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Política CORONAVIRUS

Sanidad no reconoce la Covid como enfermedad profesional aunque admite en sus informes que lo es

El estudio publicado por el Ministerio releva que el 89% de los profesionales sanitarios se contagian en sus puestos de trabajo.

10 septiembre, 2021 02:55

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Desde que comenzara la pandemia de la Covid-19, los trabajadores sanitarios han puesto en peligro su salud al enfrentarse diariamente a la enfermedad. Contagios que se contaban por miles durante la primera ola y que el Gobierno de España se niega a reconocer como enfermedad profesional con carácter permanente. Aseguran que la Covid-19 es estacional y que los contagios, mayoritariamente, se producen en los lugares de ocio.

Una teoría que tumban las decenas de brotes en el ambiente laboral e, incluso, un estudio de Salud Pública publicado en la página web del Ministerio de Sanidad.
En dicho informe fechado en el mes de julio y con datos de la desescalada en Madrid, se deja constancia de que el centro de trabajo es el lugar donde "más frecuente es la exposición" y donde se contagian los profesionales sanitarios y el segundo para la población general (media realizada con parados y menores de edad incluidos).

De hecho, la diferencia entre el porcentaje de contagiados totales que se han infectado en casa (38%) y en el trabajo (33%) es muy pequeña. Aun así, el peligro de la Covid cuando se trabaja frente al virus (médicos y enfermeros) es altamente mayor. Analizando los datos en profesionales sanitarios, un 89% de los mismos se contagiaron en su centro de trabajo y sólo un 7% en casa.

Informe oficial de Sanidad sobre los contagios de sanitarios en su lugar de trabajo.

Informe oficial de Sanidad sobre los contagios de sanitarios en su lugar de trabajo. E.E.

Por todo ello, los sindicatos denuncian la categorización "light" de la Covid-19 como enfermedad profesional que ha puesto en marcha el Gobierno de España. Y es que, desde que se aprobara el Real Decreto ley 3/2021, de 2 de febrero, los sanitarios o sociosanitarios que contraigan el SARS-CoV-2 en el ejercicio de su profesión tendrán las mismas prestaciones que el "sistema de la Seguridad Social otorga a las personas que se ven afectadas por una enfermedad profesional".

Es decir, no se considera al coronavirus SARS-CoV-2 como una enfermedad profesional, sino que es catalogado como un accidente de trabajo con la consideración de enfermedad profesional. Algo que, además, sólo se otorga si cumplen unos requisitos y con una temporalidad marcada: que ocurra cuando está declarada la situación de pandemia y que se pruebe que el foco estaba en el centro laboral. Según los sindicatos, esto último está siendo muy difícil.

A su parecer, la solución sería que se catalogara el Covid-19 como enfermedad profesional para que no fuera necesario "como sí lo es ahora" que los servicios de prevención emitan un informe. Este documento debe concretar el brote "exacto" en el que se contagió el sanitario. "Algo que es muy difícil y que hace que muchos no cumplan la obligatoriedad", afirman.

El problema, además, es que el decreto tiene una fecha límite que acaba cuando el Ejecutivo de por finalizada la pandemia. "El Covid no se va a ir. ¿Cuándo un sanitario se contagie y digamos que ya no hay pandemia, qué le va a pasar?", se preguntan.

Por ejemplo, según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Castilla-La Mancha sólo se ha reconocido la enfermedad profesional por Covid-19 a un trabajador del Sescam cuando la cifra de contagios del personal de ámbito sanitario en la región supera los 9.000 casos desde el inicio de la pandemia.

Esta "trampa administrativa" del Ejecutivo afecta también a otros trabajos que pueden estar en contacto con el virus diariamente, pero que no son sanitarios. Como los que trabajan cara al público. Para ellos, el Gobierno niega hasta la posibilidad de hablar de accidente laboral con categoría de enfermedad profesional.

Hay que "proteger"

Tal y como adelantamos en Invertia, el Ejecutivo asegura que no es procedente extender a la protección prevista para la enfermedad profesional a todas las actividades que puedan tener un cierto riesgo de contagio, "ya que el contagio puede producirse en cualquier medio, particularmente en el entorno familiar".

En una respuesta parlamentaria al Partido Popular del mes de mayo, el Gobierno descartaba extender esta protección al personal de limpieza o cuidadores de personas mayores.

En lo que respecta al estudio publicado por el Ministerio de Sanidad, los investigadores de un área de Salud Pública de Madrid realizaron su trabajo de campo con 167 casos diagnosticados durante la desescalada que generaron 292 contactos estrechos a investigar.

Fueron mujeres en el 61,7% y su mediana de edad fue de 48 años. Por grupos de edad, el 7,8% tenían entre 0 y 18 años, el 22,2% entre 19 y 34, el 47,3% entre 35 y 64 y el 22,8% eran mayores de 65. Un 25,7% de los casos correspondieron a trabajadores sanitarios o sociosanitarios.

Junto con los datos de contagios en sanitarios (casi el 90% de los positivos tuvieron su foco en el hospital), los investigadores discuten sobre el hecho de que la distribución por sexo y por ocupación en el ámbito sanitario o sociosanitario es similar a la observada a nivel nacional.

"El domicilio resulta el principal lugar de contagio, lo que es congruente con la situación de confinamiento que abarca la mayoría del periodo de estudio. El centro de trabajo aparece como el segundo lugar en frecuencia, pero este ámbito es atribuible principalmente a los casos de trabajadores sanitarios o sociosanitarios", apuntan los investigadores de una etapa en la que el teletrabajo era la tónica habitual siempre que fuera posible.

De hecho, los propios investigadores hablan de la obligación de que el estado se plantee la capacidad de proteger "de forma óptima" a los trabajadores durante el desempeño de su labor. Como explican, conforme avanzara la desescalada el número de personas que no estarían en sus casas, sino trabajando, iría en aumento.