Ilustración: Tomás Serrano.

Ilustración: Tomás Serrano.

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

"Rufián tiene que dejar de hacer esto": indignación en el PSOE por su golpe bajo a Sánchez en el Congreso

Fuentes socialistas admiten el golpe de las declaraciones de Rufián, que afirmó: "¿Que no habrá referéndum? También dijo que no habría indultos".

1 julio, 2021 02:54

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En el PSOE no sorprendió lo que les hizo Gabriel Rufián, pero sí les indignó: "Tiene que dejar de hacer estas cosas", afirmaba un dirigente socialista a la salida del debate. Una cosa es que a la salida de una reunión privada, todo un president de la Generalitat "venda su retórica", como dicen las fuentes del Gobierno que hizo Pere Aragonès el martes, al insistir en que no cederá en sus exigencias de "autodeterminación y amnistía", y otra es que el día en que Pedro Sánchez trata de explicar su plan de "reencuentro" con los independentistas, el portavoz de Esquerra le reviente el debate.

Las filas socialistas en la Cámara se removieron cuando el líder republicano en el Congreso se mofó de la credibilidad del presidente.

Sánchez había prometido solemnemente que "no habrá referéndum de autodeterminación", a pesar de que los indultos hayan sido una concesión necesaria para retomar la mesa de gobiernos con la Generalitat. "No lo habrá, salvo que nos convenzan de cambiar el artículo 2 de la Constitución. Pero ya les digo yo que el PSOE que me honro en liderar nunca jamás lo aceptará". Y Rufián le contestó: "También dijo que no habría indultos... así que denos tiempo".

Rufián: «Ha dicho que no habrá referéndum de autodeterminación. Bueno, también dijo que no habría indultos»

Lo cierto es que Sánchez ganó las elecciones del 10-N de 2019 prometiendo en el último debate televisado que los reos por el golpe separatista del 1-O "cumplirán las penas íntegramente", comprometiéndose a "traer a Carles Puigdemont a España para que sea juzgado", anunciando que recuperaría "el delito de referéndum ilegal" que, en el pasado, eliminó José Luis Rodríguez Zapatero, y asegurando que acabaría "con la manipulación de TV3".

Nada de eso ha ocurrido, sino todo lo contrario. A la vista de los resultados electorales, se abrazó a Pablo Iglesias y construyó con él una "mayoría de legislatura" con los 13 votos de ERC y los cinco de Bildu. Fue a Pedralbes a verse con Quim Torra como un mandatario extranjero y se conjuró para abrir una mesa de diálogo, negociación y pacto. Sólo dos meses después, ya estaba reuniéndola, por primera vez, y aceptando que "la solución pasará por el voto que logre el apoyo de los catalanes".

¿Es eso el referéndum que reclamaba el martes Aragonès y dio por hecho el miércoles Rufián? Lo cierto es que el president fue, al menos, institucional y habló para el público independentista -que falta le hace, con la inestabilidad de su Govern-, pero es que el portavoz de ERC en la Cámara Baja fue tan coloquial que hizo daño.

"No sorprende, pero sí hace daño", aseguraban las fuentes parlamentarias socialistas consultadas. "Nosotros estamos convencidos de que lo que estamos haciendo es por el bien de España y, claro, de Cataluña", añadía, "pero ahora les toca a ellos demostrar qué van a hacer, porque el límite es la Constitución".

Los antecedentes

Gabriel Rufián ya se quejó hace unas semanas de que le habían llamado "filosocialista". A él, que ha hecho "los discursos más bestias contra el PSOE en el Congreso". Si le habían llamado eso era, en realidad, porque su formación es el sostén principal para que Pedro Sánchez continúe en Moncloa. Según varios diputados de la oposición, a la salida del debate, "es que en realidad no hay otra explicación a lo que está pasando". Es decir, a los indultos, la mesa de negociación "y las lisonjas a Esquerra y Bildu, que no dejan de hacerle desplantes".

