Ilustración: Tomás Serrano

Política GOBIERNO

Sánchez se encierra con los ministros para cambiar el rumbo y parar la crisis por ceder Inmigración a Junts

La reunión, planeada desde hace semanas, llega días después de que el Gobierno salvara 'in extremis' dos de sus tres decretos estrella.

13 enero, 2024 02:31

Cerrar filas ante la crisis política, acallar las críticas internas y cambiar el rumbo de la legislatura. Son los tres preceptos bajo los que Pedro Sánchez ha convocado a sus 22 ministros este sábado en la finca toledana de Quintos de Mora, en el término municipal de Los Yébenes (Toledo).

Fuentes socialistas hablan del encuentro como un encierro obligatorio para el Gobierno, pero no improvisado. Sánchez ya eligió Quintos de Mora para estrenar su primer Gobierno en agosto de 2018, después de que prosperara la moción de censura contra Mariano Rajoy, y volvió a convocar allí en febrero de 2020 al primer Ejecutivo compartido con Unidas Podemos. Esta será la tercera visita.

"No se ha convocado por la crisis de esta semana [las cesiones en Inmigración a Junts] pero el tema principal va a ser ese", revelan las mismas fuentes cercanas a la reunión. "La idea original cuando se organizó", detallan, "era generar un clima de convivencia y confianza entre los ministros y compartir las prioridades de la legislatura".

[Sánchez cita al Gobierno en Quintos de Mora para trazar su estrategia tras el polémico pacto con Junts]

El argumento es, básicamente, que las reuniones periódicas del Consejo de Ministros generan un ambiente demasiado encorsetado y que, con un Congreso de los Diputados tan fragmentado, la cooperación y cierre de filas del nuevo Gobierno de coalición deberá ser muy superior a sus ediciones anteriores. El primer test: superar esta primera semana agónica del nuevo curso.

El desarrollo del Pleno del Congreso del miércoles, que terminó con la convalidación de dos de los tres decretos del Gobierno a cambio de múltiples cesiones a Junts, ha dejado heridas en el Ejecutivo y en el PSOE, pero también enseñanzas.

Después de que Junts asegurara que iba a votar en contra de los tres decretos, sus diputados no participaron en una primera votación y se abstuvieron en la segunda, permitiendo que fuesen aprobadas por la mínima y demostrando su fuerza ante el Ejecutivo. De aquí, Moncloa apuntó una lección: limitar el número de decretos en el futuro y evitar tramitarlos sin pactarlos previamente, para no tener que ceder tanto en el último momento.

Una de estas cesiones precipitadas estará en el ojo del huracán de Quintos de Mora: la de las competencias de inmigración a Cataluña. De hecho, fuentes del Gobierno explican que es muy difícil de ejecutar ese acuerdo por problemas legales, administrativos y burocráticos y, por eso, el Ejecutivo se esforzó este jueves en tratar de desinflar el globo minimizando el acuerdo firmado la víspera con Junts.

[Dirigentes del PSOE y Sumar cuestionan ceder inmigración en pleno brote xenófobo en Cataluña]

Pero esa delegación de la inmigración a la Generalitat tampoco ha gustado a los ministros de Sumar, que ven muy difícil justificarlo en pleno brote xenófobo en Cataluña.

"A rebufo" y "sin iniciativa"

En la Moncloa existe la sensación de que el Gobierno lleva semanas "a rebufo" de los independentistas, "sin iniciativa", y algunas voces se reconocen incluso atropelladas por la situación general.

Para más inri, en el Gobierno no ha sentado nada bien la actitud de los de Carles Puigdemont, quienes dieron a conocer el acuerdo de forma unilateral el mismo miércoles.

Las críticas internas existen sottovoce tanto en el propio Consejo de Ministros como en la sede de Ferraz, pero la única figura relevante que se ha atrevido a hacerlas públicas hasta ahora ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page

"Es un mercadeo", dijo el jueves, "y un intento extorsión", redobló este viernes en Marchamalo (Guadalajara). "Con las cosas de comer no se puede jugar. Que [Sánchez] aproveche el Gobierno para pensar en los Quintos de Mora y que expliquen a los españoles dónde acaba todo esto lo que no puede estar un Gobierno es de alquiler".

Además, se da la circunstancia de que el PSOE ha pactado con Junts ceder la controvertida competencia, cuando quien está en el Gobierno de la Generalitat es Pere Aragonès (ERC), que se ve ahora empujado a negociar una competencia que no quería y que nunca pidió.

De entrada, la Generalitat de Cataluña ha pedido que esa negociación sea de Gobierno central a Gobierno autonómico y no con Junts, que está en la oposición en Cataluña.