Carles Puigdemont (i), junto a Diego Pérez de los Cobos (d), Enric Millo (2d), y José Antonio Nieto

Carles Puigdemont (i), junto a Diego Pérez de los Cobos (d), Enric Millo (2d), y José Antonio Nieto Efe

Política REFERÉNDUM 1-O

Puigdemont a Nieto: “El máximo responsable de la seguridad en Cataluña soy yo”

El ‘número dos’ de Interior: ¿cómo actuarán si un grupo de Mossos queda atrapado en un edificio por una multitud?

29 septiembre, 2017 07:24
Alejandro Requeijo Daniel Montero

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“El máximo responsable de la seguridad en Cataluña soy yo”. Esta frase, pronunciada por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ante los representantes del Ministerio del Interior, sirve de termómetro para medir la tensión que reinó en varias fases de la Junta de Seguridad que tuvo lugar este jueves en Barcelona, según informan a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras del encuentro. En esa misma reunión el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, le preguntó a la delegación catalana cómo actuarán el 1-O si un grupo de Mossos d’Esquadra quedasen atrapados en un edificio sitiado por manifestantes como les sucedió a los guardias el pasado 20 de septiembre en Barcelona.

El propio Puigdemont convocó el miércoles este órgano de coordinación entre el Gobierno autonómico y el Ministerio del Interior y en ella quiso recordar a sus interlocutores que él tiene la responsabilidad final sobre lo que realicen los Mossos porque así lo reconoce el Estatut. Los Mossos d’Esquadra tienen las competencias en materia de orden público en Cataluña, pero en todo lo que afecta a la celebración del referéndum están desde el pasado sábado tutelados -así lo decidió la Fiscalía- por el Ministerio del Interior, concretamente por el coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, quien acompañó a Nieto este jueves en Barcelona.

Puigdemont recurrió a la Junta de Seguridad sin previo aviso y sin redactar un orden del día sobre el que preparar la reunión. Fuentes de Interior no ocultaban el miércoles a este diario su malestar al entender que el presidente catalán quería forzar al Gobierno a no asistir al encuentro para después criticarlo. Por ello el Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido aceptó lo que interpretó como un envite y envió a la ciudad condal una delegación encabezada por Nieto, número dos del Ministerio.



La presencia sorpresa de Trapero

A su lado, sentado en la mesa, estaba el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo; también el secretario general técnico del Ministerio y otro responsable de Interior. Por la parte autonómica estaba Puigdemont, el conseller de Interior, Joaquim Forn; el secretario general de Interior, César Puig, y el responsable de los Mossos d’Esquadra, Pere Soler. Este último lleva semanas alejado del primer plano mediático a pesar de los atentados yihadistas en Cataluña del pasado agosto y la actual tensión a cuenta del referéndum. Estos ocho hombres conforman oficialmente la Junta de Seguridad, un órgano reglado con puestos asignados.

No obstante, presente en la sala, había además una quinta persona con la que no contaban en el Ministerio: el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, la verdadera cara visible del Cuerpo. Cuando desde Interior preguntaron por la presencia Trapero, fue Joaquim Forn quien terció: “Es el que mejor se lo sabe”. Las fuentes consultadas aseguran que durante toda la reunión el mando de los Mossos dio muestras de preocupación sobre la situación y ante la realidad de estar bajo un mandato judicial que le ordena evitar la celebración de la consulta anulada por el Tribunal Constitucional.

“Vamos a cumplir la orden de la jueza, pero vamos velar por la convivencia”. Ese fue el mensaje que transmitió Trapero en la reunión a sus interlocutores llegados desde Madrid. En todo momento mostró su determinación de no usar la fuerza el 1-O. En ese momento fue cuando Nieto tomó la palabra para pedir a los representes de la Generalitat “pasar de la teoría a la práctica” y se interesó por los planes de los Mossos.



¿Cómo actuarán los Mossos?



“Les pongo un ejemplo, ¿cómo van a actuar si el domingo un grupo de Mossos d’Esquadra queda atrapado en un edificio sin poder salir porque una multitud de manifestantes se lo impide”. La pregunta lanzada por Nieto interpelaba de forma directa a Trapero. La tardanza en la actuación de los Mossos d’Esquadra provocó que la semana pasada un grupo de guardias civiles quedase durante horas atrapados por una multitud de manifestantes en la sede de la Consellería de Economía. Habían acudido a practicar un registro ordenados por el juez que investiga la preparación del referéndum.



La respuesta de Trapero no se movió de su rechazo inicial a usar la fuerza: “No debería responder si hay niños y mayores”. En ese sentido, Nieto se mostró a favor de mantener la convivencia, pero al mismo tiempo le reprochó que, no actuar por temor a que se generen más altercados, es abrir la puerta a la “impunidad”. Añadió que el objetivo principal debería ser cumplir con la legalidad. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que ha asumido la actuaciones contra el 1-O, ha ordenado a la Policía catalana precintar los centros de votación habilitados por la Generalitat.



Los presentes coincidieron en que han estado en reuniones más agradables. Pese a todo, destacan que Puigdemont pretendió, dentro de la tensión reinante, mantener la cordialidad institucional con un tono menos brusco que el mostrado en cambio por Forn.



Por su parte, fuentes del Ministerio del Interior consultadas por EL ESPAÑOL afirman que aún mantienen la esperanza de que el domingo los Mossos cumplan con las órdenes de los jueces e impidan que se celebre el referéndum. La tesis del Ejecutivo es que los partidarios de la consulta “harán una ficción””, pero que en ningún caso celebrarán el referéndum.



Desde hace días hay varios miles de agentes antidisturbios de la Policía y la Guardia Civil desplegados en Cataluña llegados desde todo el territorio nacional. El Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido no obvia que las competencias en materia de orden público corresponden a los Mossos, pero piden no negar tampoco las competencias que asisten a los cuerpos estatales. En cualquier caso, insisten en que su presencia en Cataluña no pretende sustituir a la del cuerpo autonómico, sino complementarla en caso de que sea necesaria.