Gabriel Rufián, de hecho, agradeció hace una semana "la valentía ante la jauría" por aprobar los indultos a Oriol Junqueras y el resto de líderes del procés. Pero de inmediato, se preguntó en alto, hace una semana en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, si en realidad lo que hacía era "valentía o necesidad".

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, mirando a la tribuna del Congreso.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, mirando a la tribuna del Congreso. Efe

Y lo argumentó, demostrando su conocimiento del refranero castellano: "Porque usted hace dos años se presentó a unas elecciones hablando de fiscalía y hoy habla de política, así que a buen entendedor, pocas palabras bastan".

Pero Gabriel Rufián, este miércoles, en el pleno monográfico sobre los indultos -aunque el presidente escondió el tema de debate en su petición de comparecencia voluntaria ante la cámara-, dio un paso más. Ya no se preguntó nada, sino que afirmó en alto: "Usted ha dicho que nunca habrá un referéndum de autodeterminación. La verdad, es que también dijo que nunca habría indultos... así que denos tiempo".

"Usted miente a todos"

La frase reventó, de arriba abajo toda la argumentación de Pedro Sánchez en sus larguísimas intervenciones del extensísimo pleno del Congreso. Primero una hora larga y en la réplica, casi hora y media, ambas mecanografiadas y leídas. Es decir, preparadas por el equipo de Moncloa. 

Otras veces, ése ha sido el argumento fundamental de las críticas de la oposición a su ejecutoria en los debates. Fuentes del Gobierno destacan que el presidente socialista es "el que más veces ha dado explicaciones en la Cámara de todos los de la democracia". Pero lo cierto es que es un clásico que Sánchez se limite a leer y, como mucho, improvisar algo coloquial en sus réplicas.

En esta ocasión, el argumento vino servido por Rufián. Pablo Casado, de hecho, salió furibundo en su dúplica a afearle lo de "las decenas de papeles preparados" porque eso le había impedido al presidente prepararse una salida al destrozo que le había hecho el portavoz de Esquerra.

"Decía el señor Sánchez que traía unas notas y lleva una hora y media leyendo cien folios impresos a máquina... ¡y hoy es el día del parlamentarismo!", comenzó riéndose. "Mire, a los mil asesores que tiene se les ha olvidado pasarle una nota en este infumable debate". A continuación, leyó textualmente (de una nota) lo dicho por Rufián, e inquirió al presidente: "Diga qué opina, porque el señor Rufián, su jefe, le está diciendo que es un mentiroso, que ya es algo patético para un presidente del Gobierno".

Pablo Casado, presidente del PP, en la tribuna del Congerso.

Pablo Casado, presidente del PP, en la tribuna del Congerso. Efe

Ésa fue la clave, a partir de ahí de todo lo ocurrido en el Congreso. Y en las filas del PSOE, si bien dicen que no sorprenden las "salidas de tono de Rufián", sí que admiten que "no ayuda en nada". Y sobre todo, que "debería dejar de hacer esas cosas" si es que el independentismo quiere "salir de este bucle".

Inés Arrimadas intervino indignada: "Cuando el señor Rufián venga aquí a humillarle, diciendo que van a hacer un referéndum, levante la cabeza, que es usted el presidente del Gobierno de España, y no baje la mirada ante el separatismo".

La presidenta de Ciudadanos insistió en preguntarle -como tantas veces- "cuándo vio la luz y dejó usted de ser un revanchista que usa el pimpampum con Cataluña para rascar votos en el resto de España"... una acusación que, previamente, les había hecho el presidente a todos los grupos del Congreso contrarios a las medidas de gracia.

"Suba y diga que necesita sus votos y que le han pedido el indulto y rebajar el delito de sedición", apuntó recordando la pregunta en alto de Rufián hace una semana -la de la valentía o la necesidad-. Porque "la única unanimidad que hay en España, entre separatistas y no separatistas, es que usted miente" y, remachó, "que no tiene palabra".