Pedro Sánchez, de espaldas, responde a Cuca Gamarra, portavoz del PP, en la sesión de control.

Pedro Sánchez, de espaldas, responde a Cuca Gamarra, portavoz del PP, en la sesión de control. Efe

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

El PP reprocha a Sánchez el pacto con quienes el CNI investigaba y éste recurre a "la libretita de Bárcenas"

El 'caso Pegasus' revive en el Congreso, con preguntas del PP, PNV y Bildu a las que el presidente sólo responde con recuerdos "al PP de antesdeayer".

18 mayo, 2022 09:46

La sesión de control al Gobierno ha sido un acoso por todos los flancos. Como siempre, para empezar, tenía turno Cuca Gamarra, secretaria general del PP. Y como la semana pasada, el presidente del Gobierno no tenía respuestas, sólo reproches recurriendo al pasado, "al PP de antesdeayer".

"Usted sabía que el CNI investigaba a los líderes independentistas y, aun así, les abrió las puertas de Moncloa para que lo invistieran. Usted le debe ser presidente a los votos de ERC y Bildu", acusó Gamarra. "¿Ha cedido ya suficiente al independentismo o todavía le quedan cesiones que hacer? ¿Y cuáles van a ser?".

Y Pedro Sánchez no contestó a los hechos -que conocía esas investigaciones está demostrado por sus propias palabras en entrevistas televisivas-, ni a las acusaciones -lo de las cesiones-. Sólo dijo que "ustedes mandaban 'piolines' y con nosotros la selección puede jugar en Barcelona; con ustedes había declaraciones de independencia y con nosotros, el 70% de los catalanes no ven la independencia como una prioridad política".

Eso y, claro, el recuerdo de "la libretita de Bárcenas" o "los martillazos a los ordenadores" para eliminar pruebas. Eso y también que el PP fue "condenado por corrupción", que es algo parecido a lo que ocurrió, pero no la realidad. Pues la frase en la que se justificó la moción de censura fue retirada de la sentencia de la Gürtel meses después, ya que el Tribunal Supremo consideró que no debía constar en la sentencia algo que no había sido juzgado.

Acoso al presidente

Si la sesión de control fue un acoso por tierra, mar y aire al Gobierno fue porque a Gamarra la sucedieron Aitor Esteban, portavoz del PNV, y Mertxe Aizpurua, líder de EH-Bildu. Ambos, grupos que han sostenido hasta ahora al Gobierno. Y ambos advirtiéndole de que no se fían de él y de que sus apoyos en el congreso "están tocados".

Pedro Sánchez sólo pudo agradecerles el tono a estos dos últimos, entre otras cosas porque tampoco tenía respuestas. Esteban le había preguntado por si la Policía y la Guardia Civil cuentan con el software Pegasus, y el presidente dijo que no. "Mírelo bien, aunque le hayan dicho eso... y ya veremos en unos meses lo que le pasa", advirtió el nacionalista vasco, descreído.

Aizpurua le emplazó a contarle "cómo piensa recuperar la confianza de sus apoyos" y Sánchez, en realidad, no dijo nada. Quizá lo haga el jueves 26, en su comparecencia en pleno monográfico sobre Pegasus.

La otra razón por la que el presidente había agradecido el tono a PNV y Bildu fue porque al PP lo había intentado masacrar. Pero, como él mismo admitió, recurriendo a historias pasadas, las del "PP de antesdeayer". Sánchez le recordó a Gamarra que no hay diferencias entre los populares ahora que los lidera Alberto Núñez Feijóo, "porque lo que me acaba de preguntar es lo mismo que me preguntó el señor Casado el 23 de febrero".

En realidad, no es cierto. Casado, aquel día, lo que hizo fue despedirse con apelaciones "a la concordia". Porque aquel día ya había sido defenestrado por los barones del Partido Popular. Pero si recurriendo a la pregunta registrada había alguna similitud, lo que sí que ha cambiado es el estallido del llamado caso Pegasus. Es decir, lo que ha cambiado es la inestabilidad y la credibilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Y a eso se agarraba Gamarra.

Cuca Gamarra exhibe una fotografía de Pedro Sánchez, reunido con Quim Torra y Pere Aragonès, en Moncloa.

Cuca Gamarra exhibe una fotografía de Pedro Sánchez, reunido con Quim Torra y Pere Aragonès, en Moncloa.

"Dígame, ¿sus socios dejaron de ser investigados cuando lo invistieron o tras esta reunión en la Moncloa?", preguntó exhibiendo una foto con Quim Torra y Aragonès. "Usted es presidente gracias a un pacto diabólico, sabía usted con quién pactaba y que no podía salir bien. Asumía muchas deudas, y estaba dispuesto pagarlas todas. Díganos, ¿qué le va a dar en la próxima reunión al investigado Pere Aragonès?".

En ese momento se le acabó el tiempo a la portavoz popular... pero aún le quedaba su segundo turno a Sánchez, para dar respuesta. El caso es que esa cita, prometida por el presidente, aún no tiene fecha. Y se ve, tampoco contenido.

Porque no respondió. El presidente exhibió los datos de la citada encuesta que dice que "hoy en Cataluña el 70% no considera la independencia una prioridad política" y recitó, una vez más, sus medidas sociales acusando al PP de "haber votado a todo en contra"... pero tampoco eso era del todo cierto.

Por ejemplo, los populares sí apoyaron el Ingreso Mínimo Vital y, por ejemplo, no ha podido rechazar aún el decreto para "fijar un tope al precio del gas"... porque éste no ha llegado al Congreso. De hecho, aún no está ni en Bruselas -donde la Comisión debe dar su visto bueno-, un mes y medio después del "histórico éxito", como lo definió el mismo Sánchez, en el último Consejo Europeo.