El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este lunes en Toledo.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este lunes en Toledo. Ángeles Visdómine EFE

Política XV LEGISLATURA

Crece la oposición en el PSOE: Felipe González, Page o Jordi Sevilla contra la amnistía a Puigdemont

Ferraz ha impuesto la ley del silencio a sus barones para afrontar con discreción los inminentes pactos con Junts para la investidura de Sánchez.

6 septiembre, 2023 03:21

La Moncloa ha recibido con gesto hierático la lista de deseos que el expresident fugado Carles Puigdemont ha puesto sobre la mesa a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. Entre ellos se incluye la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña y la redacción de una nueva ley de amnistía que olvide los delitos de todos los encausados por el procés independentista, dos condiciones que han levantado en armas al socialismo y a uno de los últimos barones con poder dentro del PSOE, Emiliano García-Page.

La rebelión del presidente de Castilla-La Mancha y de exdirigentes como Felipe González, Jordi Sevilla o Nicolás Redondo contra las exigencias de Puigdemont sigue encendiendo, en silencio, a buena parte de las federaciones que, si bien evitan pronunciarse públicamente, miran con suspicacia lo que hasta hace bien poco era una línea roja infranqueable para todos los representantes del PSOE.

En su análisis, el expresidente del Gobierno fue claro al afirmar que "en la Constitución no caben ni la amnistía ni la autodeterminación", tal como recalcó durante una entrevista en Onda Cero. De producirse esa amnistía, dice González, se estaría reconocido que los dirigentes del procés hicieron lo correcto, que son víctimas de un "sistema represor" y que, por tanto, podrían volver a hacerlo impunemente. El exministro Sevilla, por su parte, reclamó que se celebren "nuevas elecciones generales".

["Ustedes piden la amnistía pero eso no cabe en la Constitución": cuando el PSOE sí tenía líneas rojas]

González, relegado a ser ese jarrón chino -de lo que siempre ha renegado-, ha acabado convertido en una especie de Pepito Grillo para Sánchez, siempre incómodo con la línea oficial y nunca de perfil a la hora de criticar a su secretario general. Tanto, que llegó a decir que le había costado "más que otras veces" votar PSOE en las pasadas elecciones. Al final, el mayor tótem del socialismo en la democracia está "crecientemente preocupado", dijo, desde que el resultado del 23-J llevó al PSOE de Sánchez a "jugar con fuego", o a dos bandas con Sumar y Junts.

Su malestar, como lo fue en la legislatura pasada, se centra en los aliados del llamado bloque plurinacional, ese mismo que en la legislatura pasada se llamaba bloque progresista, para algunos, o Frankestein, para otros: "El PSOE no tiene nada que ver con Bildu, Junts... Es una contradicción llamar a eso 'bloque progresista'", lamentó.

Page, a la contra

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, indicó que "si realmente lo que le interesa es, de una manera o de otra, normalizar la situación", espera que Puigdemont "se pleigue al Estado de Derecho y a la Constitución".

Si Puigdemont, ha dicho, "se mantiene en un ataque a la Constitución, en buscar la separación de Cataluña del resto de España y de que además eso no incumbe al conjunto sino solo a Cataluña, pues evidentemente va a chocar con una respuesta frontal en España, espero que de todos los partidos, también del Partido Socialista", informa Alberto Morlanes.

Especialmente crítico fue al mostrar su indignación por la polémica reunión de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, en la misma capital europea con el propio Puigdemont. El encuentro, celebrada justo un día antes de que Page se desplazara al Parlamento Europeo, le sirvió de excusa para advertir al dirigente catalán de que debe inclinarse ante la Constitución o "la respuesta en España será frontal".

El presidente manchego recalcó, además, que todavía toca hablar de la investidura de Feijóo, "que tiene que traer como consecuencia varias lecciones", dijo. "Independientemente de que salga o no, tendrá varias lecciones y servirá para explicar muchos argumentos de los que se tendrán que ver en una segunda investidura si es el caso. Puigdemont tiene que tener claro que si tira mucho de la cuerda, la cuerda se puede romper y precisamente si se rompe, se rompe de ese lado".

