes' irredentos aparezcamos, más sube el PP y le quita votos al PSC". ¿Al PP le va bien, entonces, una campaña en ese tono? ¿Y a Cataluña?

En líneas generales, suelo hacer lo contrario de lo que me aconsejan los indepes. Y creo que es una norma de comportamiento bastante eficaz. Eso es lo que tengo que comentar sobre ese extremo.

Sus discursos contra las políticas separatistas le han hecho famoso más allá de Cataluña. Hasta los propios líderes separatistas han deseado en público tener a uno como usted en sus filas. Más allá del 'procés', ¿qué va a ofrecer usted al panadero al que le sale cara la harina, o al payés cuyas tierras no le son rentables?

Le voy a hacer un resumen. Para recuperar liderazgo económico, una bajada de impuestos considerable que ayude, además, al retorno de las empresas a Cataluña. Las empresas no van a volver solas, necesitan un entorno mejor. Y eso es bajar impuestos, quitar burocracia y recuperar el espíritu emprendedor. Para acabar con la ocupación ilegal, lo mismo que proponemos en el resto de España, teniendo en cuenta que Cataluña aglutina al 42% de las ocupaciones ilegales: aplicar las reformas legales que permitan expulsar a un okupa en un máximo de 24 horas. 

¿Hay más?

Hay más. Para mejorar la seguridad ciudadana, en primer lugar, prestigiar y dar los instrumentos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, e incrementar el número de agentes. Para garantizar una educación de calidad, acabar con el intervencionismo progre y nacionalista en la educación, que está convirtiendo la escuela catalana en la que tiene mayor fracaso escolar de toda Europa.

¿Y sobre la sequía? Ahí tienen ustedes en Cataluña una auténtica emergencia.

Pues para garantizar una gestión eficaz del agua, evidentemente, primero cumplir con los planes de desaladoras, de las infraestructuras necesarias. Pero luego hay que hacer una interconexión de redes. No puede ser que esté lanzándose agua al mar constantemente y que en el área metropolitana de Barcelona abras el grifo y no salga agua.

¡Estamos en el siglo XXI! Un gobierno que no es capaz de abastecer agua a sus conciudadanos es un gobierno que debería presentar su dimisión al minuto uno. Porque estamos hablando del agua. No estamos hablando de ningún lujo asiático.

En todo eso, la campaña del PP se parece bastante al programa económico y social de Junts.

La verdad es que no. No, porque ellos votaron en el Parlament la ley que consagra la ocupación ilegal en Cataluña. Ellos votaron todas las políticas que han llevado al colapso de la política de agua en Cataluña. Ellos han votado todas las subidas de impuestos lideradas por Esquerra Republicana.

Es decir, yo no sé lo que van a llevar en el programa, sí sé lo que han hecho, que ha sido asumir la agenda de extrema izquierda de la CUP y de ERC en los años que han gobernado juntos. Porque salieron del Gobierno hace poco, y ahora quieren darnos a entender que hace seis mil años que no gobiernan. Ellos han gobernado siempre o prácticamente siempre. Así que son corresponsables de todo lo que acabo de explicar.

"Un gobierno que no es capaz de abastecer agua a sus conciudadanos es un gobierno que debería presentar su dimisión al minuto uno"

Y entrando en los temas programáticos del independentismo. Financiación singular para Cataluña, ¿sí o no?

Lo único que funciona, y que es realista, es un sistema de financiación pactado entre todos. Es lo que nos dicta la historia y yo no me voy a salir de ahí. A mí, como catalán, claro que me gustaría tener más financiación. Como le pasa a un valenciano o a un asturiano. Todos queremos la mejor financiación para nuestras Comunidades Autónomas, porque son nuestra tierra. Pero lo que funciona es lo que se pacta entre todos. Y si no, no funciona.

La cesión de Rodalies, ¿le parece bien?

Si de aquí a unos años se demuestra que los trenes son más puntuales y funcionan mejor, no tendría ningún inconveniente en reconocerlo. No lo sé, tengo algunas dudas. Porque por economías de escala no sé si la Generalitat de Cataluña va a ser capaz de gestionar eso con los actuales gobernantes, que no son capaces de hacer unas oposiciones por internet, que es una cosa bastante alucinante; o que no son capaces de conseguir que salga agua del grifo. Pero bueno, en este caso, pues esperaré a ver si esa gestión de Cercanías finalmente mejora. Si es así, lo reconoceré. Si empeora, lo criticaré.

Y sobre el famoso "encaje" de Cataluña en el Estado... ¿le parece aceptable la propuesta de recuperar el Estatut de 2006, que plantea el PSC como alternativa al referéndum de autodeterminación?

No. El Estatuto de 2006, antes de que pasara por el Tribunal Constitucional, decía una cosa tan absolutamente demencial como que la Justicia española no tuviera jurisdicción en Cataluña. Básicamente, lo que pretendían era un protectorado donde todos los del tres percent pudieran explayarse a gusto en sus fechorías. Pero eso es inadmisible.

Es decir, el Estatuto de 2006 era innecesario y además contemplaba un montón de cuestiones que eran totalmente inconstitucionales. Por lo tanto, no. Yo no creo que Cataluña tenga que volver a vivir y reproducir los errores y los fracasos. Tiene que mirar hacia delante y abrir una etapa nueva. Si alguien me dice que tiene ventajas volver a un pasado conflictivo que no ha llevado a ningún lado, pues creo que le costará convencerme de ello.

Hablábamos antes de las encuestas. Las que han salido por ahora muestran un escenario realmente de ingobernabilidad. ¿Ve algún pacto de ésos que nunca creeríamos o ve una repetición electoral?

Yo lo que veo, de verdad, es que tiene que producirse un cambio y para eso trabajo. No voy a hacer especulaciones, porque la gente tiene que votar. Yo lo que sí tengo muy claro es que el apoyo que tenga el Partido Popular de Cataluña va a servir para abrir una etapa nueva que supere el proceso separatista. Ésa va a ser la condición, y si al día siguiente las elecciones, alguien más cree que eso también es necesario, hablemos. Pero desde luego, lo que tenemos muy claro es que no lo vamos a hacer con los separatistas.

Pero si acaba gobernando Illa, aunque sea en minoría, ¿con quién va a negociar Sánchez esta financiación singular, y el referéndum?

Es que lo vuelvo a repetir. No se tiene por qué dar por hecho ningún escenario ni perder el tiempo con hipótesis hasta que se conozca la opinión de la ciudadanía catalana. Ahora, lo que tenemos que hacer es explicar nuestras propuestas e ideas. En el día después de las elecciones, ya veremos qué condiciones tiene cada uno, qué fuerza tiene cada uno y qué escenario se abre.

En todo caso, de todo lo que me ha dicho hasta ahora, se entiende que de lo que pase el 12-M depende la continuidad, o no, de la legislatura en España.

Bueno, es cierto. Es cierto que se puede abrir un escenario muy complicado para Pedro Sánchez. Pero eso ya era previsible, porque lo que ha hecho es absolutamente demencial y contra natura, como he explicado antes. Incluso, con la opinión contraria de una parte muy relevante de su propio electorado, que fue masivamente engañado. Porque él no les explicó, en ningún caso, que iba a hacer la amnistía, lo negó en campaña. Lo que mal empieza, mal acaba. Y al final, un proyecto político basado en la ruptura y en la mentira, tiene las alas muy cortas.