Pedro Sánchez habla con soldados españoles, durante su visita a la base militar de la OTAN en Adazi (Letonia).

Pedro Sánchez habla con soldados españoles, durante su visita a la base militar de la OTAN en Adazi (Letonia). Efe

Política GOBIERNO

Pedro Sánchez aumenta en otros 218 millones el gasto en Defensa en partidas fuera del Presupuesto

El PSOE aumenta la tensión con Podemos: el Consejo de Ministros aprueba este martes contratos hasta 2026 para nuevos helicópteros y submarinos.

20 septiembre, 2022 02:24

El Consejo de Ministros de este martes aprobará otro aumento del gasto en Defensa en partidas nuevas, fuera del Presupuesto vigente de 2022. Serán, en este caso, algo más de 218 millones en varios tipos de contratos.

Según la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, este dinero irá destinado, entre otros objetivos, a la adquisición y prestación de servicios para helicópteros NH90 y submarinos S-80. También para financiar sistemas electrónicos para las bases del Ejército en España, Líbano, Irak y Letonia.

Esta última es, probablemente, la más importante de todas las misiones que operan en la actualidad los ejércitos de España. Los más de 600 hombres y mujeres destacados en el país báltico forman parte de la Fuerza Avanzada Reforzada de la OTAN para vigilar, disuadir y hacer frente a Rusia.

Helicóptero multipropósito NH-90 del Ejército.

Helicóptero multipropósito NH-90 del Ejército. Defensa

Desde el inicio de la invasión ordenada por Vladímir Putin en Ucrania, nuestro país ha duplicado su presencia de tropas en la base de Adazi, en la que hay militares de más de una decena de países aliados. A pesar de que la base la comanda Canadá, España cuenta con la mayor dotación de vehículos, armamento y capacidades en la zona. Y representa, por ello, una parte importante de los gastos corrientes de Defensa.

La tensión crece en el seno de la coalición con esta iniciativa del departamento de Margarita Robles.

Así, según fuentes de Unidas Podemos, la negociación de "los últimos Presupuestos de este Gobierno va a ser muy difícil" porque Pedro Sánchez necesitará hacer grandes equilibrios: por un lado, debe probar que su compromiso de aumento del gasto en defensa se cumple; y por otro, debe apuntalar su mayoría de la investidura "si es que quiere que haya alguna opción de que la fórmula sobreviva".

Y es que, precisamente, el "giro atlantista" del presidente, simbolizado en la celebración de la última y decisiva cumbre de la OTAN en Madrid, o en el acuerdo con el mandatario estadounidense, Joe Biden, para duplicar la presencia naval en Rota, se tradujo en un plan para duplicar el gasto militar entre 2022 y 2028.

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Nuestro país es el segundo que menos porcentaje de PIB dedica a la Defensa -sólo por delante de Luxemburgo- dentro de los 32 miembros de la Alianza: apenas un 1,01%, frente al 2% de la riqueza nacional anual, comprometida en la cumbre de la OTAN en Gales, 2014.

El empeño de Sánchez por duplicar esa proporción ha levantado ampollas en sus socios de coalición. Y ya el pasado mes de julio provocó la última gran crisis entre PSOE y Unidas Podemos, por un caso parecido a éste. Entonces, fueron casi 1.000 millones de euros en partidas nuevas, fuera de lo presupuestado, casi un 10% de aumento sobre los 11.000 millones que constan en las cuentas públicas de 2022.

Yolanda Díaz llegó a exigir una reunión urgente de la comisión de seguimiento de la coalición alegando "falta de comunicación"... una versión edulcorada -porque "las formas importan"- frente a las críticas abiertas de otros líderes morados, que llegaron a calificar de "trampa" o "subterfugio a escondidas", la tramitación de este nuevo gasto. "El PSOE lo coló en el Consejo de Ministros sin avisar", acusó Pablo Echenique.

Podemos dice 'no'

Lo cierto es que fuentes del Consejo de Ministros confirmaron a este diario que el asunto sí que se había llevado a la reunión preparatoria, la de secretarios y subsecretarios de Estado, el llamado Consejillo de los jueves. Pero que ninguno de los representantes morados sacó el tema "a colación para debatirlo". Miembros del Gobierno de Unidas Podemos admitieron, posteriormente, que nadie se percató de la situación.

Pero el debate promete convertirse en polémica. Quizás en la polémica política más tensa de los próximos meses en el seno del Ejecutivo.

Por un lado, porque estos movimientos económicos están comprometidos con los aliados. Por otro, porque la situación de guerra en Europa los exige -somos uno de los países con más tropas destacadas en misiones en el exterior, y todas ellas están en una situación de riesgo creciente-. Y finalmente, porque la industria de la Defensa en nuestro país es puntera y muy intensiva en generación de riqueza y puestos de trabajo con alto valor añadido.

Pedro Sánchez estrecha la mano de Joe Biden, tras comparecer ante la prensa en el Salón Barceló de Moncloa.

Pedro Sánchez estrecha la mano de Joe Biden, tras comparecer ante la prensa en el Salón Barceló de Moncloa. Reuters

Pero, en todo caso, este martes la vicepresidenta segunda y los otros cuatro ministros de Unidas Podemos tendrán que tragar otro sapo "militarista", esta vez de 218 millones de euros. Aprobarán en Consejo de Ministros hasta cuatro acuerdos marco para los próximos cuatro años.

A saber, el de mayor cuantía será para el sostenimiento y la entrada en servicio de los helicópteros NH-90 GSPA y MSPT por valor de 106,28 millones de euros. Además, otro para la adquisición de sistemas automáticos de planeamiento por 20 millones; un sistema de radio para compromisos con la OTAN, con un valor de 29,75 millones; o los citados sistemas electrónicos para las bases del ejército en España, Líbano, Irak y Letonia, por 29,35 millones.

Además, también se aprobarán nuevas ampliaciones del crédito para gastos futuros, en este caso para los helicópteros, los submarinos S-80 y otros vehículos de combate. Esto supondrá otros 32,74 millones de euros, que completan el total de los 218,12 millones de euros citados.

Según el entorno gubernamental de Unidas Podemos, ésta es de nuevo un modo por el que Sánchez estaría tratando de recrecer el presupuesto militar sin llevarlo a la negociación presupuestaria. Es decir, en opinión del ala morada del Gobierno, un nuevo subterfugio para sacar de la discusión interna de la coalición un asunto que encallaría la negociación de las cuentas públicas.

Vídeo del S-80.

Las fuentes consultadas afirman que al presidente ya se le ha hecho saber que la "oleada de derechas" que reflejan las encuestas se lo puede llevar por delante -y con él, a todo el entramado de izquierdas, evidentemente- si no hay "un giro a la izquierda más allá de la retórica".

En el PSOE se recuerda a Unidas Podemos que los impuestos a la banca y a las grandes empresas energéticas "no son meros gestos", sino una prueba del talante "progresista" del presidente.

Pero sus socios minoritarios le han recordado que más dinero para el Ejército no sólo hallará su rechazo -lo que pondría los Presupuestos Generales de 2023 en riesgo-, sino que "ninguno de los partidos clave de la mayoría parlamentaria acepta subir las partidas en Defensa en plena crisis económica". Y que eso es una prueba de que el gasto para los Ejércitos "no es de izquierdas y no va a movilizar a los votantes que no llegan a fin de mes para ir a las urnas" en las municipales y las autonómicas... y menos aún en las generales.