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el exministro Jordi Sevilla, en una reunión de trabajo, en 2015.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el exministro Jordi Sevilla, en una reunión de trabajo, en 2015. Europa Press

Valencia, esperanzada

Preguntado al respecto por EL ESPAÑOL, el expresidente valenciano y secretario general del PSOE valenciano, Ximo Puig, interpretó las peticiones de Puigdemont como "una postura de máximos" que se produce "a pocos días de la Diada", informa Dani Valero. En su opinión, si esto no ocurre, habrá que parar la negociación e ir a elecciones repetidas.

El ahora senador territorial, que suena como posible ministro de Política Territorial, confía en que Junts rebaje sus expectativas. Reclama a la formación la "máxima responsabilidad" para pactar "una cuestión trascendental que afecta a todos, también a los catalanes, como es la gobernabilidad de España".

El dirigente valenciano confía en que pueda establecerse una "negociación sincera" para lograr el voto a favor de la formación independentista en una hipotética investidura de Sánchez. No obstante, también considera que "si no puede alcanzarse este acuerdo porque no rebajan sus pretensiones, no hay que tener miedo a explicárselo a la ciudadanía", y asumir que habrá segundas elecciones.

En lo que respecta a las provincias, líderes consultados por este periódico como Alejandro Soler, secretario general provincial del PSOE en Alicante, se limitan a contestar que siguen "siempre con lo que diga la Federal", informa Héctor Fernández.

[Page sigue el rastro de Díaz y avisa a Puigdemont desde Bruselas: "La respuesta será frontal"]

Cataluña, perfil bajo

La cúpula del PSC declinó hacer declaraciones después de la comparecencia de Puigdemont y tiene previsto mantener el perfil bajo hasta el próximo lunes, cuando se celebre la Diada en Cataluña. Conscientes de que sus palabras tienen más peso en la negociación de la investidura que las de otros barones territoriales, los de Salvador Illa decidieron hacer mutis por el foro y limitar su exposición pública en lo que queda de semana, informa Cristina Farrés.

Eso sí, en una entrevista en TV3, una cadena que el PSC no considera precisamente amiga, Illa advirtió de que las condiciones de Puigdemont en la investidura deben ser "en el marco de la Constitución" y desde el entorno del exministro de Sanidad reiteran esta declaración.

Los socialistas catalanes esperan que sea Moncloa la que mueva ficha tras la exigencia de un "acuerdo histórico" de Puigdemont. Remarcan que Junts quiere negociar con los representantes estatales y que en el desenlace de las negociaciones discretas en marcha, pesa tanto lo que se negocia como el pulso entre los neoconvergentes y ERC.

Los socialistas catalanes también tienen la vista puesta en las elecciones autonómicas que se esperan en Cataluña en 2024. En los últimos comicios han visto cómo su poder crecía y se convertía en un viento de cola para llegar al Palau de la Generalitat. Con todo, temen que la letra pequeña del posible pacto en el Congreso les pase factura. Especialmente por el límite marcado por Illa, el de la negociación dentro del marco constitucional.

Andalucía, sumisión total

Mientras tanto, el PSOE andaluz evita posicionarse. Es una cuestión que "no debe someterse ni a especulaciones ni a planteamientos diarios sobre qué haría yo o qué me parecería a mí", dijo evasivo, en rueda de prensa, el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas.

El líder de la oposición andaluza enfatizó que los socialistas tienen "claro" que la negociación es "compleja" y "difícil" y que debe conducirse "desde la seriedad y el rigor". Aunque remachó que, en todo caso, la Constitución es "el único marco sobre el cual se puede cerrar cualquier tipo de acuerdo", informa Cynthia de Benito.

Sí fue claro a la hora de desvincular al PSOE de la reunión que este pasado lunes mantuvo la vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, con Puigdemont en Bruselas. Y sobre Díaz, también prudencia: fue a la cita como líder de Sumar y por eso no está "sujeta" a su "valoración" política.

El socialismo malagueño, al menos el oficial, no tiene dudas. Apoya sin fisuras a Pedro Sánchez y las negociaciones que tenga que llevar a cabo con Puigdemont para que el líder socialista pueda ser de nuevo presidente del Gobierno, informa Ángel Recio. La perspectiva del secretario general de los socialistas malagueños, Dani Pérez, es de sumisión total a los designios de Ferraz.

Pedro Sánchez (y su esposa), Dani Pérez, Juan Espadas y María Jesús Montero, el pasado sábado en Málaga.

