El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el pasado martes en Santiago.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, el pasado martes en Santiago. César Arxina Europa Press

Política 23-J

La misión imposible de Feijóo: se queda en Madrid con su equipo de confianza para diseñar su estrategia

El PP, que tiene garantizada la presidencia del Senado, comenzará ahora una negociación "bajo tierra" para tratar de lograr la del Congreso. 

28 julio, 2023 02:39

Alberto Núñez Feijóo viajó el martes a Galicia para participar en la festividad del apóstol Santiago y el miércoles, a primera hora, regresó a Madrid. Desde entonces, se encuentra en su despacho de Génova 13, "en formación de batalla", sin luz ni taquígrafos; maquinando con su equipo más próximo una misión imposible: amarrar los votos suficientes para una hipotética investidura. Es decir, intentando convencer al PNV para que se abstenga o vote a favor.

Fuentes de la dirección popular aseguran a EL ESPAÑOL que Feijóo ha digerido el varapalo del domingo. Hasta que empezó el recuento de votos no tenía dudas de que sería capaz de lograr una "mayoría suficiente" que le llevara en volandas a la Moncloa; una vez visto el resultado y asumido el golpe, se puso a pensar en el siguiente escenario. 

El entorno de Feijóo considera que el del 23-J es "un resultado diabólico", con la única posibilidad de que Sánchez sea reelegido presidente gracias a una abstención de Junts que no resultará gratuita. "España, en manos de un prófugo de la Justicia en Waterloo...", lamentan los dirigentes del PP. 

[Page pide pactos de Estado entre PSOE y PP pero no ve viable un Gobierno de gran coalición]

Ahora, la dirección del partido dedica buena parte de sus esfuerzos a reivindicar la victoria, empañada por las expectativas defraudadas. Estos días, los miembros del partido hacen pedagogía para revertir una percepción generada por el PSOE, que se jacta del resultado pese a haber perdido y quedar en manos de ERC, Bildu y Puigdemont. 

Lejos de lo que hizo Mariano Rajoy, que ganó pero declinó presentarse a la investidura, Feijóo tiene claro que necesita subir a la tribuna del Congreso para exponer su programa de gobierno y escenificar que ha sido el más votado en los comicios, cosechando 3 millones de votos y 47 diputados más que en 2019. 

Los siguientes movimientos

Estos días, el presidente del PP está analizando con las personas de su máxima confianza cuáles van a ser los siguientes pasos. Junto a él se encuentran Mar Sánchez Sierra, responsable de Proyección e Imagen del partido; Cuca Gamarra, secretaria general; Miguel Tellado, vicesecretario de Organización, y Juan Bravo, responsable de Economía, entre otros. 

La primera parada de la estrategia que perfila Génova minuciosamente es la constitución de las Cortes, con la elección de la presidencia del Senado, donde el PP goza de mayoría absoluta; y del Congreso, donde parte con una posición de ventaja: al ser la primera fuerza tiene más opciones para salir bien parado en la formación de la mesa, principal órgano de la Cámara. 

El PSOE ya negocia con partidos secesionistas los apoyos para preservar la presidencia del Parlamento. El PP, mientras tanto, hará lo propio en una negociación "bajo tierra" que empezará este fin de semana, cuando finalice el recuento del voto exterior y se sepa cuál es el resultado definitivo. La cosa puede variar sustancialmente. En el aire hay dos diputados que podrían engordar la bancada popular hasta 138 asientos.

Conocida la foto final, Feijóo espera entablar conversaciones con Pedro Sánchez, al que le planteará dos cosas. La primera, que facilite que el PP ostente la presidencia del Congreso. La segunda, que el PSOE no "bloquee" su investidura. Para ello, le pondrá sobre la mesa una serie de pactos de Estado. En ese sentido, Génova tiene asumido que se trata de una entelequia, pero imprescindible en la construcción del relato. 

El líder popular, además, no se ha rendido definitivamente con el PNV. Este miércoles, Andoni Ortuzar presumió de que su formación había "arruinado las opciones de Feijóo". Estas palabras, a juicio de algunos dirigentes populares, se pronuncian en el fragor postelectoral. Hasta el momento, Ortuzar se ha negado a iniciar contactos con Feijóo. 

Pero el PP todavía quiere creer que los nacionalistas vascos han fijado unas posiciones maximalistas que no tienen por qué ser irreversibles. Al respecto, apostillan dirigentes del partido: "Tendrán que reflexionar sobre la utilidad de sus apoyos, porque si siguen así acabarán perdiendo la lehendakaritza, Bildu les está comiendo la tostada".