Pedro Sánchez, este lunes, en el Ateneo de Madrid.

Pedro Sánchez, este lunes, en el Ateneo de Madrid. Europa Press

Política AMNISTÍA

Sánchez acepta pactar la amnistía con Puigdemont pero no aprobarla antes de su investidura

Dirigentes socialistas ven posible que Sánchez haga pasar el acuerdo de investidura por un Comité Federal del PSOE.

8 septiembre, 2023 02:52

El Gobierno considera casi imposible tramitar y aprobar la proposición de ley de amnistía con la urgencia y los plazos que pretende Carles Puigdemont, según fuentes socialistas.

El expresident y líder de Junts pretende que la norma esté incluso aprobada antes de votarse la investidura de Pedro Sánchez, antes del 27 de noviembre. De hecho, manifestó el pasado martes que esa amnistía era sólo la condición para pactar la investidura.

Sin embargo, fuentes del Gobierno explican que negociar la amnistía que antes había rechazado tiene en sí mismo un coste político al que se sumaría la necesidad de justificar una tramitación tan rápida.

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Teóricamente, una vez presentada la proposición de ley de los grupos puede imponerse un trámite de urgencia que permitiría que en algo menos de un mes estuviera aprobado en el Congreso y en el Senado y, por tanto, en vigor.

Sin embargo, a día de hoy el Gobierno da por hecho que el proceso se inicie con proposición de ley, es decir, sin informes preceptivos de Consejo General del Poder Judicial, Consejo de Estado y Consejo Fiscal, como ya se hizo con la reforma de los delitos de sedición y malversación en 2022.

Pero para el Gobierno una tramitación a “uña de caballo” supondría un desgaste añadido difícil de asumir. En todo caso, podría aprobarse antes de final de año con una tramitación normal, una vez votada y aprobada la investidura de Sánchez.

Hay además otra razón de pura estrategia política y de negociación que es evitar que la proposición de ley esté presentada antes de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo el 26 de septiembre, para evitar que sea el centro del debate y por respeto institucional a la propuesta del jefe del Estado.

Ni siquiera ve conveniente que se presente antes del debate de investidura de Sánchez por la misma razón, y es obvio también que el Gobierno no quiere arriesgarse a que se apruebe la proposición de ley y luego haya problemas en la votación de la candidatura del líder socialista.

Los socialistas entienden que Puigdemont es consciente de que esta es su última oportunidad y, por eso aceptan abordar la ley de amnistía, tenga el nombre que tenga finalmente, y trabajan en ella.

Fuentes del Gobierno explican que en esa estrategia no es malo para Sánchez que afloren algunas críticas internas a la medida, porque sirven para trasladar al líder de Junts la dificultad para llegar más lejos en el acuerdo.

Aval del PSOE

Destacados socialistas barajan la posibilidad de que el acuerdo sea finalmente tratado en un Comité Federal, dada la trascendencia del asunto y teniendo en cuenta que Sánchez tiene el control del máximo órgano del partido entre congresos.

Tendría así aval y respaldo expreso de su partido, pensando en futuras críticas. No obstante, la decisión corresponde exclusivamente al secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones.

Mientras, Moncloa transmite un argumentario a ministros y dirigentes socialistas que mantiene la idea repetida del diálogo, el marco de la Constitución y la mejora de la convivencia en Cataluña. La orden es no valorar la constitucionalidad de la amnistía e insistir en la idea de que primero hay que esperar a la investidura de Feijóo, aunque no tenga opción alguna.

Sólo un círculo muy reducido en torno a Sánchez está al tanto de las conversaciones y gestiones con los posibles socios de investidura. En ese círculo manejan ya informes jurídicos detallados sobre los detalles de la hipotética ley de amnistía.