Pedro Sánchez (y su esposa), Dani Pérez, Juan Espadas y María Jesús Montero, el pasado sábado en Málaga. EE

Su relación con Sánchez ha sido fluida, pero ahora está más cercana que nunca después de que el presidente del Gobierno en funciones eligiera precisamente Málaga para inaugurar el curso político oficial del PSOE en España el pasado sábado. Pérez y Sánchez, acompañados de Espadas y de la ministra María Jesús Montero, compartieron mitin en un hotel de Málaga capital y, posteriormente, unos espetos en un chiringuito.

Madrid, "ni un milímetro"

Mientras tanto, Juan Lobato, defendía en una rueda de prensa posterior a la Junta de portavoces de la Asamblea de Madrid que su línea roja es la Constitución y que "no hay que moverse ni un milímetro". El socialista detalló que "hay margen de acuerdo siempre en todos los ámbitos", pero "no por encima de la Constitución".

"El que quiera cambiarla tiene los mecanismos para hacerlo, hay formas para lograrlo. Pero respetar la democracia es también respeto a la ley", sentenció el líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso.

País Vasco

Oficialmente, el Partido Socialista de Euskadi (PSE) no quiso valorar el precio que ha puesto Puigdemont para investir a Sánchez. En la rueda prensa posterior a la reunión semanal del Gobierno vasco, el consejero socialista de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, no se refirió a la investidura y señaló que ahora es el momento de las Cortes Generales y de que los partidos sigan trabajando, informa Alberto Lardíes.

No obstante, es evidente que a los socialistas vascos no les convencen las propuestas de Puigdemont. Su incomodidad es manifiesta. Recientemente, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, ya afirmó que la figura del expresident está "más que amortizada en Cataluña, en el Estado y en el ámbito de la política". Y se mostró convencido, eso sí, de que su partido no traspasará "líneas rojas" ni "excederá" la Constitución en las negociaciones con Junts.

"Los límites son los que son", dijo en referencia a la amnistía. En cuanto a la cuestión territorial, en el PSE apuestan por abrir ese debate siempre y cuando sirva "para ir hacia el modelo federal" que defienden desde hace años.

El expresidente del Gobierno Felipe González, la semana pasada en México.

El expresidente del Gobierno Felipe González, la semana pasada en México. Isaac Esquivel EFE

Murcia pide "afrontar la realidad"

En más de una decena de grupos de WhatsApps donde figuran pesos pesados del PSOE a nivel local, autonómico y estatal se mantiene "una confianza al cien por cien" para negociar la investidura con Carles Puigdemont, informa Jorge G. Badía.

"Nadie se atreve a decirlo, pero estamos abocados a un modelo territorial federal, esto es así, y el sentir general que percibo dentro del partido es ése: hemos madurado lo suficiente para empezar a asumir un modelo territorial a lo que es en sí misma una federación", explica de forma anónima un relevante cargo del socialismo murciano. "El sentir general es que hay que afrontar la realidad de España de una puñetera vez".

La misma fuente explica que, "en el tema de la amnistía", lo que percibe es "que la gente está a favor de que se afronte para resolver definitivamente el problema de 2017 con Cataluña". "Ahora bien, en el tema del referéndum, eso de que los catalanes y los vascos puedan hacer un referéndum para acordar la independencia, en eso sí que no están de acuerdo", resume. 

En los mencionados grupos de WhatsApp compuestos por cargos socialistas locales, autonómicos y estatales, "la gente da por hecho que se va a cerrar un acuerdo con los catalanes y se gobernará, lo mismo que ocurrió para la constitución de la Mesa del Congreso de los Diputados". Este cargo que forma parte de los citados grupos asegura que "nadie" ha criticado a Pedro Sánchez o se ha mostrado partidario de volver a convocar elecciones antes que pactar con el prófugo Puigdemont.

Por lo demás, el resto de federaciones guardan silencio. Según informa Pablo Grandío, partidos como el PSdeG esperan todavía a que la tormenta amaine un poco antes de salirse del tiesto, o de sumarse a él. Lo mismo ocurre en Castilla y León, donde Luis Tudanca comparecerá en los próximos días, una vez la situación sea más clara, recoge Alexandra González. Las cartas se irán mostrando a lo largo de la semana.