Los candidatos a la presidencia del Gobierno, (i-d) Santiago Abascal, Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en el debate de RTVE.

Los candidatos a la presidencia del Gobierno, (i-d) Santiago Abascal, Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en el debate de RTVE. Efe

Política 23-J

El dúo Sánchez - Yolanda Díaz da el protagonismo a Abascal para intentar asociarle con Feijóo

Los candidatos del PSOE y Sumar muestran cohesión, aunque la vicepresidenta actúa con mayor contundencia e iniciativa frente a Vox en el debate a tres.

20 julio, 2023 00:27

Pedro Sánchez habló de su pasado reciente y se empeñó en defender su gestión al frente del Gobierno de coalición; Yolanda Díaz hizo propuestas para la próxima legislatura y confrontó con mayor energía y Santiago Abascal hizo enmienda de totalidad a casi todo, con sus habituales proclamas muy dirigidas a los suyos.

El último debate antes de las elecciones del 23 de julio ni siquiera llegó a ser debate y el moderador -Xabier Fortes- tuvo que animarles a confrontar. Entre otras cosas, porque están tan lejos unos y otro que cada uno habló casi con un lenguaje diferente, casi sin puntos de encuentro y en galaxias paralelas. Y en los momentos en los que coincidieron, el candidato de Vox se quedó en consignas negacionistas y antisistema como la de los chiringuitos, la “perniciosa Agenda 2030”, la “ideología de género” o la etiqueta de “comunista” dirigida a Díaz.

Abascal y Díaz tenían una oportunidad para hacerse hueco en una campaña muy polarizada. El de Vox no lo aprovechó, pero la de Sumar sí. Díaz encontró su hueco con propuestas y, sobre todo, yendo al ataque contra el líder de la extrema derecha, con iniciativa y con mayor contundencia que Sánchez. 

[El PP, convencido de que la 'silla vacía' de Feijóo en el debate a cuatro les reportará votos de Vox]

El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, rechazó ir al debate celebrado en RTVE, pero su nombre estuvo permanentemente presente en boca de los candidatos del PSOE y de Sumar. Ambos pugnaron por identificar al PP y a Vox para visualizar los dos bloques, el que ha gobernado en coalición en la legislatura que acaba, y el de la derecha y la extrema derecha que puede gobernar en la siguiente.

Tanto que Sánchez y Díaz facilitaron con el debate dar foco y protagonismo al líder de Vox con el objetivo de asociarle con Feijóo e intentar debilitarle. Ambos consiguieron visiblizar una hipotética reedición del Gobierno de coalición de izquierdas, con mucha más cohesión que el de la legislatura que termina. Y el presidente del Gobierno y su vicepresidenta mostraron notable sintonía y cohesión.

Reiteradamente, Yolanda Díaz habló de Abascal como “representante de Feijóo” y Pedro Sánchez utilizó expresiones como “lo que plantean Vox y PP” o “Feijóo y Abascal nos quieren meter en el túnel del tiempo”, con referencias a los pactos entre ambos partidos en ayuntamientos y comunidades.

“PP y Vox son un tándem que amenaza la convivencia”, enfatizó Sánchez.

El presidente del Gobierno repitió que “a Feijóo le da vergüenza aparecer junto a Abascal, aunque no le da vergüenza recibir sus votos”, e insistió en la idea de las “mentiras” del líder del PP.

Abascal, en cambio, eludió hablar de Feijóo y hasta ironizó con que el líder del PP prefiere dialogar antes con el PSOE que con él para formar Gobierno. Renunció a ocupar más espacio, sin aprovechar la ausencia del líder del PP, con quien se disputa una parte del electorado.

Sánchez se refirió casi siempre a Díaz como “la vicepresidenta”, en lugar de hablar de la candidata de Sumar, y en algunos momentos reforzó sus intervenciones con expresiones como “¿verdad, Yolanda?”, que mostraban que iba detrás de su socia de Gobierno. 

Estoy de acuerdo con Yolanda”, dijo también a remolque de Díaz.

Ella dijo sólo una vez “como dice Pedro Sánchez” y sólo discrepó del socialista en asuntos muy concretos, por ejemplo al establecer como “línea roja” que no se suba la edad de jubilación o en referencia a la política de extranjería.

Violencia machista

Especialmente duro contra Abascal fue el bloque dedicado a la violencia machista y las políticas de igualdad. El candidato de Vox se aferró a sus críticas a leyes como la del “sólo sí es sí” o la “ley trans”, usando el mismo recurso que ya empleó Feijóo en el debate cara a cara, es decir, el de la referencia a casos concretos de violadores encarcelados por la primera de las leyes.

El líder de Vox desplegó su lenguaje habitual dirigido a sus votantes y que habla de “ideología de género”, de “tribunales de excepción para hombres” en la ley contra la violencia de género y la impugnación de los pactos de Estado contra los asesinatos machistas.

No somos una mercancía electoral” y “nos quieren llevar 50 años atrás”, le replicó Díaz con dureza y con referencia a los acuerdos entre el PP y Vox en comunidades y ayuntamientos.

Algo parecido ocurrió sobre el cambio climático, que Vox niega. Sus dos oponentes defendieron la necesidad de medidas como la descarbonización o las energías renovables. Y él se aferró a la defensa del sector primario, en busca de ese sector del electorado, y enfrentando a agricultores, ganaderos y pescadores con las medidas de transición ecológica.

Asumiendo el tono más agresivo, Díaz preguntó directamente a Abascal si gobernaría “con quien tenía relaciones con un narco”, en referencia a las fotos de Feijóo con Marcial Dorado. Abascal no contestó y Sánchez se limitó a pedir timidamente una respuesta, sin secundar el ataque.

El líder de Vox incluyó como novedad que se convoquen refrendos para preguntar a los españoles sobre multitud de asuntos como la migración, la devolución de migrantes o la derogación de leyes climáticas. 

En el bloque económico, Abascal no dio ni un dato y erró al asegurar que Bildu apoyó la reforma laboral porque, en realidad, los soberanistas vascos coincidieron con Vox en el rechazar esa reforma.

“España es mucho mejor que ellos”, cerró Díaz señalando a Abascal.

El líder de Vox terminó asegurando que sólo su partido puede acabar con Sánchez en el Gobierno.

Y el candidato del PSOE concluyó pidiendo el voto para “consolidar” reformas de la legislatura y, por ejemplo, blindar las pensiones y llegar al pleno empleo. Siempre con la referencia a la gestión de la legislatura pasada.